Con tasas récord de muertes por sobredosis relacionadas con drogas, incluida la de fentanilo en California el año pasado, la epidemia de opioides se encuentra entre los problemas más desconcertantes del estado.
Con motivo de su décimo aniversario, el Sierra Health Center destacó los avances de tres organizaciones sin fines de lucro que trabajan de manera innovadora para la prevención y recuperación del abuso de sustancias y promover la equidad en salud en todo el estado desde áreas rurales del condado de Inyo, hasta el Valle Central, hasta el condado de Alameda.
Kaying Hang, presidente del Centro de la Fundación Sierra Health, dijo que de acuerdo al Centro para el Control de enfermedades (CDC), más de 109 mil californianos perdieron la vida por sobredosis de drogas.
“La sobredosis es la principal causa de muerte entre los californianos no ancianos, y se espera que estas cifras aumenten”, dijo Hang.
Agregó que aunque los miembros de las comunidades de color se han visto desproporcionadamente perjudicados y estigmatizados, la situación está cambiando y las personas que consumen drogas no son extraños, sino los vecinos, familiares y amigos.
“Y creemos que todos merecen una segunda oportunidad dando prioridad a la atención con servicios de salud frente a la criminalización, pero tristemente se espera que estos números aumenten”, comentó.
Dijo que históricamente el gobierno estatal y federal responden al consumo de drogas con encarcelamiento o vigilancia policial extrema de las comunidades afroamericanas.
“Bajo la bandera de la guerra de las drogas de los años 80 y 90, el gobierno federal criminaliza el uso y posesión de drogas a través de una serie de penalidades”, comentó.
Afortunadamente, añadió, la buena noticia es que la marea está cambiando, y se está dando prioridad al cuidado sobre la criminalización.
Dijo que la CR Health Foundation en alianza con el estado de California lleva 10 años ofreciendo programas para poner fin a las muertes por opioides.
“Ofrecemos una atención integral y sin prejuicios, independientemente del estado de consumo de drogas de la persona; lo hacemos asociándose con organizaciones comunitarias que trabajan sin complejos, bajo una perspectiva cultural y lingüística”, comentó.
La directora ejecutiva de la Alianza para el Empoderamiento del Valle Central que sirve en los condados de Madera, Tulare, Fresno y Kings y comunidades rurales, Mari Pérez-Ruiz, dijo que el consumo y venta de drogas, especialmente de fentanilo, está muy presente en la zona creando una economía subterránea.
“Nuestras comunidades son blanco de los cárteles, y a veces los padres aquí están usando o vendiendo drogas, por lo que abrimos LUPE (Liderazgo, Unidad, Poder, centro de Empoderamiento).
Explicó que LUPE es un centro seguro, libre de pandillas y libre de drogas en donde los jóvenes se reúnen y tienen conversaciones con los padres sobre el trauma y la reducción de daños para que todos vean nuevas posibilidades para sus vidas.
“Para nosotros, el acceso a la sanidad depende de combatir la narrativa de que nuestras comunidades no tienen futuro”, expresó.
Dijo que tan sólo en Poplar, se espera que únicamente el tres por ciento de los jóvenes cursen estudios superiores.
“Cuando se espera tan poco de ellos, buscamos construir con el apoyo de la comunidad, conociendo a las personas allí donde están… Veo promesas donde otros no ven futuro”, comentó Pérez-Ruiz.
Arlene Brown, directora ejecutiva, Crossroads Recovery Center y Skoden Native Harm Reduction Services, dijo que los nativos americanos tienen una de las tasas de sobredosis mortales más altas no solo en California sino a nivel nacional.
“Es un problema enorme, pero al ser las primeras víctimas de la actual guerra contra las drogas, pudimos pelear para que nos dieran fondos y construir programas asombrosos a nuestra manera”.
Dijo que tienen kits para revertir la sobredosis de opioides, completamente adaptados a las costumbres indígenas, lo que incluye poner unas etiquetas con oraciones.
“También distribuimos Narcan y pruebas de hepatitis C a lo largo de la comunidad y establecimos uno de los primeros programas certificados de intercambio de jeringas o agujas en California; y otro que les permite establecer sus propios objetivos relacionados con la salud física y emocional», dijo.
Además, señaló que el enfoque de su organización, es tratar a las personas como un todo como individuo, pero también a la familia y la comunidad contrario al modelo de cuidado occidental que trata los síntomas de manera aislada.
“Existe consejería periódica para el bienestar espiritual, mental, físico y emocional, tratando a la persona y a la comunidad de manera integral; en contraposición al modelo occidental de atención que trata síntomas aislados o partes de la vida”, comentó.
Por su parte, Braunz E. Courtney, Director Ejecutivo, Director Ejecutivo del Proyecto de Prevención de Educación sobre el VIH del Condado de Alameda, dijo que HEEPAC contrata a asesores en consumo de sustancias con experiencia vital o que están viviendo su recuperación.
“Ellos pueden atender las necesidades de nuestros compañeros en la calle”, expresó. “La recuperación no es una burbuja. Alguien que quiere tratar el abuso de sustancias se enfrenta a otras necesidades sanitarias más allá de la clínica, como la vivienda, la alimentación, la higiene y la interacción social”.