Por: Selen Ozturk / EMS
Informar a los habitantes de las zonas rurales de California sobre la asistencia sanitaria a la que tienen derecho requiere una comunicación más táctil que tecnológica
YUBA CITY, CA. — En las zonas rurales de California, donde el acceso a internet o banda ancha y el transporte público son limitados y donde algunas personas carecen incluso de teléfonos móviles, las ferias de salud de fin de semana ayudan a las agencias y a los proveedores a reducir la amplia brecha informativa.
En medio de un esfuerzo estatal para volver a determinar “elegibilidad”, es decir, si los individuos o familias califican para recibir beneficios para Medi-Cal, una feria de salud en Yuba City, California, el domingo 8 de octubre atrajo a cientos de residentes.
El evento fue organizado por Ampla Health (Ampla Salud) y patrocinado la UC Davis Center for Reducing Health Disparities (CRHD)(Centro para la reducción de las disparidades en la salud de la Universidad de California en Davis). Entre los puestos se encontraban el Departamento de Policía de Yuba City, California Rural Legal Assistance (Asistencia jurídica rural en California), el Departamento de Desarrollo del Empleo del estado (EDD) y Every Woman Counts (Cada mujer cuenta), un programa estatal que ofreció pruebas gratuitas de detección del cáncer de mama en la feria.
Almuerzos gratuitos, mesas decoradas con flores, una zona de juegos para niños, rifas y una cabina de DJ dieron a la feria un ambiente festivo.
Lucy Candito, quien apoya a pacientes para navegar el sistema de salud en Ampla, mencionó que exactamente 354 personas asistieron a la feria, en el vigésimo tercer año de la clínica de Ampla.
“Suspendimos la feria en 2020 y 2021 debido a COVID y desde que la feria ha vuelto, estamos viendo mucha más gente”, dijo Candito. “Hay mucho interés y necesidad este año de personas que no han renovado su atención médica en tres años; este año ha sido nuestro más ocupado con renovaciones, especialmente mientras nos preparamos para ayudar a más personas indocumentadas a inscribirse.”
Ampla es una red de centros de salud comunitarios sin fin de lucro que proporcionan atención médica proporcionada a los residentes de bajos ingresos en toda la ciudad de Yuba y los alrededores del condado de Sutter. Bajo el cuidado administrado, el estado contrata servicio con planes de seguro de salud locales – como Kaiser y Blue Cross – para proporcionar servicios de Medi-Cal a las personas beneficiarias.
Yuba City, una comunidad mayoritariamente rural situada en el valle de Sacramento, a unos 65 km al norte de Sacramento, alberga a una importante comunidad de trabajadores agrícolas, muchos de ellos indocumentados y con bajos ingresos.
Junto a esta población hay una gran comunidad punjabí, así como un número creciente de afganos, venezolanos, guatemaltecos y otros grupos recientemente asentados que llegan como parte de una oleada de solicitantes de asilo que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
‘Tratarlos donde se encuentren’
La feria llega en el momento en que California se convierte en el primer estado de los
Estados Unidos que amplía el derecho a Medicaid a todos los residentes indocumentados. A partir de enero de 2024, un millón de personas tendrán derecho a Medicaid. Actualmente, las personas que no tienen documentos menores de 26 años y mayores de 49 son elegibles.
Medi-Cal, el programa de Medicaid de California, es “el seguro médico más accesible para comunidades como ésta”, afirmó el director del CRHD, Dr. Sergio Aguilar, profesor de medicina interna en UC Davis.
“Es la gran belleza de este estado: protege a sus residentes, que contribuyen a la economía de una forma muy concreta”, añadió Aguilar, quien ofreció revisiones de salud mental y presión arterial durante la feria en un stand junto a su colega cardiólogo, el Dr. Javier López.
“Especialmente cuando se trata de trabajadores agrícolas” -que se enfrentan a tabúes culturales sobre el reconocimiento de problemas de salud física y mental y a menudo trabajan siete días a la semana- “tenemos que tratar los factores de estrés físico y mental como interconectados y tratarlos donde están: ir a los campos, preguntar cuándo están disponibles”, explicó.
