Por Alicia Alarcón
No tomar 20 minutos de un día en que la televisión, el trabajo o la casa ocupan la mayor parte de la rutina para votar, equivale a ¨Me vale.¨
Esto fue lo que prevaleció el pasado martes 5 de junio en California.
El Estado que durante meses ocupó los encabezados de los periódicos como el líder de la Resistencia contra el actual Presidente, terminó como una noticia de desastre electoral por su mínima participación.
En el condado de Los Ángeles fue de un 13%. Los más ausentes fueron los latinos, los que habían figurado como el bloque que iba a darle una lección a Washington al sacar con su voto a personajes que han seguido la escuela del Presidente y que han utilizado, de manera especial, a los mexicanos como su perilla de boxeo.
Nada de eso sucedió y el Presidente festeja su triunfo. Sus soldados salieron triunfantes con bayonetas. Los mexicanos y centroamericanos no se presentaron ni con resorteras para luchar. Bastó un simple recorrido por las casillas electorales cerca del Este de Los Ángeles y Highland Park para palpar su ausentismo. La mayoría de los votantes fueron de raza blanca.
La ausencia de votantes mexicanos y centroamericanos permitió el ascenso a John Cox quien fue favorecido con dos tuits del Presidente con los que arengó a sus huestes para que votaran en masa por Cox y así acabar con las aspiraciones de Antonio Villaraigosa para ocupar el segundo lugar en la contienda. El primer lugar para la lucha por la gubernatura de California, la obtuvo el Vice Gobernador Gavin Newsom. Muy poco le sirvieron a Villaraigosa los 20 millones de dólares que para su campaña, le proporcionaron sus amigos a través de un comité independiente.
Los mexicanos con su apatía y los centroamericanos con su insensibilidad al sufrimiento de sus hermanos que siguen detenidos en centros de detención en condiciones insalubres sobre todo los niños.
¨Para que se vienen¨ , ¨Allá que se queden¨. Permitieron un avance republicano en California que costará mucho detener.
El daño ya está hecho, el triunfo de Cox al obtener el segundo lugar permitirá ahora al Presidente llamar a sus socios y amigos, muchos son billonarios residentes en California, para que depositen millones de dólares en la canasta del comité electoral de su partido y hacer todo lo que tengan que hacer para lograr mayores avances electorales como el triunfo de Cox. Ante las posturas antimigrantes de Cox, muchos afirman, ¨nunca va a ganar.¨ Eso mismo dijeron del Individuo que tenemos ahora en la Casa Blanca.
John Cox es un empresario muy poco conocido en California, pero que ahora, gracias al apoyo del Presidente, se ha convertido en héroe nacional que necesita ayuda para convertir a California en otro estado Republicano. Esta posibilidad, aunque lejana, puede convertirse en realidad si en Noviembre, la apatía y ¨El me vale votar¨ vuelven a imponerse entre los votantes mexicanos centroamericanos. Muy pocos fueron los que salieron a votar. No hay excusa para no hacerlo. Otra oportunidad, la más importante, se dará en Noviembre.