Por: Nora Estrada
La falta de inmigrantes y la lentitud del Sistema Migratorio que tiene acumulados millones de procesos migratorios, aunado a la jubilación temprana de estadounidenses, perjudica la economía estadounidense, de acuerdo economistas y expertos en el tema.
Giovanni Peri, profesor de economía y fundador y director del Centro de Migración Global de UC Davis, y Gregory Z. Chen, director sénior de relaciones gubernamentales e integrante de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, dijo que el país necesita inmigrantes, desde empacadores de carne y albañiles, hasta profesionales de STEM y enfermeras, para seguir el ritmo de la economía post pandémica.
Agregó que mientras el sistema de inmigración legal está en una situación desesperada debido a retrasos en solicitudes de tarjetas de residencia, generaciones de personas esperan la legalización, el sistema de asilo está prácticamente paralizado y no hay absolutamente ningún apetito en el Congreso para aliviar el sistema migratorio, incluso para los inmigrantes legales más populares como los soñadores y doctores en STEM.
“Yo diría que una forma fácil de describir lo que ocurre en inmigración, es que desde mediados de 2019 hasta fines del 2021 hay una inmigración neta de cero en Estados Unidos, no hubo ingresos”, sentenció Peri, quien se basa en las cifras del Censo de todos los inmigrantes documentados o no en Estados Unidos.
El también fundador y director del Centro de Migración Global de UC Davis comentó que las cifras del declive de inmigración debido a la pausa del último año y medio conectó con el aumento de los precios de la comida y consecuencias para la economía.
“A fines del 2021 y a principios del 2022 estas cifras empezaron a crecer de nuevo. Pero si pensamos en los inmigrantes que ingresaron desde el 2010 al 2019 y si hubiéramos seguido a ese ritmo, en julio del 2022 hubiéramos tenido un millón 700 mil inmigrantes más si no hubiéramos tenido este freno.
Indicó que hasta fines del 2021 y principios del 2022 aumentó el crecimiento.
“Entonces falta un millón 700 mil, esto es 1.1 por ciento de la fuerza laboral estadounidense”, señaló.
Peri comentó que aunque las cifras surge de su investigación, se alinean a las Censo.
“Antes del 2020 ya se predijo que habría un millón 500 mil menos de inmigrantes”, expresó.
El investigador dijo que del millón 700 mil los inmigrantes que dejaron de llegar a Estados Unidos, 900 mil fueron inmigrantes con educación universitaria que hubieran trabajado en el sector de ingeniería o médica.
“El resto (800 mil) serían inmigrantes educados, pero no universitarios, personas con experiencia en restaurantes, comida, servicio al público, cuidadores de personas mayores.
“Y estos sectores tienen mayor incidencia de escasez de trabajadores”, agregó. “Es una gran cifra”.
Peri añadió que en el 2020-2022 faltaron 400 mil estudiantes universitarios por año.
“Hablamos de estudiantes extranjeros, y esto resultará en cien mil trabajadores menos graduados universitarios de aquí a tres años”, dijo.
Explicó que la falta de permisos de entrada de inmigrantes se conecta con la razón del por qué están subiendo los precios de productos.
“Esta disminución de inmigrantes ocurre en un tiempo es que hay una escasez de trabajadores y el retraso que tiene el sistema de migración es una de las causas”, expresó.
El profesor de economía agregó que otras razones de falta de trabajadores es por que personas de 50 y 55 años se están jubilando a temprana edad y porque otras personas decidieron cambiar de trabajo con la oportunidad de trabajar en casa.
“Entonces, entre la jubilación, el declive de inmigrantes y el cambiar de trabajo de algunos creó un gran aumento de vacantes”, expresó.
Dijo que para julio del 2022 había 10 millones de vacantes de empleos y que antes de que iniciara la pandemia era de seis millones en el mismo periodo.
“Entonces hay cuatro millones más de vacantes laborales y si pensamos, los inmigrantes hubieran satisfecho esas vacantes al menos en un 50 por ciento”, comentó.
Peri dijo que a las compañías les cuesta mucho contratar personal, y que si logran hacerlo tienen que aumentar los sueldos.
“Esto se traduce a una labor más cara y hay menos clientes, por eso aumentan los costos”, señaló.
“Qué se debe hacer para solucionar la escasez de mano de obra?
“Uno, acelerar el sistema de migración. Deberíamos poner más recursos, por lo menos en procesar las visas, tarjetas de residencia, ciudadanía, las green card y todo los procesos atrasados. Pero diría que eso ayudaría un poquito”, opinó el investigador.
Peri dijo que para realmente abordar el tema se deben introducir más políticas migratorias.
“Por ejemplo, una visa motivada por la economía para trabajadores de sectores de construcción, médico o cuidadores de personas mayores”, comentó.
