Día de la Madre: una historia de amor, de cuna, eco y una red que transforma la crianza en Luz

Por: Especial
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Los Angeles.- A veces, el camino aparece en el momento más impensado. Para Mónica Aguilar, fundadora de Bona Nit Petit, ese momento fue en medio de una noche agotadora, sola, con su hijo más pequeño en brazos —Keanu—, sin dormir, sin red, sin respuestas. En ese desconcierto profundo, nació una certeza que marcaría el rumbo de su vida: ninguna madre debería atravesar esto sola.

Nacida en México, Aguilar llegó hace 12 años a Estados Unidos, donde también se convirtió en madre por tercera vez. A diferencia de sus experiencias anteriores, en las que contaba con una red cercana —su familia, sus ex suegros, niñeras—, esta vez le tocó transitar la maternidad completamente sola.

Esa vivencia, tan exigente como reveladora, le dio una comprensión aún más profunda de lo que implica criar sin sostén. Y fue ese momento, tan personal como universal, el que sembró la semilla de Bona Nit Petit: una compañía pensada para acompañar a madres y padres desde un enfoque técnico, amoroso y profundamente humano.

Su trabajo combina ciencia, experiencia y una escucha activa que va más allá de las palabras, porque sabe que hay lenguajes que no necesitan traducción: la compasión, la empatía, la presencia y el profesionalismo.

Durante años, su labor se centró en acompañar a madres de distintas partes del mundo, en su mayoría en inglés. Hoy, ese recorrido se expande con un nuevo compromiso: el de volver la mirada hacia su propia comunidad, hacia aquellas mujeres que crían en soledad, con menos recursos —económicos, afectivos, informativos— y que muchas veces no se sienten vistas ni apoyadas.

Aguilar propone una crianza libre pero responsable. Libre de mandatos, de moldes rígidos, de culpas heredadas. Responsable porque ofrece herramientas, estrategias y contención profesional adaptadas a cada familia. Ella sabe que no hay fórmulas universales, pero sí hay necesidades urgentes: dormir, comprender, sostener y sanar.

En este Día de las Madres, su historia es también la de tantas mujeres que transforman el cansancio en propósito, y la falta de red en refugio para otras. Porque a veces, lo que empieza en una noche de soledad, termina siendo luz para muchas.

Acerca de Monica Aguilar

Aguilar es la creadora de Bona Nit Petit, una plataforma de acompañamiento integral para madres y padres, con foco en el sueño infantil, la lactancia, el porteo, la alimentación complementaria y la crianza respetuosa. Pero su historia no empieza en un aula ni en una consulta, sino en la soledad de una noche interminable, con su hijo menor en brazos, lejos de su país, sin tribu, sin manual y sin dormir.

Inmigrante y madre de tres hijos, Mónica vivió en carne propia los desafíos de la maternidad en un contexto desconocido. En ese caos, descubrió lo que muchas mujeres sienten pero pocas se animan a decir: que criar también puede doler, que el instinto necesita apoyo, y que maternar sin red es demasiado para una sola persona.

De esa vivencia —profunda, intensa, transformadora— nació su vocación: brindar a otras madres lo que a ella le faltó. Acompañarlas con información actualizada y con una mirada empática y realista. Porque no se trata de hacerlo todo “perfecto”, sino de entender que cada familia es única y que hay muchas formas de criar bien.

Formada profesionalmente en múltiples disciplinas vinculadas a la primera infancia, Mónica ofrece asesorías individuales, charlas, talleres y grupos de acompañamiento. Su abordaje combina conocimientos técnicos con una comprensión profunda de las emociones que atraviesan la maternidad: el miedo, la culpa, el agotamiento, pero también la ternura, la fuerza y la enorme capacidad de transformación que implica traer un hijo al mundo.

Su enfoque se aleja de los modelos rígidos y propone una crianza con información, respeto y libertad. Con Bona Nit Petit, Mónica creó no solo una marca, sino una comunidad. Un espacio donde las madres pueden contar lo que realmente les pasa, donde las preguntas no incomodan y donde se prioriza siempre el bienestar de toda la familia.

Hoy, desde su nueva tierra, Aguilar acompaña a mujeres de distintas culturas y contextos, demostrando que la maternidad puede ser vivida con menos exigencia y más tribu, aun en la distancia. Su historia es la de muchas mujeres que transforman su dolor en propósito y su mensaje es claro: no estás sola, y siempre se puede criar con amor y sin culpa.

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