Expertos aseguran que los republicanos quieren sacar provecho y los demócratas le temen al tema
En pleno año electoral, la crisis de la frontera entre Estados Unidos y México enfrenta nuevos repuntes y un cambio en los flujos fronterizos de personas buscando una vida mejor, y en lugar de abordarla con soluciones integrales y de largo plazo, hay otra serie de propuestas destinadas a «endurecer» las políticas y «cerrar» las fronteras.
El Partido Republicano adopta una actitud aún más extrema de la postura antiinmigrante de lo habitual, como su abanderado presidencial Donald Trump que insiste en que los inmigrantes «envenenan la sangre» del país.
Por su lado, los demócratas están preocupados sobre el impacto electoral del tema.
Para discutir las propuestas actuales, las consecuencias políticas de otro ciclo antiinmigrante, la respuesta local a la llegada de un gran número de inmigrantes solicitantes de asilo, y algunos de los problemas a largo plazo con el muy politizado
sistema de inmigración, EMS organizó una conferencia virtual con expertos en el tema.
Angela Kelley, asesora principal de políticas y asociaciones de la American Immigration Lawyers Association (AILA), dijo que es muy desafortunado que las políticas sobre el sistema de asilo sucedan en el contexto de los recursos necesarios para Ucrania, Israel y Taiwán.
“Y no tiene nada que ver con la política de inmigración, pero es una prioridad de esta administración, y de algunos en el Capitolio, conseguir dinero para apoyar particularmente a Ucrania”, manifestó.
Agregó que las conversaciones en el Senado se han transformado en una discusión de políticas en torno a un par de cuestiones clave relacionadas con la frontera.
Kelley añadió que uno de los temas que se han discutido, ha sido la autoridad para la libertad condicional humanitaria (parole authority) que Biden ha usado para traer grupos de personas al país por razones humanitarias, y que ha usado para afganistanos, ucranianos, cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
“Les permite obtener autorización para trabajar a renovar cada dos años, no son una prioridad para ser deportados a menos que cometan un crimen. Es muy similar a la gente que tiene DACA”.
Comentó que los republicanos quieren limitar la autoridad del presidente Joe Biden para establecer los programas de libertad condicional.
“Porque permite que la gente venga de manera legal con un permiso, en lugar de ser traídos por un contrabandista”, dijo. “¿Se trata de si habrá dinero para Ucrania en particular? Y eso es importante porque es una prioridad de política exterior para esto”.
Explicó que el hecho de que Ucrania reciba suficientes recursos para hacer retroceder efectivamente las intenciones de Putin.
“Estamos jugando en un campo completamente diferente. Ha habido un marco muy esperado para lo que están hablando en las negociaciones del Senado y parece estar muerto y está estancado y luego, de repente, hay un latido y comienza de nuevo.
“Y ahí es donde estamos ahora, a pesar de una reciente declaración del Presidente de la Cámara, esa es la Cámara de Representantes del Presidente de la Cámara, ese es el lado de la Cámara de Representantes de que esto está muerto”, dijo.
El otro tema, añadió, sería cerrar la frontera para las personas que buscan asilo.
“Hablamos de un número de un número entre cuatro y cinco mil personas por semana.
Comentó que parece haber algunos aspectos positivos de lo que se está negociando, que puede haber números para visas de inmigrantes legales y que puede haber medidas que ofrezcan tiempo para que la gente consiga abogados o abogados para los jóvenes.
Kelley opinó que se trata de una política muy difícil, confusa y compleja y con republicanos que quieren sacar provecho de este tema en año electoral, demócratas que temen el tema políticas inadecuadas y retrasos de hasta ocho años para solicitantes de asilo.
Tormenta perfecta
“En este año electoral, la inmigración es más política que nunca. Es una ‘tormenta perfecta’”, dijo Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice, al explicar que eso lo provoca un sistema obsoleto, el cambio climático y el Covid-19.
“Y cuando a eso le agregas la capa política, por supuesto, estamos en este momento muy tenue” agregó.
La representante de la organización sin fines de lucro con sede en Washington DC que aboga por los derechos de los inmigrantes, explicó que esa política también se intensifica por una migración sin precedentes proveniente de gobiernos y economías desestabilizadas en el extranjero y por 30 años de intentos en gran medida bloqueados por el Partido Republicano para actualizar el sistema de inmigración de Estados Unidos.
“El tipo de política transformadora que la administración Biden implementó el programa de libertad condicional porque creó vías legales y la capacidad para que las personas vengan legalmente”, dijo.
Cardenas comentó que la falta de una reforma migratoria es parte de la razón por la problemática está rebasada.
“El sistema de inmigración no se ha actualizado”, señaló “Y aunque hemos hecho muchos esfuerzos para tratar de actualizarlo, desafortunadamente, y no quiero ser partidista, la realidad es que el Partido Republicano nos ha bloqueado en cada paso del camino.
“Y vemos esto constantemente a lo largo de los años. Entonces, primero, una de las razones por las que estamos en este momento es porque estamos trabajando en ese sistema extremadamente obsoleto.
Lupita Martinez, de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), dijo que no se puede hablar de las cifras detrás de la inmigración como una cuestión de política sin hablar también de la violencia y la pobreza detrás de ella.
“Cuando hablamos de inmigración, hablamos de números, pero en la práctica son más que eso. Recuerdo haber conocido a una madre y dos niños de menos de cinco años, cuyo padre se había ahogado en el río en el camino con ellos. ¿Cómo puedes decir no te vamos a ayudar, cuando sabes que puedes hacerlo?”, comentó.
Cuando te enfrentas a esto, añadió, la cuestión gira en torno a lo que significa integrar a alguien nuevo.
“A cómo puedes ayudarlo a contribuir a tu comunidad”, dijo
Martinez dijo que desde que se levantó el Título 42 de la restricción de asilo en respuesta al COVID en mayo pasado, han llegado a Los Ángeles 39 autobuses desde Texas enviados por el gobernador de ese estado fronterizo Abbot…
“Es un viaje de más de 20 horas desde Texas”, dijo. “Ahora estamos en el autobús 39 y hemos estado colaborando con la ciudad, el condado y organizaciones de ayuda a través de LA Welcomes Collective para recibir a los recién llegados con cuidado”.
Entre los servicios que brindan a los recién llegados están: atención médica, servicios de traducción, necesidades básicas como alimentos, agua y suministros de higiene y orientación sobre la ciudad a quienes se quedan en Los Ángeles.
“También gestión de casos de vivienda y beneficios, inscripción escolar y apoyo de salud mental”, agregó.
Martinez comentó que sólo el tres por ciento de los inmigrantes se quedan en Los Ángeles porque la mayoría de los solicitantes de asilo tienen patrocinadores en San Diego, San Francisco y San José.