Millones de trabajadores de la industria restaurantera se niegan a laborar por lo que consideran salarios de miseria, otros piensan en seguirles los pasos, y solo un ocho por ciento piensan quedarse
Lo que parece ser el resultado de un cambio real de las bases, millones de trabajadores de la industria restaurantera se han negado a trabajar argumentando recibir salarios de pobreza y acoso sexual, de acuerdo a Saru Jayaraman, presidenta de la organización nacional One Fair Wage.
Jayaraman fue una de las líderes comunitarias reconocidas en los pasados Premios al Liderazgo 2023 presentados por la Fundación James Irvine, que busca que todos los trabajadores con bajos ingresos tengan la posibilidad de progresar económicamente.
Junto a Jayaraman, la fundación James Irvine reconoció también a Dorsey Nunn, Director Ejecutivo, Servicios Legales para Prisioneros con Niños/Todos Nosotros o Ninguno y Chris Contreras, director del programa Brilliant Corners, entre otros.
Durante el evento de premiación se resaltó la labor de las personas que han dado soluciones a problemas críticos como la falta de vivienda, educación, inseguridad alimentaria, cambio climático y justicia económica en California.
Durante la conferencia virtual organizada por Ethnic Media Services “Can Real Change Happen at the Grassroots?” Se habló de cómo tres líderes comunitarios están ganando la batalla por salarios justos, la falta de vivienda y ampliando los derechos de los presos.
Jayaraman agregó que la industria restaurantera ha sido uno de los más grandes empleadores y con mayor crecimiento del sector privado de California y Estados Unidos, pero también ha sido una de las que menos ha pagado durante generaciones.
“Las comunidades inmigrantes han sido las más afectadas por esta situación, pues la mayoría son trabajadores de la industria restaurantera en lugares como Nueva York, Los Ángeles y Chicago”, expresó.
Inició un movimiento nacional de trabajadores de restaurantes, empleadores y consumidores después del fatídico derrumbe de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001, Jayaraman comenzó a organizar a los trabajadores que perdieron sus trabajos y a las familias de las víctimas de Windows on the World, el restaurante en la parte superior de la Torre del World Trade Center.
“Esa mañana murieron 73 trabajadores y 250 trabajadores perdieron sus trabajos”, dijo.
Ahora, la organización que encabeza tiene una base de 300 mil trabajadores de restaurantes a nivel nacional y la Asociación Raised cinco mil 500 propietarios, la mayoría pequeños negocios.
Explicó que los propietarios quieren mantener los pagos lo mas bajo argumentando el extra de las propinas.
“En todos los estados pasa, quieren asegurarse que los trabajadores que reciben propinas tengan los salarios mas bajos”.
Dijo que también trabajan en otras campañas, como abolir las estafas por medio de la empresa ServSafe en el cobro a trabajadores por entrenamientos.
“Y luego (los propietarios) usan ese dinero (80 millones anuales) para cabildear contra esos mismos trabajadores y los aumentos salariales, sin que esos trabajadores lo sepan”.
Este año, la legislatura de California tiene un proyecto de ley para cambiar que los empleados paguen por su formación y que sean los empresarios los que lo hagan.
La abogada dijo que efectivamente en todo el país los salarios han sido suprimidos durante mucho tiempo debido al poder de la Asociación Nacional de Restaurantes.
“Pero al mismo tiempo hemos visto que los mismos trabajadores dicen: ‘Ya no vamos hacer mas esto’. Lo que pasa es que con la pandemia vimos que las propinas bajaron porque las ventas bajaron”, resaltó.
En aumento el acoso sexual
La abogadainformo queel acoso sexual, que ya era un problema, también aumento en la industria restaurantera.
“A miles de mujeres les decían: ‘Quítate la mascarilla para ver que linda eres antes de darte tu propina», contó. Y como resultado de este acoso, 1.2 millones de trabajadores se han ido de la industria y muchos de los que se quedaron dicen que están pensando en irse. Solamente el ocho por ciento piensan quedarse”.
Resultados positivos
Como resultado, Jayaraman dijo que están vigilando una base de datos a miles de restaurantes que voluntariamente han aumentado sus sueldos a hasta a 35 dólares la hora en New York porque no pueden conseguir que los trabajadores regresen por menos.”
“Y como resultado de estas revueltas a través de todo el país hemos visto aumentos. Desde el año pasado empezamos una campaña para mover la legislación en casi todo el país, para el 2026”, comentó.
