Dicen que el que busca encuentra… ¿Será que el hombre puede vivir en la Luna?

Por: Nora Estrada

El mundo entero quedó asombrado con las recientes imágenes que tomó el Telescopio James Webb y se incrementa el deseo encontrar vida en algún lugar del espacio

Imágenes del telescopio espacial James Webb de NGC 628 (la «galaxia fantasma»).

El Telescopio James Webb recientemente tomó nuevas imágenes de viejas estrellas y constelaciones que asombró al mundo, se trata de un redescubrimiento del universo, más nítido y más exacto que, según expertos, alimenta el hambre y la curiosidad del hombre por encontrar vida en otro planeta.

Por lo pronto, existe el plan de construir una base en la Luna donde el hombre pueda permanecer por meses.

Varios científicos convocados por Ethnic Media Services explicaron principalmente que la curiosidad natural del ser humano nos llevan a explorar lo que hay más allá de la Tierra, como en el siglo pasado lo hizo el científico explorador inglés Charles Darwin, considerado el Padre de la Teoría de la Evolución, la base para la comprensión científica moderna del origen de las especies.

“Ir a la Luna no es diferente de hizo Darwin, solo que nuestro ambiente se agrandó”, dijo Alexandra de Castro, comunicadora de ciencia y tecnología de PASQAL, al determinar porque el ser humano busca respuestas en el universo.

Castro, quien diseña programas de computación cuántica, dijo que la próxima aventura humana es lanzar el cohete lunar Artemis 1 para regresar a la Luna, pero no solo para comprobar que se puede llegar, sino para quedarse por largas temporadas.

“El sueño es para asentarse, crear una base lunar”, comentó. “Esto es un sueño, pero mucha gente está trabajando duro para convertir este sueño en realidad”.

Artemis I será la primera prueba de vuelo integrada del sistema de exploración del espacio profundo de la NASA: la nave espacial Orion, el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y los sistemas de tierra en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida. La primera de una serie de misiones cada vez más complejas, Artemis I será un vuelo sin tripulación que proporcionará una base para la exploración humana del espacio profundo y demostrará nuestro compromiso y capacidad para extender la existencia humana a la Luna y más allá.

Explicó que lanzar Artemis 1, es una prueba para asegurar que viajar a la Luna durante 40 días sea seguro para los seres humanos.

“Las misiones de Apolo fueron muy breves. Ir, caminar un poquito por ahí y regresar, eso fue todo. La mas larga fue de 12 días, y de hecho fue muy audaz porque no sabíamos en ese tiempo el riesgo del viaje espacial para los seres humanos.

“Pero ahora tenemos mucha información con 20 años de experiencia con la Estación Espacial Internacional”, agregó. “Pero Artemis 1 es una prueba, va sin tripulantes, con maniquíes de tamaño humano para investigar si van a poner detectores de radiación. Así vamos a poder saber la cantidad de  redacción qué vivirían los astronautas’.

De Castro agregó que en unos tres años llevarán a cuatro astronautas a la Luna, entre ellos las primeras mujeres astronautas.

Destacó que después de eso existe el plan más ambicioso, junto a China y Rusia, construir una estación espacial que orbita la Luna que se llama Gateway.

“Orbitara la Luna y los astronautas vivirán ahí y trabajaran en este ambiente controlado, y permanecerán ahí entre tres a seis meses, y usaran los módulos de Orión y algunos vehículos que tienen comida y suministros”, comentó. 

De Castro dijo que lo que se pretende lograr es aprender mucho sobre la Luna, y descubrir cómo construir una base para permanecer en la Luna.

Pero dijo De Castro simplemente que la razón del hombre para explorar el universo es porque: «Estamos hambrientos de conocimientos, queremos saber muchas cosas, lo que nos hace humanos”, comentó. “Ir a la Luna no es diferente de hizo Darwin, sólo que nuestro ambiente se agrandó”.

