De las tres ciudades que avanzan en la lucha para eliminar la falta de vivienda, Bakersfield destaca porque en el 2020 acabó con la indigencia crónica cambiando la forma de pensar y creencias.
La falta de vivienda es una de las principales preocupaciones de los votantes en ciudades de todo el país, pero las otras dos ciudades que están logrando avances dramáticos para abordar la crisis son Houston y Columbus.
Houston reubicó a más de 25 mil personas en viviendas permanentes desde 2011, lo que resultó en una disminución del 64 por ciento en la falta de vivienda, mientras Columbus en 2018 tuvo una tasa del 70 por ciento de resultados de vivienda exitosos.
En una conferencia virtual organizada por Ethnic Media Services, los oradores de primera línea en cada ciudad compartieron las estrategias que usaron para lograr reducir el problema de vivienda, social y ambiental.
“Este no es un problema individual, sino un problema comunitario”, dijo tajante Mary Scott, quien encabeza el equipo ejecutivo de Open Door Network (anteriormente Bakersfield Homeless Center y Alliance Against Family Violence and Sexual Assault).
La ejecutiva explicó que la indigencia crónica «funcional cero» significa que en Bakersfield tienen menos de tres personas en la comunidad que experimentan falta de vivienda crónica.
Scott explicó que la población sin techo de Bakersfield, la ciudad más grande del Condado Kern, es muy diversa y está esparcida en desiertos, montañas, campos agrícolas y otros lugares.
‘La indigencia tiene muchas caras”, expresó. “La mayoría de las personas está separada de la indigencia solo por un cheque”.
Dijo que terminaron con la indigencia crónica, personas que viven en la calle durante un año consecutivo, tienen cuatro episodios de vivir en la calle y tienen una discapacidad documentada, gracias a la estrategia de relaciones con autoridades de vivienda, indigentes, autoridades municipales, del condado, iniciativa privada y miembros de la comunidad.
“Nuestros líderes y nuestro personal en primera línea y nuestra colaborativa para la gente sin techo es increíble y valiente”, dijo. “Nadie tuvo miedo de fracasar primero para obtener el éxito al final del día”.
Dijo que cuesta encontrar propietarios dispuestos a alquilarles a nuestros inquilinos que casi no tienen ingresos.
Explicó que también resolver la indigencia abordando sub grupos de personas sin hogar divididas en indigentes con enfermedades crónicas, jóvenes, veteranos, personas mayores y familias.
“Sus barreras se convierten en nuestras responsabilidades”, dijo.
Scott agregó que también implementaron tácticas innovadoras como asociarse con las autoridades para conseguir cupones de vivienda, unidades de bajos ingresos y propietarios comprometidos con los localizadores de viviendas y el ‘Proyecto Milestone’ que está renovando moteles para convertirlos en unidades residenciales.
La ejecutiva informó que también crearon un programa como Zillow para eliminar las barreras de la vivienda e incentivos para propietarios para alquilar a nuestra población sin techo.
“Tenemos incentivos que están atados con servicios de cuidado y nos aseguramos que nuestra gente no esté sola durante esta difícil transición a la vivienda independiente”, comentó Scott.
Pero la disminución de la indigencia en Bakersfield no se vive en el resto de California, donde al menos hay unas 60 mil personas sin hogar, dijo Matthew Lewis, vocero de California YIMBY, una organización que aboga para poner fin a la escasez de vivienda.
“Las personas que no tienen hogar no solamente es porque sufren de enfermedades mentales, usan drogas o son criminales como muchos piensan, no, muchos han perdido sus casas.
“La poca disponibilidad y accesibilidad de viviendas llevó a California a una crisis de indigencia severa, incluso, este estado, es el que tiene este problema mas fuerte del país”.
Dijo que Los Ángeles, Nueva York, San Diego y San Francisco tienen el mayor desarrollo de empleos en los últimos 30 años, pero al mismo tiempo han registrado un colapso en la construcción de vivienda a partir de 1990.
“Las ciudades que han construido más vivienda tienen las mejores tasas de desamparo”.
Lewis opinó que California necesita más fondos para viviendas subsidiadas y accesibles.
“Tenemos que asegurarnos de que no haya discriminación de la sección ocho, lo cual es rampante en todo el mercado de la vivienda. Y realmente necesitamos derribar los muros que las ciudades han levantado para permitir la integración de comunidades económicamente diversas”.
Crean red de prevención
“Cada una tiene sus barreras especificas”, expresó. “Tenemos que trabajar y conectar entre organizaciones para cada status y barrera específica.
Por su parte, Marcus J. Salter, Marcus J. Salter, especialista en Estabilidad de Vivienda en los Servicios de Mediación Comunitaria de Ohio Central, dijo que la Junta de Refugio Comunitario de Columbus desarrolló una red de prevención de personas sin hogar compuesta por proveedores de vivienda y agencias de salud mental.
“Trajimos más propietarios a bordo, no para venderles a los inquilinos mismos, sino a los servicios de apoyo que tenemos para mantener a las personas alojadas”, comentó.
La junta alinea la planificación de la vivienda con las fuentes de financiación y colabora con 20 agencias locales para orientar los recursos para abordar las necesidades de las familias, las personas mayores, los jóvenes, los veteranos y otras personas que están crónicamente sin hogar o en riesgo de quedarse sin hogar.
Ana Rausch, vicepresidenta de operaciones del programa en Coalition for the Homeless, Houston, TX, una organización que reúne a más de 100 organizaciones sin fines de lucro y agencias gubernamentales locales, dijo que consideran que la vivienda y los servicios de apoyo son realmente la única forma de resolver permanentemente la falta de vivienda.
Agregó que en enero de 2022, el Programa de Vivienda Comunitaria COVID (CCHP) logró albergar a 7 mil 700 personas.
“Nuestros socios y patrocinadores se unieron para identificar los objetivos comunes para el sistema de respuesta para personas sin hogar”, comentó.
Indicó que desde 2011 hay una disminución en la falta de vivienda general de un 63 por ciento, de la falta de vivienda crónica en un 69 por ciento y de la falta de vivienda familiar en un 82 por ciento.
Aseguró que la falta de vivienda para veteranos terminó en 2015.
“Actualmente 1622 personas residen en un refugio de un total 3124 personas sin hogar”, dijo. “El 95 por ciento de las personas apoyadas se quedan alojadas”.
Añadió que usan el modelo Housing First.
“Tomamos a alguien de las calles y lo ubicamos en un refugio, y una vez que se siente seguro, bajo un techo y con el estómago lleno, se enfocan en los problemas que podría llevado a quedarse sin hogar”, expresó Rausch.