Dos semanas sin chiles en EU ¿Sería la solución?

Por: Nora Estrada

Por: Alicia Alarcón

Las imágenes de jóvenes de mirada triste, enjaulados; la de madres que sollozan ante la ausencia de sus hijos que les fueron arrebatados a su llegada a la frontera. Los rostros transparentes e inertes de niños que regresan en ataúdes blancos a sus pueblos de origen no han conmovido lo suficiente a una población que disfruta a diario, de la libertad, de la prosperidad  y las comodidades que ofrece el Primer Mundo.

Para una gran parte de esta sociedad, estos problemas son lejanos. ¿Y a mí qué?

Su apatía es tal, que piensan que nada los puede tocar y que tienen un Presidente que vigila por  sus intereses.

Todo esto está puede cambiar  en cualquier momento. Les espera una amarga sorpresa.

El golpe les puede llegar directamente al estómago.  Se trata de convencer al Presidente de México Andrés Manuel López Obrador de que se atreva a dar a su homólogo del Norte una probadita de su propio chocolate. Es decir, provocar una revuelta nacional a través del desabasto de chiles.

Todos los chiles: verdes, morrones, secos, (guajillo, pasilla y demás variedades), habanero, campana, pico de gallo, güeritos.

Imaginen la cara de espanto y horror de hombres y mujeres que viven en Estados Unidos, para quienes el chile es parte de su dieta diaria. Que al llegar al mercado se les informe que  no hay chiles, y que no habrá chiles por dos semanas. (Con dos semanas es suficiente.)

Imaginemos este caso hipotético (imaginario.) López Obrador deja por un lado su política de amor y paz. Se pone de acuerdo con los chileros de la República, que en un acto de solidaridad y aguantando la pérdida temporal de ingresos, deciden no enviar las toneladas diarias de chiles que acostumbran a Estados Unidos y en lugar de eso, las envían a precio reducido, por los costos de flete, a China, Egipto, Turquía, Tailandia e Indonesia. Países consumidores de este producto. Acción que sin duda abriría nuevos mercados a este fruto milenario y disminuiría su dependencia del mercado estadounidense.  

Ante el desabasto de chiles las preguntas de: ¿Qué pasó con los chiles?  ¿Dónde están los chiles? ¿Quién se llevó los chiles? Y la más importante: ¿Por qué no hay chiles?  Serán las que motiven a la población a una movilización sin precedentes y exigirán una inmediata resolución al conflicto que los ha privado de un ingrediente que consideran indispensable en su alimentación diaria.

Esta idea para muchos puede sonar descabellada, pero a grandes males, grandes remedios. El Presidente de Estados Unidos ya encontró la fórmula ganadora y no la va a dejar. ¨Pégale a los mexicanos¨.  Y el único Presidente de México que se ha atrevido a decir no al vasallaje acostumbrado es el que gobierna hoy México.

Andrés Manuel López Obrador,  confía en la solidaridad de los casi 25 millones de mexicanos que residen en este país, y de otros tantos millones de estadounidenses para responder a las agresiones del Poderoso del Norte.  De manera lamentable, hasta ahora, la respuesta ha sido muy tibia, casi inexistente. Eso no lo sabe el Presidente. Ni se lo quieren decir.

El Presidente de México debe enviar un mensaje contundente al Mandatario de Estados Unidos, sin que se le pase la mano porque este Presidente tiene el sartén por el mango. México importa de EU el 95% de gasolina, el  maíz, el trigo y la carne. (Un desabasto de maíz y carne y acaba con las taquerías.) Patrimonio nacional.

Dadas las mentiras y el carácter volátil y caprichoso que el Presidente de este país ha demostrado, México seguirá sufriendo sus embates, primero fue el Muro que no le resultó, le siguieron los aranceles progresivos a todos los productos hechos en México del 5% y hasta el  25%. ¿Qué sigue ahora?

Es urgente que más mexicanos se hagan ciudadanos estadounidenses.  Su apatía y desinterés permitió que llegara al poder un individuo que los ha deshumanizado y atacado por considerarlos un grupo apático, desorganizado, sin ningún tipo de liderazgo o representación política. Y así lo ha manifestado en más de una ocasión. Ahora a los adjetivos de ¨criminales y violadores¨ les ha endilgado el de ¨cómplices¨ y ¨culpables¨ responsables  con junto con su Presidente, de la ¨invasión¨ de centroamericanos que llegan a diario a sus puertas en busca de asilo.

Los mexicanos,  si se lo proponen,  pueden convertirse en la primera fuerza electoral entre las minorías, en estados importantes. Con su voto,  pueden definir las elecciones locales y nacionales. Asimismo, su participación es clave para cambiar al que ahora ocupa la Casa Blanca. En el caso hipotético de darse el desabasto de chiles, no cabe la menor duda, que serían ellos los primeros en actuar y protestar ante semejante afrenta.


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