Expertos en ciencias políticas, historia política y derecho constitucional hablan sobre la democracia estadounidense en decadencia
¿Qué es una crisis constitucional? ¿Estados Unidos se está acercando a una? ¿Hasta qué punto se puede presionar la Constitución hasta que el sistema del país colapse?
Expertos en ciencias políticas, historia política y derecho constitucional tienen muchas definiciones de lo que es una crisis constitucional, desde un partido que abraza un culto a la personalidad hasta negarse a aceptar los resultados de una elección.
También pasando por sentimientos autoritarios crecientes, actores políticos poderosos que violan sistemáticamente la Constitución y la ley, hasta una situación operativa crisis en la que el sistema no logra manejar los desafíos importantes que enfrenta la nación.
Durante la sesión informativa American Democracy in Decline: Are We on the Verge of a Constitutional Crisis? Organizada por Ethnic Media Services, participaron Seth Masket, profesor del Departamento de Ciencias Políticas, Director del Centro de Política Estadounidense de la Universidad de Denver, Gloria J. Browne-Marshall, profesora de Derecho Constitucional de John Jay College (CUNY) y Aziz Z. Huq, académico de derecho constitucional comparado y de los Estados Unidos, Facultad de Derecho de la Universidad de Chicago.
Masket considero que de los cuatro tipos potenciales de crisis constitucionales, el que mejor describe la situación actual de la nación, es que aunque la Constitución dice que hacer, pero no es factible.
“Creo que ésta es probablemente la más relevante hoy en día, es cuando la Constitución realmente dice qué hacer, pero no es políticamente factible. Simplemente la gente no quiere hacerlo. Así que el impeachment podría ser un buen ejemplo de esto”, opinó.
Agregó que al igual que la Constitución proporciona una manera de deshacerse de un presidente que no está haciendo su trabajo correctamente, hasta ahora nunca nadie ha destituido a un presidente de su cargo mediante un juicio político.
“Podría decirse que los fundadores pusieron el listón demasiado alto para hacer eso. Se necesitan demasiados senadores para firmarlo. La Constitución no permitía el papel de los partidos o no esperaba el papel de los partidos. Así que creo que esto es probablemente lo más descriptivo de dónde nos encontramos hoy”, añadió Masket.
Los otros tipos potenciales de crisis constitucionales son: una circunstancia que la Constitución no detalla en absoluto cómo abordarla; por ejemplo, la muerte del presidente Harrison en 1841, antes de que la Constitución incluyera la sucesión vicepresidencial.
“Y la constitución en ese momento no decía que el vicepresidente se convierta en presidente. Simplemente se impuso y eso se convirtió en la tradición después de eso”, expresó.
Pero esa es una crisis potencial allí donde no está claro qué se supone que sucederá.
El segundo tipo de crisis ocurre cuando la Constitución no es clara acerca de los parámetros de gobierno.
“Por ejemplo, en la década de 1850 no estaba claro si el gobierno federal podía regular o eliminar la esclavitud en los estados, y tuvimos una guerra civil para responder a esa pregunta”, senaló.
Masket agregó que un tercer tipo de crisis es aquel en el que las instituciones simplemente fracasan.
“Podríamos pensar en un cierre del gobierno en ese sentido», expresó.
Browne-Marshall agregó que otro ejemplo es cuando la Corte Suprema habla, pero una de las partes o tal vez ambas, se negaron a seguir los dictados del tribunal.
“Ahí es también donde nos encontramos ahora”, comentó. “Y dado lo que puede suceder o no en 2024, podríamos tener un tribunal que dé una directiva particular a través de una decisión y que el poder ejecutivo decida no seguirla.
La también autora, dramaturga, escritora y presentadora de la serie animada ganadora del premio Emmy «Your Democracy”, dijo que otra opción es encontrar eso en una orden ejecutiva dada a través del presidente.
Huq dijo que en los círculos jurídicos, la Constitución, como cualquier ley escrita, tiene muchas lagunas y ambigüedades y apunta en dos direcciones a la vez.
“Y creo que los abogados también son muy conscientes de que la constitución es a menudo el centro de la contestación y el conflicto políticos. Por eso no creo que, desde la perspectiva de los abogados, haya lagunas o conflictos sobre el significado constitucional o la implementación constitucional”, señaló.
El académico agregó que necesariamente se cuenta como una crisis porque son características generalizadas en la democracia o si son constitucionales desde la década de 1780.
“Mi postura es, cuando los abogados o profesores de derecho hablan de crisis constitucional, lo que quieren decir es algo repentino y agudo’, dijo.
Huq opinó quecuando algunos o todos los sistemas de gobierno colapsan, difieren las diversas formas en que se utiliza la palabra crisis.
“Depende de muchos de esos sistemas que cree que son necesarios o a los que piensa o presta atención al emitir un juicio sobre las cosas que se están estropeando.
“Por eso creo que para algunas personas la perspectiva de un cierre del gobierno es una especie de crisis constitucional. Otras personas caracterizarían ese conflicto de justicia que está tomando una bifurcación particular”, comentó.
Sin embargo, añadió, otras personas dirían que no se tiene una crisis hasta que se completa.
“El sistema de gobierno establecido bajo la Constitución está a punto de colapsar, como ocurrió en los años cincuenta antes de la guerra civil. Y creo que sí, otras personas dirían, bueno, mira, una crisis. Deberíamos entender la crisis pensando en cuáles son los propósitos de la constitución”, explicó.
“Y si piensas que el propósito es instalar una democracia nacional, lo que cuenta como crisis es cuando ese propósito de autogobierno democrático se descarrila”, dijo Huq.