Opinan que el Covid-19 y el cambio climático exacerban la injusticia racial

Por: Nora Estrada

Por: Nora Estrada

Los Ángeles.- Las comunidades de color ya afectadas por la falta de infraestructura, salud y educación, ahora son las más perjudicadas por la pandemia y el cambio climático que azota al mundo con fenómenos naturales como huracanes, incendios, sequías e inundaciones, que de acuerdo a expertos, no existe reversa.

En Estados Unidos, una de las zonas más afectadas es el sur, que hace unas semanas sufrió más de una vez por los huracanes y donde FEMA no presta la misma atención que en áreas millonarias.

Mientras eso sucede, en la Costa Oeste, en California, Oregon y Washington se registran los incendios más feroces de la historia.

El doctor Robert Bullard, profesor de planificación urbana y política ambiental de la Texas Southern University y mejor conocido como El Padre de la justicia ambiental, no dudo en señalar que los afroamericanos y latinos son los más afectados por la creciente amenaza del cambio climático. 

“Esa injusticia racial se exacerba con el Covid-19, que como un misil, va directo a las poblaciones más vulnerables y sensibles, donde viven los afroamericanos y latinos, que son mucho más afectados por la pandemia que las personas blancas”, expresó el también autor de libros sobre el clima.

Dijo que desde los años 20’s y 30’s inició la discriminación para los compradores de casas, los más pudientes adquirían en zonas climáticamente más beneficiosas, y a los más pobres no les queda de otra que adquirir viviendas en zonas más vulnerables, y con temperaturas de hasta 15 y 20 grados más altas.

“Hay un tema racial cuando se habla del clima y Covid, cuando hablan del Red Line, o sea, es determinar ciertas áreas donde la gente puede o no comprar casas. Y es por eso que el huracán Katrina afectó más a la gente de color en New Orleans”, añadió. 

Bullard denunció que el gobierno siempre ha sido lento al responder a las comunidades de color y a los pobres.

“Ellos aprendieron de mala manera que esperar ayuda del gobierno puede terminar muy mal”, manifestó. “Y el problema climático va a a exacerbar esta situación. Y si vemos los estudios sobre Covid – 19, los niveles altos de polución, las partículas en el aire, todo eso incrementan a 15 por ciento la posibilidad de morir en áreas vulnerables”.

El sociólogo dijo que de acuerdo al un estudio de la Agencia de Protección Ambiental, en 46 estados de Estados Unidos las comunidades de color respiran hasta un 38 por ciento  más de aire contaminado que los blancos.

“Hay que advertir a esas comunidad que vivir en esas zonas es a su propio riesgo porque la polución del aire causa mas de 200 mil muertes tempranas cada año. Los afroamericanos adultos son tres veces más probable de que mueran de asma, y los niños tienen 10 veces más de probabilidad de morir de asma en comparación que los niños blancos.

Inundacion por huracán en EU iStock Aerial POV view Depiction of flooding. devastation wrought after massive natural disasters

“Y cuando hablamos del clima y la vulnerabilidad, las comunidades de color siempre quedan rezagadas, por ejemplo, el huracán Katrina fue algo obvio en cuanto a racismo climático e injusticia”, señaló. “Si hablamos del cambio climático vemos que la gente pobre y de color en la parte sur de Estados Unidos es a quienes les va peor”.

Bullard advirtió que Estados Unidos perderá cerca del seis por ciento de su producto interno bruto por el cambio climático.

“Pero en los estados del sur, donde ese impacto es mayor, la pérdida del PIB será del 20 por ciento”, dijo. “Siempre sucede así porque es la parte más pobre del país. El cambio climático va a exacerbar, va a incrementar la brecha”.

Enfatizó que los os planes de acción climática también deben tener en cuenta la equidad, la justicia racial y la económica.

“La equidad es un pre requisito para lograr la resiliencia climática”, dijo.

FEMA RACISTA

Bullard también denunció que la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en ingles) que entra en vigor cuando el Presidente de Estados Unidos declara un lugar como zona de desastre, actúa de manera racista algunas veces, prestando ayuda más rápidamente en zonas más pudientes en caso de emergencia, y retrasando el servicio en zonas más vulnerables.

La agencia FEMA, instituida en 1978 bajo la presidencia de Jimmy Carter con el cometido de coordinar una respuesta ante un desastre que sobrepasa los recursos de las autoridades locales y estatales, fue acusada de actuar de forma incorrecta durante el Huracán Katrina en el 2005 y que causó la muerte de unas dos mil personas y daños materiales de 108 mil millones de dólares.

El autor de libros ejemplificó lo que provoco ese huracán en Nueva Orleans, una ciudad que tiene muchas áreas por debajo del nivel del mar y que muchos de sus diques sucumbieron, provocando inundaciones de mas de ocho metros de altura.

“La respuesta depende de la población, nuevamente, los que terminan siendo dejados a su suerte son las comunidades de color, hemos visto esto por décadas. La respuesta para la gente pobre no fue adecuada o simplemente no hubo respuesta (de parte de FEMA). Cuando hay inundaciones, huracanes, lo que pasa en Texas, el Covid-19 lo ha hecho peor y las políticas de FEMA sin querer han creado un nivel adicional de espera. Esa es una realidad en comunidades pobres de afroamericanos y latinos, generalmente.

