Los Ángeles.- Pese algunos esfuerzos por vacunar contra Covid-19 a la población del Condado Butte, que tiene la tasas de vacunación mas bajas de California, a los residentes eso es lo menos les interesa porque están enfocados en reconstruir sus viviendas destruidas por los pasados incendios, alimentar a sus familias o simplemente porque creen en la desinformación de las redes sociales.
Este condado semi rural ubicado al norte de California y con una población de 227 mil personas, tiene un 46.6 por ciento de residentes completamente vacunados, mientras que el 51.16 por ciento ha recibido apenas una dosis.
En una teleconferencia organizada por Ethnic Media Services, la Fundación de Salud Sierra y el Departamento de Salud Pública de California, los participantes destacaron que en los últimos años la población, mayormente blanca, también enfrenta problemas como una gran afluencia de refugiados por incendios forestales, un alto número de personas sin vivienda, un fuerte sentimiento anti-vax, anti-mandato en el liderazgo político y empresarial, son otras de las causas por lo que los residentes se resisten a inocularse.
Carecen de mandato de uso de mascarilla
La profesora Lindsey Briggs, profesora titular del Departamento de Salud Pública y Administración de Servicios Públicos de la Universidad Estatal de Chico, dijo que en el condado de Butte existe rechazo a las vacunas en gran medida porque los residentes creen lo que leen en las redes sociales.
“Tenemos una especie de aumento sin precedentes de actitudes anticientíficas y un rechazo a la base de la evidencia”, señaló. “Nos aferramos a muchas de nuestras opiniones y creencias en lugar de a los hechos”.
La profesora dijo que la mayoría de los residentes se informan y educan en base a lo que leen en las redes sociales.
“Y las redes sociales están plagadas de desinformación, volviéndose cada vez más politizadas y polarizadas”, expresó. “Esto se ha convertido en un arma y carece de una perspectiva educativa sólida y mucho analfabetismo en salud, lo que lo hace realmente difícil para nosotros. Eso conduce a altas tasas de infección por COVID y bajas tasas de vacunación en muchas de nuestras poblaciones”.
La profesora también comentó que en el Condado Buttle no existe mandato de uso de cubrebocas.
“Casi nadie usa mascarillas. Es difícil porque no tenemos un mandato de máscara. Cuando miramos el caos que ha sucedido en parte de nuestra junta escolar, la información ha sido realmente mala porque la gente quiere que sus hijos regresen a la escuela, pero no quieren que se vacunen y no quieren que usen máscaras, lo que es una receta para el desastre. Necesitamos un liderazgo fuerte”, dijo Briggs
Briggs agregó que en el condado existe una gran falta de liderazgo.
“Hemos visto mucha desinformación, algo de propagación del miedo y algún otro tipo de cosas. Sabemos que en una pandemia, la información cambia constantemente.
“El CDC ha tenido que revisar algunas de sus declaraciones y, en comparación con la falta de educación científica y comprensión de la población en general, esto genera más desconfianza”, señaló.
Vulnerabilidad
Angel Calderón, recientemente elegido para el Concejo Municipal de Gridley, opinó que hay poco esfuerzo por educar a los residentes respecto a las vacunas, sobre todo, a los mas vulnerables, como los trabajadores agrícolas.
“Sufren tremendamente por la pandemia”, expresó.
Dijo que el año pasado, entre mayo y junio, Gridley tuvo las tasas de infección más altas del condado
“El estigma asociado con el Covid impidió que muchos de los trabajadores agrícolas buscaran pruebas y ayuda de las agencias de salud establecidas. Los trabajadores agrícolas de temporada tienen un estilo de vida realmente difícil.
“Las personas no saben exactamente cuál es el estilo de vida, cómo pagan las facturas, cómo pagan el alquiler, cómo llegan a fin de mes, es muy difícil para ellos acceder a muchos de nuestros servicios”, comentó.
Calderón agregó que el 70 por ciento de los trabajadores agrícolas indocumentados no r solicitan los servicios por miedo o falta de tiempo.
