Los Ángeles.- Los promotores pro vacuna enfrentan racismo, pandillas, altas temperaturas y hasta agresiones físicas, pero aseguran que las campañas en las que participan para convencer a los indecisos a inocularse contra el Covid-19 están dando buenos resultados.
El CDC dijo que vacunar a los no vacunados es una prioridad en estos momentos ante el repunte de infección, hospitalización y muerte debido a la variante Delta en todo el país.
Durante una conferencia virtual organizada por Ethnic Media Services, líderes de las organizaciones también contaron como enfrentan los desafíos para realizar su trabajo en las comunidades del corazón de Los Angeles, el área rural de San Joaquín y en Stockton.
Esas movilizaciones son un intento más para vacunar a la mayoría de la población, sobre todo a los latinos y afroamericanos, ya que en California menos de la mitad de esos segmentos de la población se ha vacunado.
Las campañas, explicaron, consisten en puerta por puerta, estaciones del tren, de autobuses, mercados y parques para explicar a los residentes cara a cara sobre la importancia de vacunarse.
Irma Muñoz, de Mujeres de la Tierra (MDLT) y pionera en la creación de enfoques para la participación comunitaria en Los Ángeles; Esperanza Velma, asistente de la Coalición Ambiental por el Agua (EJCW) y Jorge Pingarron, Todos Unidos, de Stockton, coincidieron en señalar que las campañas han funcionado gracias a la confianza que inspiran los promotores pro vacunas gracias al enfoque cultural para los latinos no vacunados.
“Particularmente entre los latinos, las personas mayores representan el número más alto de muertes. Hay una brecha en cuanto a proporcionar la vacuna a latinos y latinas, pero con estas acciones de los organizadores comunitarios se está cerrando esa brecha”, dijo Kim McCoy Wade, directora del Departamento de Envejecimiento de California.
El éxito que ha tenido la campaña en la zona del parque MacArthur Park, dijo Muñoz, se debe a que los promotores son del vecindario y conocen y comunican con los residentes de manera espontánea, sin tantos rollos de presentación, mejor dicho, de manera directa y confiable.
“En este vecindario, casi el cien por ciento de los residentes son inmigrantes latinos, en su mayoría mexicanos. La mayoría de esos inmigrantes llegan primero a la zona recién llegados a la ciudad. Al parque se le conoce como ‘El lugar donde empezar en esta ciudad’.
“Entonces”, agregó, “el motivo por el que hemos tenido tanto éxito es que hicimos un estudio antes de empezar con la campaña y porque las personas que realizan esta campana son de la misma área, conocen el área y a muchas personas y pueden conversar con ellos en su idioma”.
Además, comentó, también se ganan el respeto de los residentes porque no solicitan identificación.
“Eso les da confianza”, contó.
Dijo que muchas de los residentes contactados manifestaron que una de las razones por las que no se habían vacunado es porque sus líderes religiosos les dijeron que las vacunas eran veneno, por miedo, y por falta de tiempo entre semana debido a que no podían dejar de trabajar para llevar alimento a sus familias.
“Se trata de un barrio trabajador donde la mayoría de los residentes no podían ir a citas para vacunarse de lunes a sábado. Casi no había muchos lugares donde se ofreciera vacuna los domingos.
“Lo que facilita un poco esta campaña”, agregó. “Es que la comunidad se hace presente en el parque y en contra de la Covid-19, desgraciadamente estaban influenciados por lideres religiosos que les decían que las vacunas eran veneno”.
Muñoz también contó que la mayoría de las personas alcanzadas con esta campaña coincidieron en manifestar que antes de inocularse con las dos dosis dudaron mucho en hacerlo por cuestiones políticas y religiosas.
“Pero dijeron que al final decidieron vacunarse porque no querían poner en riesgo a sus familias”, expresó.
La activista también dijo que en la zona viven muchos menores de edad sin compañía de una persona adulta, por lo que no pueden acudir a vacunarse.
“La mayoría son de Guatemala de 16 años, sin sus padres o tutor no pueden vacunarse, por lo que estamos tratar de resolver ese problema”, aseguró.
Entre las anécdotas negativas, dijo, son los integrantes de pandillas que rondan en el parque y personas que tienen armas en casa.
