Los Ángeles.- Un vaivén de emociones dejaron Emmanuel y Mijares con el conciertazo que ofrecieron la noche del viernes 13 de marzo en el Nokia Theatre de Los Angeles como parte del tour Two’r Amigos 2015, que realizan por Estados Unidos.
Sacaron a flote amores “enterrados”, removieron cada fibra de todos los que estuvimos ahí con sus canciones inolvidables, composiciones de calidad, talento y carisma.
Sólo unos cuantos fuimos los priviligiados, para ser exactos, 6 mil 200 personas que es la capacidad del reciento. Lamentablemente muchos se quedaron afuera porque fue un ¡sold out!
Al acercarse al recinto, era triste ver como cientos de personas buscaban boletos desesperadamente en reventa. Iban vestidos para la ocasión confiados en que encontrarían, pero muchos no corrieron con buena suerte.
La algarabía de los que poco a poco llegaban era tanta, que no dudaron en tomarse la foto del recuerdo en la marquesina del Nokia y comentaban emocionados de los temas que más querían escuchar.
Lo que más me sorprendió, fue que algunos estaban dispuestos a pagar en “reventa” tickets hasta de 400 dlólares cada uno con tal de ingresar a disfrutar del show.
Puse a prueba a un fan que preguntaba insistentemente si me sobraban boletos. Al verlo tan desesperado, le contesté que sí. Sin preguntar si lo vendía, cuestionó a cuánto. Sin dudar, le respondí a que 400 dólares. De inmediato aceptó y empezó a sacar de su cartera billete por billete. Luego me dijo que necesitaba uno más para su pareja. Yo podría regresar a casita temprano y con 800 dólares extra.
Por mi cabeza pasaban tantas cosas. La tentación era mucha… peeero en mí imperó mi ganas de disfrutar del show Emmanuel y Mijares porque ¡no tiene precio!
Además en un rinconcito de mi cerebro me “pellizcaba” mi ética periodística. Le tuve que decir la verdad al desolador seguidor: “No te creas, yo no me deshago de mis boletos. No los tengo a la venta”.
El rostro del hombre se entristeció, luego se me quedó mirando como recordándome a mi progenitora. Al final sonrió y siguió a toda velocidad buscando dos boletos para no perderse del concierto. Ya no supe qué fin tuvo.
En lo personal, estaba segura que con esos exponentes musicales, el show sería de primera. A eso se le agrega que son de mis preferidos porque con sus canciones me convertí de niña a mujer. Cómo olvidar mi juventud que esa noche salió a flote más alocada que antes.
Gocé, disfruté el conciertazo. Canté a todo pulmón los temas “corta venas” y bailé como endemoniada con las canciones más movidas.
Unos me criticaban para mal, pero me valió! Otros que creen conocerme se sorprendieron al verme peder la cordura, lo que nunca había hecho públicamente. Como verán a unos incomodé y a otros divertí sin robarles “cámara” a los protagonistas del espectáculo.
Aquí tampoco quiero robar show, mejor les cuento lo que se vio en el escenario por casi tres horas. Fue pura camaradería. Emmanuel y Mijares cumplieron con el objetivo: conquistar a los angelinos.
Y lo logaron , eso que ni qué porque no fui la única que se emocionó.
Emmanuel bailó y dominó más. Mijares se notaba preocupado, como que le pesaba soltarse y demostrarnos aquellos pasitos de baile de su juventud. Lo trató, pero no convenció mucho.
En el plano musical, juntos nos deleitaron cantando con “Corazón de Mela”, “Baño de Mujeres”, “No hace Falta”.
Y cuando le tocó el turno al tema “Enséñame”, Emmanuel dijo que hay que abrir los corazones a Dios para erradicar la violencia en América Latina.
“Corazones, ese corazón que está dentro del pecho de ustedes, esos corazones le tienen que abrir la puerta a Dios. Hace 15 años ocurrió algo en mi vida, y cada vez que me subo a un escenario le canto esta canción a María, nuestra madre, a Jesús que sufrió por todos nosotros.
“Nuestros países están sufriendo violencia y muchas familias que viven allá están sufriendo dolor, miedo y tristeza y ustedes también están sufriendo miedo, dolor y tristeza en silencio si no le abrimos el corazón a Dios, América Latina va a seguir sufriendo y le tenemos que abrir la puerta a Dios. Vamos a cantarlo”.
Previamente Emmanuel desgranó “El Rey Azul” y el tema “Ella”, promoción de su nuevo disco “Inédito”.
Cuando llegó a las clásicas como “No te puedes ir”, “Este Terco Corazón”, “Quiero Dormir Cansado”, “Detenerla ya” el público no dudó un segundo para desgarrar con todo sentimentalismo las letras de los temas a todo pulmón.
Lo mismo sucedió cuando le tocó el turno a Mijares con “Soldado del Amor”, “Para Amarnos Más”, “El Privilegio de Amarte” y “Uno Entre Mil”. A ese punto, la gente estaba enloquecida. Ovacionaba de igual manera a uno que a otro.
Luego, Emmanuel deleitó con la melancólica “Con Olor a Hierba” y luego complació con “Tu y yo”.
La aparición de Mijares cantando “Al Final” agradó a la audiencia.
Al ver al público enloquecido, Emmanuel pregunta: “¿Cómo van? ¿Aún les quedan ganas?”.
Y al recibir una entusiasta afirmación, Emmanuel no dudó en recetar “El Breve Espacio”, que apaciguó a los miles de bailarnes que se habían apoderado del lugar sumiéndolos en sus butacas. Mientras unos evocaron sus malas experiencias en el amor con largos supiros, otros se abrazaron a sus parejas disfrutando del desgarrador tema.
Mijares ejecutó la guitarra con gran maestría convirtiendo el momento en una verdadera obra de arte.
Luego, juntos interpretaron “No hace Falta”, y el cierre fue espectácular.
Emmanuel y Mijares se despidieron con “Toda la Vida”, dejando muchos corazones llenos.
Definitivamente, un concierto para repetirse.