El movimiento empezó de manera pacífica, pero se tornó violento durante la tarde-noche debido a tensiones entre manifestantes y policías, quienes se vieron en la necesidad de lanzar gases lacrimógenos

Los Ángeles.- Desde temprana hora miles de angelinos empezaron a tapizar las calles del primer cuadro de la ciudad para manifestarse a lo que llaman fascismo en la marcha llamada »No Kings» en EU.
Poco a poco y pacíficamente, pero motivados por el deseo de recuperar la libertad, salud física y mental y economía que poco a poco han ido perdiendo desde que Donald Trump asumió el poder en enero pasado y actuando, como muchos dicen, con autoritarismo.
Los manifestantes liberaron las tensiones con gritos al unísono y pancartas con mensajes de: “Libertad y justicia para todos”, “Queremos a las familias unidas”, “Los inmigrantes no son criminales”, «Queremos recuperar la libertad», «Eres un fascista» y “Los Ángeles se une contra el fascismo”.
Familias enteras se dieron cita frente al City Hall y frente al Edificio Federal para compartir el mismo sentimiento de repulsión por las medidas de Trump de generar miedo entre la comunidad inmigrante.
“Nos está poniendo en un punto crítico. Nos sentimos en una olla de presión a punto de explotar”, expresó Ruben, un maestro de High School. “Nuestros estudiantes y sus familias inmigrantes están sufriendo mucho por lo que están pasando».
Ruben compartió que el rendimiento de los alumnos está bajando y pierden el interés porque constantemente revisan los mensajes en su celulares para ver donde anda la migra”.
Con un cartel que dice “Los inmigrantes no son criminales”, Susana, hija de inmigrantes mexicanos, dijo que participa en el movimiento porque quiere dar voz a algunos de sus familiares y amigos que aún no pueden regularizar su situación migratoria.
“Es una vergüenza que lleguemos a este punto porque las autoridades no acuerdan una medida migratoria que beneficie a los que por décadas han trabajado para el confort de este gran país. A todos nos consta que los inmigrantes, y muchos sin estatus, somos esenciales”, manifestó.


Como Ruben y Susana, miles de personas de todas las nacionalidades coincidieron en los motivos por los que decidieron participar en la protesta.
“En esta gran ciudad los inmigrantes son bien recibidos, todos vivimos en comunidad, todos nos necesitamos, todos trabajamos para el bien común de esta ciudad. No se vale que este señor nos maltrate, amenácenlas y separe familias, y peor de todo, que lo haga de esta manera tan horrible con la Guardia Nacional y los militares”, opinó Hector Torres.
Estadounidenses, latinos, asiáticos, afroamericanos, entre otros, caminaron por varias calles del centro de Los Angeles también portando pancartas en inglés con; “Soldados, fuera de nuestras calles”, “No queremos que LAPD se asocie con ICE”, “Fuera reyes” y “No corona para el payaso”, entre otros alusivos al repudio que sienten por la actual administración.
Pero conforme fue cayendo la tarde y se acercaba el toque de queda, a las 8:00 de la noche, tiempo de aplicar el toque de queda, algunos revoltosos recurrieron a manifestarse con violencia y empezaron a aventar objetos a los elementos del orden, quienes respondieron con gases lacrimógenos.
El Departamento de Policía de Los Ángeles emitió órdenes de dispersión en varias zonas del centro y aprobó el uso de municiones menos letales que, según advirtieron, “pueden causar molestias y dolor”.



En otros puntos de la zona, los inconformes lanzaron fuegos artificiales, por lo que la Policía montada usaba sus caballos para empujar y dispersar a los manifestantes.
De acuerdo a reportes, unas 30 mil personas asistieron al movimiento, que se replicó en varias ciudades del Sur de California como Pasadena, West Hollywood, el Valle De San Fernando, Santa Mónica y decenas más.
Las protestas “No Kings Day” se realizaron en todo el país mientras Trump encabezó, justo en su cumpleaños 79, una exhibición de poderío militar con un desfile de tanques, tropas y aviones por el corazón de Washington para celebrar los 250 años del Ejército estadounidense.