Los Ángeles.- La última cinta que filmó Robin Williams y el capítulo final de la trilogía «Night at the Museum: Secret of the Tomb», llega a los cines estadounidenses este 19 de diciembre.
En esta cinta, Williams vuelve a interpretar al presidente Teddy Roosevelt y tiene una presencia aún mayor que en las dos películas anteriores.
El filme marca, además, la última aparición de Mickey Rooney en el cine, ya que junto a otras leyendas como Dick Van Dyke y Bill Cobbs, vuelve a aparecer en la franquicia como parte de la pandilla de ancianitos con oscuras intenciones que en la primera película hacían las veces de villanos. En el asombroso desfile de quién es quién en el mundo de la comedia que completa el elenco de la película, también repiten sus papeles Owen Wilson y Steve Coogan como el inusual duo del romano y el vaquero que nos han hecho matar de risa en los dos primeros films.
Otro que también aparece nuevamente es Ricky Gervais, como el sarcástico director del museo de Nueva York.
Muy a tono con el espiritu global de la nueva película, se suman la australiana Rebel Wilson como una guardia de seguridad, y Sir Ben Kingsley, como un faraón que puede ser la clave para mantener la magia en el museo.
En «Night at the Museum: Secret of the Tomb», en la que Daley, ya convertido en uno de los directores del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, descubrirá que los poderes mágicos de la tableta egipcia que le da vida a sus ya entrañables amigos se estan extinguiendo, y que si no actúa pronto. los perderá para siempre.
Cuando se entera que la única forma de resolver el problema es viajando al legendario Museo Británico, en Londres, partirá en una misión en la que no hay margen para errores acompañado de su hijo y varios de sus amigos.
A algunos los llevará en el bolsillo, y para trasladar a otros, las cosas serán más complejas.
Una vez en Londres, forjará nuevas amistades, por ejemplo, con el valiente caballero medieval Lancelot, papel interpretado por el ascendente Dan Stevens, el actor surgido de la exitosa serie «Downtown Abbey» que no dudó en renunciar al papel que lo hizo famoso para poder trabajar con Stiller en la divertida comedia familiar.