“Nuestro gobierno federal, FEMA, va a dar prioridad a residencias de un millón de dólares en riesgo porque tienen cierto tipo de protección, generalmente en el Oeste del país, sobre las 10 casas en la costa Este”, opinó.

También dijo que son las mismas areas del sur del país donde se vivió la exclavitud y la segregación que tienen que pelear por la justicia ambiental.

“Allí no hay infraestructura, servicios de drenaje, espacios verdes, o vivienda asequible. Son las áreas con más polución y más desprotegidas por la ley”, dijo Bullard, quien es conocido como el “padre de la justicia ambiental”. “Debemos defendernos en cuanto a las disparidades ambientales. Se tiene que ver esto desde un punto de vista de justicia racial porque las personas de color siempre terminan en lugares donde no se proporciona  una infraestructura adecuada, como drenaje, re presas y todo ese tipo de cosas”.

De izq. a der. el doctor Anthony LeRoy Westerling, el doctor Rajendra Shende y el doctor Robert Bullard.

EL CAMBIO CLIMATICO NO TIENE REVES E INCLUSO HABRA MAS DESASTRES 

Anthony LeRoy Westerling, profesor de gestión de sistemas complejos, en la Universidad de California con sede en Merced, señaló que dentro de 30 años los incendios forestales severos en California serán algo normal.

Agregó que de acuerdo a una evaluación realizada de las catástrofes naturales en los últimos 15 años en California, es posible predecir esos acontecimientos teniendo en cuenta factores como el crecimiento de la población, la huella de carbono y el manejo de combustibles.

“En 30 años esto va a hacer bastante común, y esto nos preocupa mucho por los impactos económicos, sicológicos, de salud publica”, expreso. “Ese no es el mundo en el que queremos vivir. Definitivamente todo es es por el cambio climático”

Por ejemplo, dijo, en el registro de California nunca se había registrados incendios de grandes magnitudes como actualmente se padecen a todo lo largo del estado. 

“Esto es algo alucinante y es una amenaza para muchas comunidades, no solamente afecta a quienes viven cerca de los incendios, sino por el impacto de la polución”.

LeRoy Westerling enfatizo que el cambio climático no es un fenómeno natural que llega, desaparece y regresa todo a la normalidad.

“No, aquí no hay nada de que vuelva a la normalidad. La experiencia que tenemos este ando con los incendios continuara y se va a incrementar por el resto de nuestras vidas en todo el planeta”, comentó.

Dijo que una medida para enfrentar la situación es reducir las emisiones de carbono a cero y luego a negativas.

“Administrar las tierras de California para reducir su vulnerabilidad a los incendios, y prohibir la construcción de viviendas en tierras salvajes”, comentó. “Tenemos que pensar con mucho mas cuidado en cuanto a nuestras comunidades y cómo desarrollamos el area urbana. Ver cómo lidiamos con otras opciones de viviendas más seguras para evitar riesgos”.

En cuanto a los comentarios que hizo el presidente Donald Trump de responsabilizar a California de los incendios de los últimos años y de mal administrar la vegetación, LeRoy Westerling dejó claro que no se trata de un problema administrativo ni responsabilidad del estado, sino del cambio climático.

“No sé ningún tipo de vegetación que haya hecho lo que el dice. Es irónico que ese mensaje venga del presidente porque él es el encargado del gobierno federal y de los bosques de la parte occidental, especialmente los de California, y es aquí donde esta pasando eso. En realidad es su responsabilidad que eso no sea administrado de manera apropiada

“El estado hace su responsabilidad, que es la mitad, y la otra parte es del Gobierno federal, pero estos terrenos son federales y deberán ser responsabilidad del gobierno federal y no del estado. Los incendios se deben al cambio climático”.

COMPROMISO, PERO NO ACCION

El doctor Rajendra Shende, presidente del centro de política TERRE con sede en Pune, India y uno de los científicos que compartió el Premio Nobel de la Paz con Al Gore en 2007, se lamentó de que los mandatarios de los países no actúan ante la urgencia de reducir los índices de las emisiones de carbono en un 40 por ciento para el 2030.

Dijo que los presidentes acuden a la Asamblea de las Naciones Unidas sólo a comprometerse.

“Para el año 2030 el mundo deberá reducir las emisiones de carbono entre un 40 por ciento, pero mientras se trabaja en ello, los presidentes que asisten a la Asamblea General de las Naciones Unidas sólo llegan para decir que están comprometidos, sin mostrar que ya tienen un plan en marcha.

“Deberíamos reducir nuestras emisiones entre un 40 y un 50 por ciento para llegar al 2060 al 2075 con cero emisiones. Entonces, ¿Qué se debe hacer para una llamada? Hemos visto presidente tras presidente en la Asamblea General de las Naciones Unidas por tres días perdidos que vienen y dicen que: ‘estamos comprometidos’”, señaló. “Ese tiempo se ha ido y tenemos urgencia. Ahora no es el momento de decir que estamos comprometidos. Deberíamos decir que hicimos un plan y lo pusimos en marcha”. 

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