Funcionarios de los Parques Regionales del Este de la Bahía (East Bay Regional Park District, EBRPD) piden a los visitantes que invaden durante la pandemia los parques en busca de salud mental y física no poner en riesgo la vida silvestre y hábitat de los parques con el mensaje ‘Enjoy, Don’t Destroy’
Debido al riesgo de impactar la flora, la fauna y el ecosistema acuático de los Parques Regionales del Este de la Bahía (East Bay Regional Park District, EBRPD) que durante la pandemia recibieron hasta un 400 por ciento más de visitantes, los funcionarios piden a la población disfrutar y no destruir.
Aseguran que es evidente la falta de respeto, de cuidado, de educación y hasta de ignorancia de algunos de los visitantes que han invadido los parques en busca de salud mental y física genera riesgos crecientes para el hábitat y la vida silvestre del lugar.
Los ponentes convocados por Ethnic Media Services: Dee Rosario, de la junta directiva del EBRPD; Becky Tuden, directora de servicios medioambientales del EBRPD; Doug Bell, gerente del Programa de Incendios Forestales, Parque Regional del Este de la Bahía, y Joe Sullivan, gerente del Programa de Pesca, Distrito de Parques Regionales del Este de la Bahía, señalaron que el respeto por la naturaleza es esencial.
También coincidieron en señalar que entre otros problemas que causan los visitantes a los parques es que se desvían de las rutas de senderismo, pisotean los pastizales, causan la acumulación de toxinas en los lagos sin darse cuenta, liberan mascotas domésticas enfermas como tortugas, pájaros y peces a menudo con fines ceremoniales y proliferan enfermedades a los animales nativos.
También alimentan a los coyotes y gatos salvajes y les quitan las correas a sus perros aunque se les advierte, en repetidas ocasiones con señalamientos en el lugar que no lo hagan.
Los parques del East Bay Regional Park District es un distrito especial que opera en el Condado de Alameda y el Condado de Contra Costa, California, en el Este de la Bahía en el Área de la Bahía de San Francisco.
El distrito mantiene y opera un sistema de parques regionales que es el distrito urbano de parques regionales más grande de Estados Unidos.
El Distrito abarca más que 112 mil acres con 65 parques y más de mil 200 millas de senderos.
Algunos de estos parques son áreas silvestres; otros incluyen una variedad de atracciones para los visitantes, con oportunidades para la natación, para la navegación y para acampar.
Las mil 100 millas de senderos son frecuentemente usadas para bicicleta, para excursionismo y para montar a caballo. Además, cerca de 150 millas de senderos pavimentados a través de áreas urbanas vinculan estos parques juntos.
Los expertos dijeron que los visitantes deben equilibrar los impactos humanos de la recreación con el entorno natural.
“Cada cultura tenemos que entender la historia, la delicadeza, lo sensible de los parques y aprovechar esta naturaleza”, dijo Rosario.
Dijo que durante la pandemia hay un aumento visible de visitantes a los parques.
“Muchas personas que entran a los parques y trayendo culturas, prejuicios, nuestro mensaje principal es ‘Estas son nuestras tierras, nos pertenecen a cada uno de nosotros y tenemos que hacernos cargo, tenemos que prestar atención de cómo tratar a la tierra, a los animales. Tiene que haber un protocolo”, comentó Rosario.
Deben encontrar armonía
Tuden dijo que la idea es que los seres humanos convivan con la naturaleza de forma armónica.
“De hecho, el distrito del parque intencionalmente ha sido diseñado de esta forma, queremos que la gente venga a conocer mas nuestros parques, conocer más de los árboles, como robles, pero no es un hábitat.
‘La misión es adquirir, preservar y proteger los parques para uso público, al mismo tiempo que garantiza que estos terrenos siguen siendo resilientes, interconectados y significativos para el público”, señaló.
Dijo que además, entre los desafíos que enfrentan está la sequía, amenazas de incendios, en general el cambio climático.
“Lo que quiero decir es que tenemos más impactos, y a eso se suma lo que viene con las visitas, que muchos traen plantas o animales invasores, se está amenizando la biodiversidad y se corre el riesgo de sufrir daños ecológicos.
«Queremos minimizar nuestro impacto… Lo que necesitamos es una forma de comunicarnos con las personas para ayudarlas a proteger los parques», comentó Tuden.