Actualmente sólo hay visas H2B y H2A para ciertos tipo de trabajadores y la HB1 para trabajadores de ciertas habilidades, lo que admitó a cierta cantidad de migrantes.
“Podemos expandir esto, pero si eso requiere acción legislativa, no creo que eso vaya a ocurrir», agregó. “Más que nada debemos hablar sobre las reforma migratoria en este marco para que la economía lo pueda absorber lo necesita”.
¿Qué va a pasar a largo plazo?
Peri dijo que debido al daño que se ha hecho en el sector, será difícil de recuperar.
“Estos dos millones de inmigrantes que no vinieron son doctores, estudiantes universitarios bien educados que se fueron a otros países. Muchas de estas pérdidas no van a desaparecer inmediatamente porque la economía está cambiando o las personas cambiaron de lugar donde trabajo.
El investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica en Cambridge, Massachusetts señala que como se espera una generación masiva de personas que va a jubilarse en los próximos 10 años,la fuerza laboral va a seguir achicándose.
“Ese ya era un problema antes de Covid 19, pero si no vienen los migrantes o vienen menos, entonces eso va a empeorar”, senaló.
Peri dijo que la única manera para solucionar la falta de obra en Estados Unidos es abordar las políticas migratorias.
Tremendos retrasos
Chendijo que a la fecha existe un millón 600 mil casos migratorios en espera de solución, pero que cada uno toma por lo general de cuatro a seis años.
“En los últimos seis o siete años hemos visto tremendos retrasos en los procesos de inmigración en todo el país, tanto en los tribunales como a través de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS)”, informó.
Agregó que cuando el presidente Barack Obama dejó el cargo, había alrededor de 500 mil casos de inmigración atrasados en comparación con un millón 400 de casos durante la administración de Donald Trump.
»Estos retrasos pueden solucionarse a través de una reforma migratoria integral”, expresó.
Dijo que casi el 70 por ciento de los estadounidenses está a favor de una solución migratoria.
“Pero no ha habido apetito en un Congreso polarizado para aliviar las restricciones incluso para los inmigrantes legales”, comentó.
Destacó como la Ley de Reducción de la Inflación del presidente Joe Biden (recientemente promulgada) originalmente incluía disposiciones para legalizar a los inmigrantes no autorizados, una disposición que tuvo que ser abandonada para obtener el apoyo bipartidista.
“La realidad sobre lo que la inmigración representa es un beneficio para el país y la economía, pero lo mantienen en las sombras por la idea de que está relacionada con problemas de seguridad nacional fronteriza”, dijo Chen.
‘Necesitamos enfermeras extranjeras’
Por su parte, Julie Collins, perfusionista y directora del programa del Departamento de Ciencias Cardiopulmonares de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Rush, dijo que hay más de mil 900 mil puestos vacantes para enfermeras que pueden ser ocupados por inmigrantes si el sistema migratorio fuera más amigable.
Collins es hija de inmigrantes, con profesores inmigrantes y estudiantes DACA y experiencia en contratar trabajadores del ramo extranjeros.
Mientras trabajaba en el piso de atención al Covid, contó que fue testigo de cómo las enfermeras cuidaban a las personas con el virus cansadas y estresadas.
“Cuidaban a los enfermos, muchos morían y muchos estaban enojados con las enfermeras porque decían que el Covid no existía y se morían por otra causa”, dijo.
Agregó que mientras Covid declinaba, las enfermeras cambiaron de profesión por cansancio y algunas murieron por Covid.
“Esto nos dejó con pocas enfermeras en nuestra unidades. Las que quedan trabajan muchas horas y cuidando a múltiples pacientes cuando solo deberían cuidar a uno.
“Esto no les permite a veces cuidarlos como deberían e incrementa la posibilidad de cometer errores y les causa estrés emocional”, añadió.
Por lo pronto, dijo que las posiciones se están incrementando y el nivel de cansancio está incrementando.
“Necesitamos enfermeras calificadas”, expresó. “En Estados Unidos tenemos mas de mil 900 posiciones abiertas y debemos llenarlas con inmigrantes que no vienen a quitarle trabajo a las estadounidenses porque no hay suficientes”.
Collins recordó que no sería la primera vez en la historia de Estados Unidos porque en las décadas de los 80 ‘s y 90’ s cuando los hospitales tenían escasez de trabajadores durante la pandemia del Sida, las enfermeras extranjeras ayudaron a llenar estas posiciones.
“Los hospitales podrían hacer campañas sobre los beneficios, pueden ofrecer vivienda y ayudar con sus casos legales migratorios y los procesos de la aprobación de visas debería ser más rápido», dijo.
La directora fue contundente al manifestar que una forma de aliviar la escasez de enfermeras es mantener la cantidad de visas H1B.
“Las enfermeras inmigrantes son una gran respuesta para ayudar a aliviar la mano de obra en nuestro sector estadounidense”, reiteró Collins.