Trabajan a marchas forzadas para remover escombros y químicos de las áreas devastadas por incendios ante pronóstico de lluvias

Por: Staff KioskoNews

El gobernador de California ordenó que se utilizara todo el equipo pesado del gobierno para acelerar el proceso

El estado de California también trabaja en estrecha colaboración con sus socios para evitar que los escurrimientos tóxicos entren en los cursos de agua mediante la instalación de barreras de filtración físicas.

Los Ángeles.- Ante el pronóstico de lluvias, el gobernador de California Gavin Newsom movilizó toda la fuerza del gobierno estatal para proteger las áreas quemadas recientemente y prepararse para los deslizamientos de tierra.

A través de una coordinación proactiva entre varios departamentos y agencias, equipos altamente capacitados y equipos especializados se están preposicionando para ayudar a proteger a las comunidades y los recursos naturales afectados por las recientes tormentas de fuego en Los Ángeles de posibles flujos de escombros.

“Incluso antes de que viéramos la lluvia en el horizonte en Los Ángeles, ordené a mis departamentos y agencias que actuaran rápidamente para proteger los vecindarios de flujos de escombros potencialmente peligrosos. Al colocar recursos y personal en lugares clave, podemos ayudar a marcar una diferencia a medida que pasamos de la respuesta a incendios a la preparación para tormentas”, dijo Newsom.

Preparativos para evitar daños mayores ante las próximas lluvias que se avecinan en el área del Condado de Los Ángeles.

Las lluvias pronosticadas son un recordatorio de lo rápido que pueden cambiar las condiciones.

En enero de 2018, 23 personas murieron a causa de los devastadores deslizamientos de tierra en Montecito que se produjeron en la zona quemada por el incendio Thomas. Rocas del tamaño de casas, arrastradas por la fuerza del lodo que se precipitaba a 15 pies de profundidad, habían devastado las casas, reduciendo muchas de ellas a astillas de dos por cuatro, o las habían arrasado por completo.

Las zonas quemadas son especialmente vulnerables a las fuertes lluvias. Sin vegetación que afiance el suelo, las fuertes lluvias pueden provocar flujos de escombros repentinos y de rápido movimiento, que pueden destruir viviendas, bloquear carreteras y plantear graves riesgos para la vida y la propiedad.

El estado también trabaja en estrecha colaboración con sus socios para evitar que los escurrimientos tóxicos entren en los cursos de agua mediante la instalación de barreras de filtración físicas.

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