Agregó que la biodiversidad es realmente importante, pero actualmente la llegada adicional de tanta gente agrava la increíble biodiversidad del sistema.
Denunció que a pesar de los señalamientos distribuidos en los parques, muchos visitantes los ignoran y no respetan las reglas.
“Uno de los que escuchamos todo el tiempo es que alguien le quita la correa a su perro… no se dan cuenta de que hay 25 millones de visitantes, la mitad de los cuales tienen perros. Usted individualmente no es el problema, es este uso difuso el desafío”, dijo Tuden.
No alimentar, no interrumpir a los animales del hábitat
Por su parte, Bell dice que hay tres cosas que puede hacer el público para preservar la naturaleza: “Disfruten, no interrumpan”, “Disfruten, no le den de comer a los animales”, “No liberen a animales en el parque” y “presten atención a los carteles”.
“La preservación significa proteger estos tesoros naturales para las generaciones futuras”, comentó.
Resaltó que los hábitats costeros son el hogar de cuatro especies en peligro crítico, incluido el chorlitejo nevado occidental
Dijo que entre las especies en peligro de extinción en la zona costera de los Parques Regionales del Este de la Bahía está el ratón cosechador de marismas, chorlitejo nevado occidental, rascón de las crestas, charrán mínimo.
Dijo que hay águilas reales que anidan en parques del interior.
“Durante la pandemia vieron un aumento de personas 100 veces más.
“La cobertura de telefonía celular muestra que la gente se alejó de los senderos designados, amenazando los hábitats y las especies sensibles. Solo el mero hecho de caminar por el terreno puede perturbar la vida silvestre ¿Quién pensaría que hay águilas reales aquí y solo nuestra presencia puede perturbar sus nidos?», comentó.
Bell denunció que algunos usuarios del parque han volado drones en los nidos de águilas calvas, destruyendo los nidos y provocando la muerte de los polluelos. .
“Con siete u ocho millones de personas , siempre habrá personas que no obedecen las reglas y causan destrucción”, expresó.
Cuando los visitantes alimentan a los animales provocan el aumento de enfermedades en los animales y los problemas de comportamiento, advirtió.
«Un animal alimentado es un animal muerto», explicó. “Los coyotes, por ejemplo, pueden acostumbrarse a los humanos y luego volverse agresivos contra los seres humanos. Ese animal entonces tendrá que ser eliminado. ‘No les des de comer’”.
Ponen en riesgo especies nativas en peligro de extinción
Por su parte, Sullivan dijo que la liberación de peces u otros animales acuáticos en una de las 10 reservas de pesca o cuatro muelles ponen en peligro a las especies nativas en peligro de extinción, como la rana y salamandra de California.
“La gente libera tortugas o los pececillos que ya no quieren cuidar en sus casas, y esto tiene impacto en la vida acuática de nuestro distrito de parques”, comentó.
Dijo que la idea es que los visitantes disfruten de los recursos porque son abundantes y ofrecen una actividad familiar que ofrecen y promover, pero si quieren liberar mascotas, lo deben hacer con responsabilidad”.
“Por ejemplo, una de las especies nativas en peligro de extinción, una rana y una salamandra de California, y una trucha arcoíris nativa que vive en los arroyos de la Bahía y otra trucha arcoíris que emigra al Océano donde crecen en gran tamaño, y son especies que estamos protegiendo.
“Pero nos damos cuenta que encontramos personas que libera sus mascotas, a veces realizan rituales, hay varias comunidades religiosas que liberan peces como parte de su religión”, dijo.
Explicó que las razones por lo que no deben liberar mascotas, es porque algunas veces están enfermas o con parásitos y propagan enfermedades a las especies nativas.
“Hemos detectado ranas con un hongo mortal en arroyos en el Este de la Bahía y está relacionado con las mascotas liberadas que tienen esas enfermedades y si las pasan a las mascotas nativas.
“Pero hay formas de hacerlo responsablemente. Nosotros ponemos peces en todas nuestras lagunas o lagos de pesca, pero son licenciados, por lo que sabemos que están libres de parásitos y enfermedades”, agregó.
Sullivan enfatizo en que el mensaje es: “Queremos promover estas liberaciones ceremoniales, pero de forma responsable”.