Los Angeles.- La Historia de Dios con Morgan Freeman llevará a su audiencia en un viaje alrededor del mundo para explorar distintas culturas y religiones y descubrir el sentido significado de la vida, de Dios y de todas las grandes preguntas que esto conlleva.
La serie se estrena el domingo 3 de abril a las 9pm ET/PT en Nat Geo Mundo y se transmitirá a nivel mundial en la primavera a través de los canales de National Geographic en 171 países y 45 idiomas.
En general, La Historia de Dios con Morgan Freeman busca comprender cómo ha evolucionado la religión en el transcurso de la civilización y a su vez, cómo la religión ha moldeado la evolución de la sociedad.
Si bien, en nuestro panorama geopolítico actual la religión es vista a menudo como algo que divide, esta nueva producción intenta demostrar las asombrosas similitudes de los diferentes credos y como los humanos buscan estar unidos por la fe.
Esta serie se trata de una búsqueda de Dios— para aclarar las preguntas que han desconcertado, aterrado e inspirado a la humanidad, además de al mismo Freeman.
“En los últimos meses, he viajado a casi 20 ciudades en siete países distintos en un viaje personal para encontrar respuestas a los grandes misterios de la fe. He cantado el llamado a la oración en la mezquita del Cairo, he tomado clases de meditación con un líder budista de la línea más antigua de los Lamas reencarnados.
«Conversé sobre Galileo con el director de la Academia Pontifica de Ciencias y he explorado las primeras instrucciones para la vida después de la muerte en los jeroglíficos de las pirámides. En algunos lugares encontré respuestas, en otros me llevó a más preguntas. La constante en todo esto es que todos buscamos ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Si algo he aprendido es que sin duda lo somos», explico Freeman.
Cada episodio de La Historia de Dios con Morgan Freeman se centra en una gran interrogante acerca de lo divino.
La Creación—¿Existen similitudes en las historias de la creación de las religiones de todo el mundo? ¿Cómo se comparan con la teoría científica de la creación acerca del cosmos y el surgimiento de la civilización?
¿Quién es Dios? ¿Cómo ha evolucionado la percepción de Dios a través de la historia de la humanidad? ¿Es Dios sólo una idea y, de serlo, podemos encontrar evidencia de una presencia divina en nuestros cerebros?
El Mal—¿Cuál es la raíz del mal y cómo ha evolucionado nuestra idea sobre él a través de los milenios? ¿Es real el demonio? El nacimiento de la religión podría estar íntimamente ligado con la necesidad de controlar el mal.
Milagros—¿Son reales los milagros? Para muchos creyentes, los milagros son la base de su fe. Otros ven los milagros como sucesos improbables a los que nuestro cerebro atribuye un significado divino. La creencia en los milagros, sin importar cómo los definamos, podría ser lo que nos da esperanza y lo que nos lleva a convertir la posibilidad en realidad.
Apocalipsis—La idea de una violenta conmoción y un juicio temible llenan la imaginación popular, pero ¿nació la tradición del apocalipsis de la lucha que rodeaba el Medio Oriente hace dos milenios? El significado religioso real del apocalipsis podría no ser una guerra global, sino una revelación interior.
La Muerte—¿Cómo se han desarrollado las creencias sobre la vida después de la muerte y cómo ha cambiado nuestra reacción a ello el modo en que vivimos esta vida? Ahora que la ciencia está logrando avances tan rápidos, pronto podríamos vernos confrontados con la resurrección digital. ¿Qué provocará esto en nuestras creencias?
Para explorar cada uno de estos temas, Morgan Freeman se desplazó a algunos de los principales sitios religiosos del mundo, incluyendo el Muro de los Lamentos de Jerusalén, el Árbol de Bodhi de la India, los templos mayas en Guatemala y las pirámides de Egipto. Viajó con arqueólogos a revelar las religiones pérdidas de nuestros ancestros, como aquellas del poblado neolítico del 7500 A.C. Çatalhöyük en Turquía. Se sumergió en las experiencias y los rituales religiosos de alrededor del mundo y se convirtió en sujeto de pruebas en laboratorios científicos para examinar cómo se intersectan las fronteras de la neurociencia con el territorio tradicional de la religión.