Los Ángeles.- Porque los niños de entre 5 y 11 años de edad representaron la sexta causa principal de muerte durante el aumento de la variante DELTA, los expertos recomendaron que es importante inmunizarlos para ayudar a reducir la propagación ante una nueva ola de contagios en invierno.
La semana pasada, la directora de los CDC, Rochelle P. Walensky, respaldó la recomendación del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (ACIP) de vacunar contra la Covid-19 a ese segmento de la población.
Pero suministrar la vacuna a los 28 millones de niños de entre 5 y 11 años en Estados Unidos se ha convertido en todo un reto debido a la indecisión, miedo y desinformación que tienen muchos padres de familia.
Pese a esas barreras, los expertos de salud, que participaron en una conferencia virtual organizada por Ethnic Media Services, esperan que se alcance un 75 por ciento de inmunización entre el grupo de 5 a 11 años de edad.
Desde el 20 de septiembre pasado que se aprobó la vacuna Pfizer-BioNTech para este grupo de niños, se han vacunado casi un millón en todo el pais.
“Las tres razones por las cuales los niños deben vacunarse. La primera es porque de hacerlo, no hay duda que los infantes están a menor riesgo de Covid-19.
“La segunda es porque reduce la transmisión del virus a padres y personas mayores y la tercera es porque la dosis aprobada de la vacunación es segura”, dijo Monica Gandhi, MD, MPH, profesora de medicina de la Facultad de Medicina de UC San Francisco.
Añadió que durante los meses de mayor aumento del virus debido a la variante DELTA, murieron en el país 718 mil niños de entre 5 y 11 años de edad.
“Absolutamente sufrimos una hospitalización de niños y muertes durante la subida de la variante DELTA, especialmente en lugares donde la gente no se ha vacunado lo suficiente”, agregó. “Y esa premisa nos lleva a decir que los niños deberían ser vacunados contra la Covid-19 por su propio beneficio”.
Gandhi comentó que durante el ensayo clínico con 2 mil 268 niños hubo una reducción de infecciones asintomáticas por Covid-19 del 90.7 por ciento.
En relación a los raros casos de miocarditis, la experta comentó que de acuerdo a la recomendación de la FDA, Pfizer suministra una dosis de 10 mg para los niños de entre 5 y 11 años.
“La dosis para los adultos es de 30 mg, pero en el caso de la vacuna de Moderna es de 100 mg”, complementó Gandhi.
“Actualmente estamos en una tasa de vacunación de alrededor del 68 por ciento en todo el país entre los mayores de 12 años”, agregó. “Es recomendable que los jóvenes se vacunen”.
Contra los mitos
Por su parte, la pediatra de East Bay Pediatrics, Jennifer Miller, opino que los padres de familias de las comunidades de color son los que mas se resisten a vacunar a sus hijos.
“Muchos tienen miedo de vacunar a sus hijos por desconocer las consecuencias a largo plazo, o porque han oído que la vacuna causa efectos secundarios como la infertilidad o la miocarditis, una inflamación en el corazón que se ha presentado de manera excepcional en hombres después de la segunda dosis y que es muy fácil de tratar”.
Miller agregó que aunque muchos padres de familia ya se vacunaron, cuando se trata de sus hijos de entre 5 y 11 años de edad, prefieren esperar para ver qué sucede.
La pediatra comentó que las medidas que se implementaron para evitar la propagación del virus, como el cierre de las escuelas y la orden de quedarse en casa, aumentó el nivel de disparidades educativas en comunidades de bajos ingresos.
“Los niños y adolescentes fueron alejados de su rutina escolar, sus compañeros. Y era normal que se deprimieran y tuvieran ansiedad, y mas cuando perdieron a un ser querido a causa de Covid.
“Los padres de ellos ahora deben salir y llevarlos a vacunar para evitar que sigan marginados en su educación”, comentó. “Necesitan regresar a la escuela de tiempo completo”.
Por su parte, Maria Elena Meraz, fundadora y directora, Parent Engagement Academy en Los Ángeles, reiteró los temores sobre la vacuna entre la comunidad principalmente hispana y de bajos ingresos, pero que una gran mayoría no cree en la eficacia de la vacuna.
“Esas personas no tienen acceso a los informes de noticias en los principales medios de comunicación y otras fuentes de noticias confiables, y obtienen información de amigos, vecinos y fuentes como las redes sociales.
“Los problemas de idioma y la falta de transporte a las farmacias y los centros médicos han creado barreras adicionales”, dijo Meraz.
Agregó que la información errónea sobre la vacuna ha alimentado la duda sobre la misma.
Meraz instó a las escuelas públicas a desempeñar un papel más importante en la promoción de los beneficios de la vacunación para los padres de bajos ingresos.