Sobre la probabilidad de encontrar vida en el espacio, De Castro dijo que lo último de la Agencia Espacial Europea es que van a enviar un aparato que suba a la superficie de las lunas de Júpiter y otras lunas donde se cree hay agua líquida en océanos enormes, y que en esas lunas se tienen condiciones de ser habitables.


Este paisaje de «montañas» y «valles» salpicados de estrellas brillantes es en realidad el borde de una joven región cercana de formación estelar llamada NGC 3324 en la Nebulosa de Carina. Capturada en luz infrarroja por el nuevo telescopio espacial James Webb de la NASA, esta imagen revela por primera vez zonas de nacimiento de estrellas antes invisibles.
Credits: NASA, ESA, CSA, and STScI

¿Hay vida en el espacio? La respuesta sigue en el aire

El científico Principal de Óptica Astronómica del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial (STScl), Baltimore, Maryland, Marcio Meléndez, se limita a contestar sobre si hay vida fuera de nuestro sistema solar: “Necesitamos pensar en grande y no hay nada más grande que James Webb”.

La pregunta sigue sin respuesta, pero con las nuevas misiones y tecnologías pronto se podrá contestar.

Meléndez recordó que el descubrimiento de la galaxia de Andrómeda por parte del astrónomo estadounidense Edwin Hubble en 1924 cambió drásticamente la comprensión del universo.

“Se demostró su extensión mucho más allá de nuestra propia Vía Láctea. Desde entonces, la NASA ha puesto en órbita más de 90 telescopios con la esperanza de profundizar aún más nuestra visión del cosmos, y ese esfuerzo ha llevado al descubrimiento de miles de millones de estrellas y galaxias y ha acercado a la humanidad más que en cualquier otro momento de la historia a responder algunas de nuestras preguntas más desconcertantes.

El telescopio James, con instrumentos infrarrojos, resaltó las características de Neptuno que no se veían con detalles con el telescopio Hubble, que se desempeña con tecnología de hace 30 años.               

“Ahora podemos ver cómo las galaxias interactúan. Galaxias que están a 200 millones de años luz, como Andrómeda que está a 2.5 millones”, confesó, al indicar que Web está explorando su evolución con el pasar del tiempo y ahora lo que vemos son más galaxias.                                                                 “Podemos ver a Júpiter con sus aros y su luna, y lo brillante que se ve Marte y Neptuno, nuestro gigante de hielo”, agregó.                                                                                                                                     Dijo que cuando se dice “pensar en grande” se debe pensar en un telescopio tan sensible que puede ver la firma de calor de una abeja en la Luna, como el James Webb.                                                            Esa sensibilidad se debe en parte a la tecnología óptica infrarroja de Webb, que debe permanecer a una temperatura de otro mundo de menos de 7 kelvin, o aproximadamente 500° Fahrenheit negativo. Mantener condiciones tan gélidas, incluso, en el vacío del espacio profundo, requiere una enorme visera solar similar a un origami que proteja al telescopio de los cálidos rayos del sol”, explicó.

Meléndez agregó que prácticamente cada imagen que el James Webb toma es un campo profundo.

“Es decir, una imagen que se asoma a la negrura del espacio”, explicó Meléndez. “Cada imagen, agrega, contiene cientos de galaxias en el fondo” lo que convierte a Webb en algo parecido a una “máquina del tiempo”, capaz de ver la luz que ha viajado miles de millones de años hasta los orígenes del universo”.

Por su parte, la becaria del Instituto Científico del Telescopio Espacial (STScl) en Baltimore, Mayland, dijo que el telescopio Webb puede recopilar la luz ultravioleta del ambiente turbulento de las estrellas que emiten ondas ultravioletas que el ojo humano no alcanza a ver.

“Los planetas que se están formando lejos de las estrellas y que quieren ver cómo eso sucede.

“Hay científicos en el país trabajando en tecnología”, añadió. “Podemos obtener los discos planetarios y las sondas de luz, y poder ver y tener combinado un telescopio que combina infrarrojo e infravioleta para ver las estrellas jóvenes.

Para ver las imágenes que ha sido tomadas por el James Webb: https://www.nasa.gov/webbfirstimages

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