“Si no trabajan, no comen, muy simple”, expresó.
“Hay que prestarles atención porque son trabajadores imprescindibles. Necesitamos educación, necesitamos una fuerte presencia de Salud Pública en la ciudad y en las áreas circundantes”, demando Calderón.
Por su parte, Víctor Rodríguez, del Departamento de Salud Pública de Butte, asegura que el Condado de Buttle tiene las tasas más altas de casos de Covid-19 entre las edades de 18 y 44 años.
“Desde el inicio de la pandemia, el condado de Butte ha experimentado un total de 22,039 casos positivos confirmados”, comentó. “Y desde entonces han muerto 319 personas del grupo de edad de 65 años y más. Eso representa que tenemos las tasas más altas”.
Rodríguez dijo que a finales de verano del 2020 el condado experimento un aumento de casos por el regreso de los estudiantes universitarios a sus respectivos campus.
“Una segunda ola también se produjo a fines del otoño y el invierno de 2020 debido al aumento de las reuniones familiares y las celebraciones de las fiestas”, expresó.
El aumento que ocurrió a fines del verano fue de 112 casos reportados el 24 de agosto de 2020. Para la ola de invierno, hubo 192 casos reportados el 17 de diciembre de 2020.
“Con la autorización de la vacuna en diciembre de 2020, hubo una disminución en los casos en la primavera, sin embargo, con la introducción de la variante Delta hubo otra ola el verano pasado del verano de 2021, que afectó principalmente a los residentes que permanecen sin vacunar y / o estaban no completamente vacunado”, añadió.
El 7 de septiembre de 2021 se registro el mayor número de casos confirmados para un día debido a la variante Delta, agregó, y para la semana de los casos más altos confirmados debido a la variante Delta fue de 989 casos para la semana del 2 de septiembre hasta el 13 de septiembre de 2021.
Explicó que al mismo tiempo, también hubo el mayor número de casos hospitalizados en esa semana de 138 casos hospitalizados el 23 de septiembre de 2021, con 26 de esos pacientes en la UCI el 30 de septiembre de 2021.
“La mayoría de los casos ocurrieron en grandes áreas pobladas como Chico y Orville. El 50.58 por ciento de la población total del condado de Butte está completamente vacunada. El 5.55 por ciento está parcialmente vacunado y el 43.87 por ciento permanece sin vacunar», dijo.
De acuerdo a Rodríguez, los porcentajes de las comunidades completamente son los siguientes: La población nativa americana-nativa de Alaska esta en ese grupo en un 39.2 por ciento; la asiático-americana en un 57.4 por ciento; la afroamericana un 40.4 por ciento, la hispana y latina tiene un 44.5 por ciento, mientras que las comunidades blancas caucásicas tienen un 47.1 de personas completamente vacunadas.
Rodríguez dijo que varios grupos étnicos brindaron asistencia con traducción rápida para que los documentos se distribuyeran desde el condado a las comunidades.
“Y también brindaron aportes estratégicos para estos materiales de divulgación y se pusieron a disposición en inglés, español y hmong”, comentó.
La lucha
Pastor Kevin Thompson, de Church of God in Christ y Southside Oroville Community Center, dijo que presionan a la comunidad y líderes para que convenzan a las personas que se resisten a la vacuna.
Señaló que las disparidades en la vacunación son solo una gran diferencia en nuestra comunidad frente a otras comunidades.
“El condado de Butte que se ha quedado atrás. Somos una comunidad muy pobre y las disparidades socioeconómicas en esta área son grandes. Mucha gente emigró debido a los incendios.
“Vacunarse no es lo más importante para nuestros residentes”, añadió. “Están más preocupados por reconstruir sus hogares y alimentar a sus familias”.
El pastor también comentó que la falta de educación y comprensión sobre el virus y los rumores se han convertido en obstáculos.
“Y lo más importante es la desinformación que existe”, comentó Thompson.
