Los Ángeles.- Además de cantar, El Dasa baila, come, salta, grita y excita al público durante los partidos de la selección mexicana en el Mundial Brasil 2014.
El sonorense se dio cita en el Sushi Loco restaurante, en El Monte, CA., donde lo atendió el propietario Pancho Mendoza con exquisitos platillos y botanas, pero sobre todo con una gran pantalla para disfrutar el partido México-Croacia, clave para determinar el pase a los octavos de final.
Desde que El Dasa llegó al lugar, los comensales no dejaron de gritar el nombre de “México”, “México” y “El Dasa”, “El Dasa”.
La efervescencia ambiental se desbordó en el lugar cuando cayó el primer gol del experimentado Rafa Marquez, que dejó boquiabiertos a los rivales con su obra concretada de cabeza.
El Dasa se levantó de su mesa y festejó bailando en medio de los comensales, pero las acciones en el estadio Arena Pernambuco, en Brasil, lo obligaron a poner atención de nuevo en el juego, para luego repetir la acción apenas tres minutos después cuando Andrés Guardado aprovechó un pase de El Chicharito Hernández para abatir al portero de Croacia.
El jolgorio estaba en su máxima expresión, cuando finalmente cayó el ansiado gol de El Chicharito en el minuto 82. El Dasa y la afición festejó el tanto del consentido jugador mexicano igual que el propio autor, levantando los brazos al cielo y agradeciendo.
Y aunque después Croacia metió el gol del honor, ya los clientes de El Sushi Loco festejaban el pase de México a los Octavos del Mundial, donde tendrá que enfrentar a una temida Holanda este domingo 29 de junio.
Pero entre gol y gol, grito y grito, salto y salto, los cocineros y meseros no dejaron de preparar y servir los afamados Camarones Cucaracha, los platillos japoneses con sabor culichi como los yakimeshi, los dragones rojos, los rainbow rolls, los exquisitos panchito’s roll, los guamuchilito roll, culiacancito roll, y el típico sushi loco.
Las copas llenas de camarones, los molcajetes culichis, los aguachiles rojos y verdes tampoco cesaron de desfilar provocando que a los presentes se les hiciera agua la boca. Ahhh, pero esos chiles toreados están de rechupete.
Por todo el ambiente tan agradable y buen sabor, gracias a El Dasa y gracias a Pancho Mendoza.