En California tienen dos propuestas de ley: Aumentar el salario a $23.50 en el condado mas bajo y el salario a las personas en las cárceles, y terminarcon las estafas de cobrar los entrenamientos
“Asi que acabamos de ganar en Washington D.C ganamos una medida electoral para aumentar los salarios para los trabajadores de restaurantes y actualmente estamos moviendo la legislación en Nueva York, Connecticut, Maryland, Illinois, Colorado, Massachusetts, Rhode Island, Hawaii, Puerto Rico, Pennsylvania, Ohio, Arizona, Michigan e Idaho.
En Chicago, el nuevo alcalde Brando Johnson se ha manifestado públicamente a favor de un salario justo y en Pensilvania el gobernador John Shapiro anunció una legislación para elevar el salario mínimo a 15”,dijo. “Así que hay muchos momentos a través del país porque los trabajadores se están rehusando a trabajar por bajos salarios”.
Jayaraman agregó que hay un gran impulso en el tema en todo el país que está dando lugar a cambios políticos en varios estados del país, incluido California y estados rojos (Republicanos) como Arizona, Idaho, Michigan y Ohio, que tienen el tema del salario en las boletas electorales del próximo año.
“En general, los números de trabajos no han disminuido, son los números de trabajadores dispuestos a trabajar en esto que han disminuido”, explicó. “La industria está segura, lo que no está seguro es si habrá trabajadores dispuestos a trabajar en la industria”.
Incluso, agregó, que la industria está viendo la peor crisis de trabajadores de la historia.
La lucha por satisfacer la demanda de vivienda
Chris Contreras, director del programa Brilliant Corners, una organización que proporciona alojamiento de apoyo para las personas que lo necesitan, dijo que California tiene casi un tercio (170 mil) de las personas sin vivienda de todo el pais, la mayoría en el Condado de Los Angeles.
La crisis de vivienda de Los Ángeles afecta de manera desproporcionada a las comunidades de color.
“También hemos visto un aumento del 26 por ciento en la falta de vivienda latina, lo que significa que los latinos ahora representan el 44 por ciento de las personas sin hogar del Condado de Los Ángeles”, dijo.
Contreras explicó que la solución a la falta de vivienda crónica radica en coordinar los recursos entre propietarios, constructores, el sistema de justicia penal y los sistemas de salud.
“Así como los subsidios de alquiler, ya sea de fondos federales o locales”, agregó Contreras. “Con ese apoyo, su programa recurre a profesionales dedicados que construyen relaciones con propietarios y desarrolladores para asegurar unidades nuevas y existentes, así como servicios de vivienda dedicados y servicios de administración de casos para apoyar la transición de un individuo a la estabilidad a largo plazo en su nuevo hogar”.
Contreras dijo que el programa Brilliant Corners opera en el Fondo de Subsidios de Vivienda Flexible de Los Ángeles (Flex).
“Flex es un modelo de vivienda de apoyo reconocido a nivel nacional que ayuda a miles de personas a salir de la falta de vivienda cada año”, comentó. “El programa se lanzó en 2014 como una asociación público-privada con subsidios de alquiler y servicios de gestión de casos”.
Dorsey Nunn, director ejecutivo de Legal Services for Prisoners with Children y cofundó una organización paralela sin fines de lucro, All of Us or None, dijo que están construyendo un fuerte movimiento político para lograr la restauración total de nuestros derechos humanos y civiles.
“Las conversaciones honestas sobre la discriminación deben tratar sobre por qué no se detiene una vez que alguien sale de prisión.
“¿Cuándo termina mi penalización?”, preguntó. «La gente solo puede vernos como basura; pero tienen que vernos como seres activos. ¿En qué momento podemos demostrar realmente que no se puede encerrar a dos millones de personas sin encerrar la brillantez, sin tirar a mucha gente?”, preguntó Nunn, quien estuvo en la cárcel para convertirse en un reformador de la justicia penal.
Añadió que la transformación en la percepción tiene que ocurrir entre las personas que están encarceladas.
“Soy padre, abuelo y bisabuelo. Hasta este momento ninguno de mis hijos ha estado en la cárcel. Interrumpí ese proceso porque estaba en casa para cuidarlos”, dijo.
También dijo de las luchas que han enfrentado los encarcelados desde el momento en que se pusieron en huelga para poner fin a que la gente fuera encerrada en confinamiento solitario a largo plazo.
“También sentimos la discriminación estructural en relación con el empleo”, dijo al explicar que no estaban siendo contratados porque tenían condenas por delitos grave o por no estar calificados.
Nunn mencionó el trabajo que han hecho para que se les otorgara el derecho al voto a más de un millón de personas en Florida y que siguen trabajando por ampliar sus derechos en todo el país.
“Estamos luchando no solo para votar sino para participar en todo el sistema en puestos gubernamentales”, comentó.