“Un pandillero se acerco a un joven que trabaja con nosotros para correrlo del lugar. Y así lo hizo porque nosotros les decimos que nadie esta en la campana para ser héroe”, comentó. “Otro incidente fue cuando otra persona amenazo con un arma de fuego a uno de nuestros promotores al llegar a tocar la puerta de ese hogar. Mejor se retiraron sin consecuencias que lamentar”.
DESINFORMACIÓN Y OPINIÓN POLÍTICA
Pingarron, de Todos Unidos, dijo que la desinformación y opiniones políticas son las principales causas por las que los residentes de Stockton se resisten a inocularse contra la Covid-19, pero que la campaña de puerta por puerta, “Todos Unidos”, tiene un efecto positivo.
El activista explicó que el radio donde tratan de convencer a los no vacunados a hacerlo son barrios de bajos ingresos donde han tenido que enfrentar varios problemas.
“Hemos completado siete mil 500 horas de sondeo en la comunidad y hemos encontrado muchas cosas, para nombrar algunas, hay un calor increíblemente alto, debido a los incendios en el norte de California se ha creado unacapa de ozono, racismo, enfrentamientos físicos y acoso en general», indicó.
Aseguró que los promotores y líderes han sabido lidiar con esos factores en contra.
“Continuamos con nuestro trabajo para hacer que esta ciudad se vacune en general. Sabemos que estamos haciendo lo correcto, pero a veces es difícil…”, dijo. “Hay personas que no se quieren vacunar, otras ni siquiera creen en el Covid, otros simplemente están en contra del gobierno y convierten esto en un tema político en vez de una necesidad de salud”.
Dijo que a todo eso se le suma la desorganización respecto a la pandemia que se experimentó en la administración de Donald Trump.
Pingarron agregó que de las 80 mil casas a las que han visitado, en un 30 por ciento de ellas se ha generado una conversación entre el promotor y el residente, y apenas el uno por ciento que tiene que ver con el tema de la vacunas.
“Porque también hay una falta de información de parte del gobierno que no proporciona información en el idioma que las personas requieren. Ha sido una campaña bastante difícil, pero estamos muy orgullosos de lo que estamos haciendo.
“Lo que funciona es entablar una conversación personal y ponerse en los zapatos de las personas que aun dudan en vacunarse”, señaló.
El activista contó el incidente que tuvo un grupo de promotores que fue enfrentado por otro grupo de supremacistas mientras realizaban su trabajo en el área rural de Modesto.
“Al ver que eran perseguidos por estas personas, los voluntarios trataron de alejarse, pero fueron interceptados por los autos de los acosadores, quienes les gritaron que se fueran porque no eran bienvenidos.
“Incluso, los acosadores arrebataron el material de los voluntarios para golpearlos con eso en las cabezas de las personas que luchan para salvar vidas”, comentó. “Duele ver cómo el racismo persiste y llegan al contacto físico”.
Dijo que lo mas decepcionante, fue la apatía de un elemento del Sheriff que lo único que hizo fue tomar información básica.
“Fue la misma historia de siempre. Nosotros queríamos presentar cargos, y el Sheriff nos dijo que teníamos que ir a los tribunales civiles. Nosotros les dijimos ¿Desde cuándo una agresión física es un tema civil?”, dijo Pingarron.
La asistente de la Coalición Ambiental por el Agua (EJCW), Velma, dijo que la campaña que llevan a cabo en Stockton, en el Condado de San Joaquín, al norte de California, ha sido positiva porque participan promotores jóvenes y de edad avanzada bilingües.
“Ellos se pueden relacionar directamente con los residentes, y es un éxito para llegar a un grupo democrático determinado”, señaló.
Velma dijo que su organización emplea el sondeo de multitudes en centros comunitarios como mercados mexicanos, mercados de pulgas o en cualquier lugar con grandes concentraciones de personas.
“Tenemos mayor alcance de personas en áreas rurales, donde hay carencia de recursos de Internet y redes sociales, aunque el desafío es que las áreas residenciales están dispersas.
“Hay que volver a ese tipo de volante antiguo para llegar a las zonas rurales… pero el mensaje es el mismo”, dijo la promotora pro vacunación.