Durham, Carolina del Norte.- No participar en las audiencias públicas en las que la Asamblea General de ese estado debate la redistribución de los distritos electorales no es elección, los latinos simplemente quedan fuera de la jugada porque sus necesidades son ignoradas.
Para algunos activistas que luchan por la equidad e igualdad en Durham, tras esas prácticas “hay plan con maña”: no distribuir fondos económicos necesarios a las comunidades étnicas y evitar que alcen la voz y exijan sus derechos.
Durham es la cuarta ciudad que más creció en población en Carolina del Norte, y la comunidad latina aumentó en un 40 por ciento en los últimos 10 años.
Pero muchos de ellos son indocumentados, han sido desplazados dentro de la ciudad por los procesos de gentrificación y siguen en las sombras a pesar de vivir allí por más de dos décadas.
En todo el estado solo siete condados no cooperan con las autoridades de inmigración, con lo cual la movilidad es reducida para muchos hispanos.
Actualmente, en Carolina del Norte se llevan a cabo las audiencias públicas para debatir sobre el rediseño de los distritos legislativos que sucede cada 10 años.
No hay democracia
Durante una conferencia organizada por Ethnic Media Services y Rapid Response, el organizador de ese movimiento, Ivan Almonte, expresó que las audiencias públicas no son democráticas.
«Los latinos se sienten invisibles e impotentes a la hora de influenciar las instituciones sobre los asuntos que le importan a las familias y que son para el bienestar de las personas.
“Las audiencias no son democráticas, son limitadas. Lamentablemente se realizan en horarios de trabajo y los latinos salen de trabajar entre seis y siete de la tarde, por eso no pueden acudir, y tampoco tienen acceso a traducción de inglés a español y el espacio es limitado”, dijo.
El activista dijo que muchos de los inmigrantes indocumentados tampoco participan debido al clima político discriminatorio.
“La intimidación no la hacen directamente, pero al final del día sí lo hacen. Reprimen para evitar que los latinos vayan a las audiencias”, manifestó. “Ese es el mensaje pasivo-agresivo. Es una amenaza, es una intimidación a nuestra comunidad”.
Almonte confía en que la comunidad hará valer sus derechos si trabajan y difunden el mensaje sin miedo en sus vecindarios.
“Que ayuden a crear comités para educar sobre la importancia de la redistribución de distritos”, comentó.
’Temen empoderamiento de latinos’
“Nosotros no estamos ni representados, ni a la vista, seguimos a la sombra”, dijo Patricia Oregon, activista y madre de cuatro estudiantes.
Dijo que algunos de los problemas que le preocupan y que mas enfrenta la comunidad latina son los recursos insuficientes destinados a las escuelas públicas y al sector salud.
“Me preocupa que el sistema educativo, no se preocupa por las minorías. Tengo más de 14 años en Durham, creo que la participación en este proceso ayudaría a resolver muchos problemas.
“Pero lo que quieren es mantenernos rezagados”, señaló. “Tienen miedo a lo que nosotros podemos lograr, de empoderarnos”.