Los Ángeles.- En un momento de “ahora o nunca» para la democracia estadounidense, cada vez mas activistas buscan bloquear el Proyecto de Ley Estatal de Texas (SB7), que hará más difícil la votación para todos.
Durante la teleconferencia organizada por Media Ethnic Services, “¿Derechos de los votantes o represión de los votantes: ¿qué camino seguir?” defensores del derecho al voto de Texas, Arizona y Nueva York brindaron una actualización sobre lo que sucede en medio de un aumento de nuevas leyes para dificultar la votación y la Ley For The People.
En esa conferencia virtual participaron Alex Gulotta, director nacional interino de la campaña «Todo el voto es local» en Arizona; Elizabeth Hira, miembro de Spitzer y asesora política; y Mimi Marziani, presidenta del Proyecto de Derechos Civiles de Texas.
La SB7 busca reducir drásticamente las horas de votación anticipada, la votación de los domingos por la mañana que es particularmente popular entre los feligreses de las iglesias afroamericanas y los esfuerzos de las ONG para obtener el voto.
También intenta prohibir que los funcionarios electorales locales distribuyan solicitudes de voto por correo y facilitar que los políticos que alegan fraude anulen una elección con pruebas muy limitadas.
“SB7 hará que sea más difícil para todos votar en Texas, pero particularmente para las personas de color, las personas con discapacidades y las personas que usan el inglés como segundo idioma.
“Pero hay una creciente oposición a este proyecto de ley por parte de personas de diferentes orígenes étnicos, líderes empresariales como el director ejecutivo de American Airlines, líderes religiosos que hablan con sus congregaciones, economistas e incluso republicanos que dicen que esto simplemente no tiene sentido“, dijo Marziani.
La activista opino que la demografía de Texas cambió.
‘Buscan silenciar la voz de votantes’
Gulotta dijo que la lucha por el voto no se trata de una división entre demócratas y republicanos.
“No es una división entre partidos, sino una división entre valores” señaló.
El activista comentó que se trata de una lucha entre personas que creen en la democracia sobre el autoritarismo.
“Entre personas que creen en los hechos, los datos y la ciencia sobre las mentiras y las teorías de la conspiración, entre las personas que creen en la justicia y la equidad sobre el poder político puro y la codicia”, manifestó.
Gulotta también comentó que no hay que minimizar la gran participación histórica en los comicios del 2020 a pesar de la peor crisis de salud a nivel mundial.
Dijo que en Arizona la participación de estadounidenses de origen asiático aumentó en un 17 por ciento, de afroamericanos en un 11 por ciento, de nativos americanos en un ocho por ciento y de latinos en un cinco por ciento.
“La verdad y la justicia ganaron, hay que celebrar eso”, expresó. “Esperamos que las elecciones del 2022 sean mas exitosas”.
Organizaciones como Heritage Action, que se define a sí misma como «un ejército de base de activistas conservadores comprometidos en la primera línea contra la agenda liberal» hacen pensar a Gullota que se trata de una lucha nacional financiada con dinero sucio.
“Todo diseñado para silenciar la voz de los votantes”, resaltó.
Los proyectos de ley federales, la Ley del Pueblo (S1) y la Ley de Promoción de los Derechos Electorales John L. Lewis, con un fuerte apoyo bipartidista, tienen como objetivo contrarrestar las iniciativas de supresión de votantes como la SB7.
Hira explicó que la Ley del Pueblo(S1) se votará en breve en el Senado.
“Incluye el registro automático de votantes, el registro de votantes en línea que aún no está operativo en diez estados de todo el país y dos semanas de votación anticipada”, dijo.
Explicó que eso favorecería a las madres y trabajadores que no tienen la flexibilidad de alinearse exclusivamente a un martes, día de la elección.
“Otras disposiciones incluyen aumentar las penas por intimidación en las urnas y restaurar el derecho al voto de los estadounidenses que han estado en la cárcel”.
Dijo que con eso se beneficiarían cuatro millones de personas, 1.7 de las cuales son negras y latinas.
Dijo que las personas transgénero tambien se beneficiarían porque actualmente n cuentan con requisitos de identificación.
“No tienen una identificación que coincida con su identidad de genero”, comentó Hira.