Visor Histórico Monterrey, grupo ciudadano que busca la conservación del patrimonio arquitectónico perdido, muestra el prototipo que permite a las nuevas generaciones conocer el interior del legendario espacio cinematográfico.
Monterrey, Nuevo León. Hace 40 años que el Cine Elizondo forma parte de las crónicas históricas y solo existe en la memoria de quienes lo visitaron y se embelesaron con la belleza de sus decorados interiores.
Pero hoy fue posible “recorrerlo” en la “Inmersión al Cine Elizondo”, prototipo presentado por Visor Histórico Monterrey, grupo de ciudadanas y ciudadanos que desarrollan prototipos para recuperar el patrimonio arquitectónico perdido o en riesgo de desaparecer.
Para lograrlo, recurrieron a la tecnología, las memorias de la comunidad y la colaboración ciudadana y presentarlo ante la comunidad en LABNL Lab Cultural Ciudadano.
Los dragones dorados que adornaban las paredes del interior de la sala de cine, ubicada sobre la calle Zaragoza, en terrenos de lo que hoy es la Macroplaza, se pueden ver en el prototipo que, a partir de hoy, mañana y el sábado estará disponible para ser visitado por la comunidad como una experiencia de realidad virtual única en su género.
La Dra. Melissa Segura Guerrero, Secretaria de Cultura de Nuevo León y los promotores del grupo Visor Histórico Monterrey, Osvaldo Aguilar y Andrés Hernández, condujeron a la concurrencia en el recorrido de inmersión, cuyo horario para ser partícipe del proyecto para este viernes 25 de noviembre será de 4:00 a 8:00 p. m. y el sábado 26 de noviembre de las 3:00 a las 6:00 p. m., sin costo.
“Es una emoción presentar los proyectos que se originan aquí, porque son ciudadanos han generado espacios de encuentro, de trabajo colaborativo, espacios creativos que es lo que buscaba el laboratorio cuando abrió sus puertas.
“Ver proyectos como este reiteran en nosotros el compromiso y sobre todo fortalecen la visión que como equipo tenemos para seguir impulsando ese tipo de plataformas”, expuso Segura Guerrero.
El prototipo se realizó desde una plataforma de experimentación hecha, no necesariamente, por especialistas en diseño, arquitectura o en el desarrollo tecnológico, sino que fue la conjunción de muchos perfiles fue lo que permitió que se desarrollara de esta manera.
“A lo largo de este año, se sumaron más de 30 personas a un trabajo muy meticuloso, con muchos procesos de aprendizaje a los que se enfrentaron, incluso técnicos, alejados de un conocimiento sobre Historia o en términos de investigación”, explicó la titular de Cultura.
La apuesta, agregó, es a que se siga trabajando en nuevos proyectos de recuperación de la memoria histórica, ya sea de edificios, de plazas, de otro tipo de inmuebles.
“Este proyecto entra como investigación, mediación y creación, pero justo es una iniciativa que pronto toma mucho revuelo y reúne a gente de diferentes saberes, que lo que les unía y les sigue uniendo es la emoción e interés por recuperar el pasado que parece que cada vez lo olvida más”, expresó Aguilar.
Se realizó revisión de bibliografía, fotografía y video para conocer el espacio del Cine Elizondo.
“Vinieron personas que conocieron este espacio y justo fue dignificar y resignificar la memoria de aquellas personas que pudieron disfrutar de este lugar. A lo largo del camino nos encontramos con aliados, instituciones hermanas que nos ha apoyado, como Mosla, en tema de capacitaciones y préstamo de equipos para desarrollar pruebas.
“Las fotografías que hemos utilizado, más allá de las personas que nos las han prestado desde sus colecciones privadas, también hay que mencionar que Fototeca Nuevo León nos ha facilitado el uso de las fotografías del interior del cine que Fausto Tovar tomó alrededor de 1980”, abundó el investigador.
El Cine Elizondo es la excusa para dar a conocer otros espacios, pero la intención final, dijo, es llamar la atención de la ciudadanía para que conozcan su valor de espacios históricos y puedan ser recuperados a través del uso de la tecnología.
En la inmersión, explicó Hernández, el público podrá apreciar la proyección de fotografías, conocerá figuras en 3D de molduras en arcilla que realizaron algunos colaboradores, incluso podrán sentir que ocupan una butaca del cine y al final del recorrido podrán usar lentes de realidad virtual para sentirse que está dentro del mítico Cine Elizondo.
“La idea es detonar esa conciencia para evitar la pérdida de otro lugar importante como lo fue el Cine Elizondo”, mencionó Hernández.
Todo el proceso está documentado, incluyendo los errores a lo largo de la investigación, y la idea es abrir diferentes formas de participación de la ciudadanía.