
Los Ángeles — Cientos de miembros del Sindicato de Trabajadores de Unidos de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW) que trabajan en tiendas El Super del Sur de California organizaron un viacrucis el pasado Viernes Santo para exigir contratos justos y tirendas seguras.
Los inconformes se unieron a la comunidad católica de Los Ángeles, miembros de Clérigos y Laicos Unidos por la Justicia Económica (CLUE) y la Comunidad del Inmaculado Corazón para conmmemorar la Pasión de Cristo y para manifestar cómo esto resuena actualmente con las luchas de los trabajadores por un salario justo y más personal en las tiendas El Super del sur de California.
La procesión se llevó a cabo enfrente de una tienda El Super en el Sur de Los Ángeles.
La representación del viacrucis sucedió dos días después del vencimiento del contrato que cubre a aproximadamente 600 trabajadores de El Super en el sur de California (16 de abril) y pocos días antes del inicio de las negociaciones con Chedraui USA (28 y 29 de abril).
La procesión se llevó a cabo antes del atareado fin de semana de Pascua para los trabajadores de El Super y en una época en la que las grandes cadenas de supermercados han obtenido ganancias récord, mientras que sus trabajadores luchan por acceder a una vivienda y alimentar a sus familias.
Esta acción simbólica, en la tradición cristiana, representó momentos clave del camino de Jesús hacia la cruz. Los participantes relacionaron los últimos momentos de Jesús con las dificultades que enfrentan los trabajadores esenciales de supermercados actualmente.
La procesión mostró los desafíos que enfrentan los trabajadores de El Super en medio de un movimiento más amplio de trabajadores de supermercados por más personal en las tiendas, sueldos que compensen el aumento del costo de la vida, acceso a la atención médica, planes de pensión que permitan a los trabajadores jubilarse con dignidad y la promoción de un estándar más alto para todos los trabajadores de El Super, considerados prescindibles y reemplazables.
La directora ejecutiva de CLUE, Jennifer Gutiérrez dijo: “Así como Jesús fue visto como una amenaza para los poderosos en su época, los trabajadores de El Super tienen más poder del que creen. Son trabajadores esenciales que merecen nuestro respeto, además de un sueldo y beneficios justo”.
“El Super les está fallando a los trabajadores y clientes al priorizar las ganancias sobre las personas. Cuando una anciana se desmaya en la fila por esperar demasiado, o cuando los cajeros se ven obligados a cerrar la tienda solos a las 11 de la noche., es evidente: la avaricia de esta empresa pone en peligro nuestra seguridad y dignidad.
«Exigimos suficiente personal para proteger a los trabajadores y clientes, horarios justos y respeto, porque somos nosotros quienes hacemos que este negocio sea exitoso”, dijo Araceli Pinedo, cajera de El Super en Vermont y Slauson, en Los Ángeles.
Xiomara Romero, quien trabaja en la misma tienda El Super en Los Ángeles, dijo que están obligados a trabajar con equipos que no funcionan bien y que causan lesiones.
«Nos paramos sobre sobre tapetes desgastados hasta que se nos hinchan las piernas y enfrentamos riesgos de seguridad a diario, todo mientras la empresa ignora estos peligros. Ya basta. Exigimos equipos seguros, más personal y respeto. El éxito de El Super depende de nosotros; es hora de que actúen en consecuencia”, expresó.
Daniel Marín, empleado de una carnicería de El Super en Los Ángeles, dijo que después de 16 años en El Super, ha visto cómo la falta de personal perjudica tanto a los trabajadores como a los clientes.
“Estamos dispuestos a negociar de buena fe y esperamos lo mismo de El Super. Basta de retrasos. Necesitamos salarios justos, horarios estables, una dotación de personal segura y respeto ya”. Cuando los trabajadores ganan, la empresa y nuestros clientes también ganan”, comentó.
Mientras cientos de trabajadores de El Super lanzan la campaña “La Súper Lucha en El Super” por contratos justos y transformadores para ellos, sus familias y sus comunidades, el vibrante movimiento interreligioso por la justicia laboral se unió a ellos en solidaridad y resiliencia.