Los Ángeles.- Casi a media ronda del llamado Roadshow, audiencias para escuchar los intereses de las comunidades sobre la redistribución de distritos electorales en Luisiana, se percibe interés de los jóvenes que buscan una mejor calidad de vida y las de las próximas generaciones en los próximos 10 años.
En la teleconferencia organizada por Ethnic Media Services y Power Coalition for Equity and Justice, Spotlight PR, “Redistribución de distritos en Luisiana: La lucha por mapas justos”, Carlos Pollard Jr. Integrantes de la redistribución de distritos de Power Coalition / Southern Coalition for Social Justice, comentó que el rediseño de los distritos electorales es un tema poco atrayente para la comunidad.
“Puede asustar a mucha gente, pero también es bueno animar a los residentes a involucrarse”, expresó. “Creamos el poder para ayudarnos entre nosotros. Esto se trata de equidad y justicia”.
Pollard Jr., de 23 años, explicó que la redistribución de mapas electorales es un proceso en el cual los gobiernos dividen los distritos electorales.
“Se trata de apoyarnos entre nosotros y pensar en las nuevas generaciones. Solamente tengo 23 años y para la próxima tendré 33. Quiero involucrarme en esto desde ahora porque estos mapas van a determinar los próximos 10 años de mi vida y la vida de muchas personas que vienen detrás de mí.
“La vida de mi hermanito que tiene ocho años y la de mis primos que son adolescentes”, dijo. “Quiero que entiendan que participar en la redistribución electoral se basa en apoyarnos entre nosotros, y si lo logramos, podemos lograr lo que necesitamos”.
En Luisiana se han realizado cuatro de 10 audiencias del Roadshow que se llevan a cabo en ciudades clave del estado. La siguiente está programada para el 20 de enero en la capital del estado.
Power Coalition trabaja con las comunidades de Luisiana para garantizar que los funcionarios electos estén conscientes de que la comunidad exige equidad y justicia en el proceso de redistribución de distritos.
Elrepresentante estatal por el distrito 93, Royce Duplessis, miembro del comité de redistribución de distritos, comparó el proceso en Luisiana con un “rompecabezas”.
“Es un proceso muy desbaratado que debería estar basado en datos del Censo, pérdida o ganancia en población, entonces de acuerdo a eso los mapas tienen que cambiar», añadió.
Dijo que el comité que representa desempeña un papel fundamental en este proceso porque su voz es un testimonio muy poderoso.
“Es importante reconocer que la redistribución de distritos sienta las bases para los próximos 10 años: juega un papel fundamental en quién se postula para el cargo; quién es elegido; cómo votan una vez que están en el cargo; y cómo representan a nuestras comunidades.
“La redistribución de distritos es uno de los factores para determinar quién lo representa y cómo lo representa”, señaló.
Luisiana tiene un aumento de población desde las pérdidas provocadas por Katrina en 2005.
“El 40 por ciento de la población de Luisiana ahora está compuesta por personas de color, y los afroamericanos constituyen el 33 por ciento del estado”, dijo.
La redistribución de distritos no se trata solo de quién es elegido, sino también que esa persona conozca los intereses de su comunidad, dijo la organizadora comunitaria de NOLA Garífuna Community Services, Denise Ramos.
“Para que los legisladores nos sirvan deben conocer nuestras necesidades”, manifestó. “La representación es importante. Las diferentes comunidades tendrán diferentes intereses y no todos somos un monolito, necesitamos tener una representación justa en los mejores intereses de una comunidad en particular.
La organizadora comunitaria dijo que las comunidades necesitan mejores calles, escuelas, servicios de salud y educación.
“Nosotros deberíamos tener una voz en cuanto a distribución de distritos para mejorar. He tenido la oportunidad de trabajar en otras áreas y veo la necesidad que existe en mejorar viviendas y escuelas para darle mejor educación a nuestros hijos”, expresó Ramos.
Respecto a cómo conectar con las comunidades que se quedaron atrás en este proceso, Jacqueline V. Thanh, directora ejecutiva de VAYLA New Orleans, opinó que la mejor manera de hacerlo es recurrir a la cultura de cada grupo étnico en las estrategias de capacitación y alcance.
“Hay una historia de exclusión y xenofobia que ocurrió mucho antes de la pandemia, pero los datos recopilados y las relaciones que se están construyendo han sido fundamentales, según la investigación de Pew en abril de 2021”, comentó.
Dijo que entre 2000 y 2019, la población asiático-estadounidense casi se duplicó, y se prevé que supere los 46 millones para 2060.
“Eso significa para Luisiana y Nueva Orleans que una representación significativa es esencial para nuestra diáspora. Con raíces en más de 20 países en el este, sureste de Asia, subcontinente indio y aquí en Nueva Orleans, hemos aprendido a través de los estadounidenses vietnamitas, muchos sobrevivientes de la guerra, refugiados, nuevos inmigrantes y nacidos en Estados Unidos por igual, el poder de la comunidad, y el poder de votar por el cambio, y también construir poder en las comunidades”, dijo.