Sin embargo, los trabajadores agrícolas tienen uno de los índices más bajos de visitas al hospital en comparación con cualquier otro grupo del estado. Entre las razones se encuentran la confusión sobre la elegibilidad, la falta de acceso físico, la falta de información precisa en español o en lenguas indígenas y el miedo a que el uso de las prestaciones del gobierno les haga vulnerables a la deportación.
George Masih, un hombre sij de 60 años que asistió a la feria, dijo que llegó de la India hace una semana con un visado de inmigración patrocinado por su hija. Dijo que su siguiente prioridad era conseguir un seguro médico, pero se mostró reacio a hablar más sobre el proceso de inscripción.
Actualmente hay 15 millones de californianos afiliados a MediCal, entre ellos 5.7 millones de niños. La mayoría -el 70%- procede de comunidades de color.
Redeterminación de Medi-Cal
Durante la pandemia, se suspendieron las actualizaciones anuales de elegibilidad para las personas inscritas en Medi-Cal, con el fin de evitar que perdieran el acceso a servicios de salud. Desde el final de la declaración federal de emergencia COVID-19 el pasado mes de mayo, este proceso se ha reanudado y los inscritos han empezado a recibir sobres amarillos del Departamento de Servicios de Cuidado de la Salud (DHCS) solicitando información actualizada.
Ahora se espera que entre dos y tres millones de californianos pierdan su cobertura y hasta la fecha más de 300,000 la han perdido desde el 1 de julio. El proceso de redeterminación comenzó en abril de 2023 (aunque California retrasó la desafiliación real todo lo posible, hasta julio) y finalizará en abril de 2024.
A partir de enero de 2024, además, todos los californianos con bajos ingresos, independientemente de su estatus migratorio, tendrán derecho a la cobertura del programa, que incluye atención médica y preventiva típica, así como atención dental, cobertura de recetas, recuperación de abuso de sustancias, salud mental y atención de maternidad, incluidos servicios de doula.
“No sé nada sobre la reinscripción”, dijo Leah, de 54 años, una mujer sin vivienda que asistió a la feria. Las gafas graduadas son una necesidad para ella, ya que “leo todo lo que cae en mis manos”.
Al no poseer un teléfono móvil, dijo que recibe correo a través de Hands for Hope (Manos por la esperanza), un refugio local, pero no recibió un aviso sobre su estado de Medi-Cal, ya que no ha revisado su correo durante un año y pensaba que los beneficiarios de cupones de alimentos son inscritos automáticamente en los servicios de atención médica.
“Yo voy a la clínica local”, dice Leah, “estoy allí unos 30 minutos, pero no me dicen nada. Así que ahora sé que será mejor que vaya para asegurarme de que sigo cumpliendo los requisitos. En este momento estoy aturdida por no saberlo”.
Ángela Ramírez, de 29 años, asistió a la feria con sus dos hijos.
“No sé mucho sobre MediCal”, dijo Ramírez, una trabajadora agrícola recién llegada de México. “Escuché que había gente aquí que me puede ayudar a inscribirme”.
Ella dijo que no tenía seguro, haciendo hincapié en que la atención de la salud era fundamental para los trabajadores agrícolas que trabajan en condiciones difíciles y “en casos de emergencia, especialmente con sus hijos.” Cuando le dijeron que podría inscribirse en enero, se le iluminó el rostro.
Terry Lindley, residente de 72 años del complejo de vivienda en cuyo campo se llevó a cabo la feria de salud, asistió al acto con un amigo llamado Richard. Dijo que la atención dental era una prioridad para ambos, pero encontrar dentistas que acepten pacientes de Medi-Cal ha resultado difícil.
Lindley dijo que llegó a la feria sin saber nada acerca de la renovación de la elegibilidad de Medi-Cal, “pero creo que es importante. Es lo más importante que hemos aprendido viniendo aquí”.
Contribución adicional de Peter Schurmann y Sandy Close.