Los Ángeles.- Hoy 23 de mayo es el «Día de No Quemarse Bajo el Sol» y también el Mes de la Concientización sobre el Cáncer de Piel, una buena oportunidad para crear consciencia acerca de los avances en el tratamiento del cáncer.
La prevalencia del cáncer de piel va en aumento
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas y el melanoma. Aunque menos común, el melanoma es el más agresivo y peligroso.
En los Estados Unidos, la prevalencia del cáncer de piel va en aumento. El Instituto Nacional del Cáncer calcula que en 2014 habrá:
- 76,100 casos nuevos de melanoma y 9,710 defunciones.
- 2 millones de casos nuevos de otros tipos de cáncer de piel aparte del melanoma, con menos de 1,000 defunciones.
El cáncer comienza en las células. Cuando las células normales envejecen o sufren daños, generalmente mueren y son remplazadas por células nuevas. Con el cáncer, nuevas células crecen cuando no son necesarias y aquellas que envejecen o están dañadas no mueren cuando deberían, formando una masa de tejido (un tumor). El cáncer de piel puede invadir el tejido normal y propagarse por todo el cuerpo.
Los tratamientos para extirpar o eliminar la enfermedad por completo dependen del tipo de cáncer de que se trate y de la etapa en que se encuentre. Antes de 2011, sólo cinco medicamentos estaban aprobados por la FDA para tratar el melanoma.
La mayoría eran medicamentos normales para quimioterapia que reducían el tamaño de los tumores, pero eran eficaces en menos del 15 por ciento de los pacientes, explica la Dra. Patricia Keegan, M.D., oncóloga de la FDA. “La mayoría de la gente que tomaba estos medicamentos no se beneficiaba mucho con ellos”, añade.
Desde 2011, la FDA ha aprobado dos medicamentos contra el melanoma y una combinación de tratamiento —Zelboraf (vemurafenib), Tafinlar (dabrafenib), y Mekinist (trametinib) en combinación con Tafinlar— que, en los estudios clínicos, redujeron el tamaño de los tumores en cerca de la mitad de los pacientes. Con el Zelboraf y otro nuevo fármaco contra el melanoma, el Yervoy (ipilimumab), los pacientes que tomaron esta medicación vivieron por más tiempo que los que recibieron la quimioterapia tradicional, señala la Dra. Keegan.
Una nueva esperanza para los pacientes con melanoma
El Yervoy es una nueva clase de terapia aprobada para el tratamiento de los pacientes con melanomas que no pueden extirparse quirúrgicamente y no se limita a aquellos con ciertas mutaciones de los genes. Este fármaco bloquea la molécula del antígeno relacionado con el linfocito T citotóxico (CTLA-4, por sus siglas en inglés) y ayuda al sistema inmunológico del cuerpo a reconocer, seleccionar y atacar las células de los tumores del melanoma. Los científicos llevan más de 100 años tratando de aprovechar esta capacidad, indica la Dra. Keegan.
“Hemos tenido mucha experiencia con vacunas antitumorales, con la esperanza de que el cuerpo del paciente ataque el cáncer como si fuera una bacteria externa, pero la mayoría de ellas han sido infructuosas hasta ahora”, señala la Dra. Keegan.
El Yervoy en realidad no ataca los tumores, sino que ayuda a que los glóbulos blancos del cuerpo reconozcan las células de los tumores como extrañas y las rechacen.
El Zelboraf, el Tafinlar y el Mekinist son medicinas personalizadas (una atención médica a nivel molecular diseñada a la medida) que se usan para tratar a los pacientes con melanoma cuyos tumores presentan la mutación del gen BRAF V600E.
¿Qué es lo que impulsa estos avances?
“La ciencia se está concentrando en las mutaciones conductoras —genes anormales de células cancerígenas que hacen que los tumores crezcan de manera incontrolable— y diseñando medicamentos para bloquearlas”, indica la Dra. Keegan. “No siempre funciona, porque los tumores a menudo encuentran otra salida cuando uno les cierra una puerta. Así que los científicos están trabajando en terapias múltiples que funcionan juntas para cerrar varias salidas”.
Combatir el crecimiento del cáncer es como construir una presa para controlar el agua que corre cuesta abajo por una ladera, elabora la Dra. Keegan. El agua (o el cáncer) encontrará otra salida. “Por eso necesitamos varias medidas de control que trabajen juntas para impedir que las células se multipliquen y se propaguen”, explica. “Si uno cierra una sola avenida, el cáncer podría encontrar una ruta alterna”.
Tal es el caso de una combinación de medicamentos terapéuticos que la FDA aprobó en enero de 2014. Juntos, el Mekinist y el Tafinlar tratan a los pacientes con melanomas metastásicos (en etapas avanzadas) o que no pueden extirparse quirúrgicamente. Estos fármacos bloquean las señales en diferentes puntos de la misma avenida molecular que fomenta el crecimiento de las células cancerosas.
Otro avance
La FDA también ha aprobado el primer medicamento para el tratamiento del carcinoma de células basales metastásico: el Erivedge (vismodegib). Para una pequeña fracción de la población, este tipo de cáncer es muy grave. Con frecuencia, los doctores no pueden extirpar ciertos tumores —quizás porque se presentan en la cara, la cabeza, la nariz o los párpados— y los pacientes terminan desfigurados. La gente que padece el síndrome de Gorlin —una forma poco común de cáncer de piel que puede afectar a muchas partes del cuerpo— es particularmente vulnerable, porque a menudo el cáncer reaparece o se propaga.
El Erivedge podría ofrecerles a estos pacientes alternativas que nunca antes habían tenido, al reducir el tamaño de los tumores y permitirles controlar las lesiones por meses a la vez, advierte la Dra. Keegan.
“Como oncólogos, aún estamos aprendiendo la mejor manera de usar el Erivedge para controlar estas lesiones tan dificultosas”, reconoce la Dra. Keegan. “El fármaco es eficaz para 30 a 40 por ciento de los pacientes, pero es un avance para ellos porque ya no les quedan más alternativas”.