La decisión de la Corte Suprema al dictaminar que el dibujo de los distritos electorales de Alabama violaba los derechos de los votantes negros y que debía establecerse un segundo distrito electoral con una mayoría de afroamericanos, es considerada por expertos legales y activistas como una victoria.
El pasado 8 de mayo, la Corte Suprema de los Estados Unidos sorprendió a muchos observadores cuando el juez conservador Brett Kavanaugh se unió al juez John Roberts y a la progresista de la corte para dictaminar 5-4 que el mapa del Congreso de Alabama violaba la Sección 2 de la Ley de Derechos Electorales, al diluir los votos de los residentes negros del estado.
La decisión sobre Allen vs. Milligan fue vista como una excelente noticia por los defensores del derecho al voto, especialmente después de años de malas noticias de los tribunales en esta área. El caso puede afectar uno similar pendiente en Luisiana y al menos otras 30 demandas de redistribución de distritos en 10 estados.
Thomas A. Saenz, presidente y consejero general del Fondo Mexicano Americano de Defensa Legal y Educación, dijo que la sentencia de la Corte Suprema es muy importante para las Contiendas por el derecho al voto.
“Sin embargo, este juicio victorioso no significa que la lucha por el derecho al voto ya no pueda continuar. Por ejemplo, el caso no involucra el privilegio legislativo de rediseñar los distritos electorales, es decir, cuando los legisladores discuten la planificación de los distritos electorales a puertas cerradas, no pueden divulgar el contenido de las discusiones ni divulgar evidencia relevante”, explicó.
El activista agregó que el caso hubiera sido imposible de ganar sin evidencia de intención discriminatoria.
“La verdad es que nunca consigues este tipo de evidencia tan contundente, en esta época, porque los legisladores y los que dibujan las líneas (electorales) tienen mucho cuidado cuando lo hacen”, indicó.
Saenz también señaló que la decisión del 8 de junio llega demasiado tarde para deshacer el daño causado por los mapas manipulados en una gran cantidad de estados que se usaron durante las elecciones intermedias de 2022, negando efectivamente a los votantes negros y a los votantes de color la representación.
Nuevo impetu
Por su parte, Evan Milligan,demandante principal en el caso Allen v Milligan y director ejecutivo de Alabama Forward, opinó que no podía creer la noticia de la victoria después de años de desesperanza.
“La victoria de este caso inspirará a la gente a creer en la democracia y la libertad, y está muy agradecido con su familia que lo apoyó, amigos y comunidad”, dijo.
Para Milligan, el resultado significa que están diciendo al estado de Alabama y a otros estados del país que el comportamiento deben ser neutral. “Tal vez no nos den más rendiciones de cuenta, pero al haberlo hecho en los tribunales, eso nos da ímpetu, particularmente para las personas que estamos preocupados por el país y que tenemos pérdidas tras pérdidas, con una moral bastante baja”, dijo Milligan refiriéndose a otros casos en el que se enfrentan a la disminución de sus derechos como votantes como el del condado de Shelby (Alabama) contra Holder que tienen 10 años. Sentando bases Stuart Naifeh, gerente del proyecto de redistribución de distritos en NAACP Legal Defense & Educational Fund, Inc. (LDF), dijo que el fallo de este caso es sin duda una victoria y vale la pena celebrarlo. “La población blanca en Estados Unidos está disminuyendo gradualmente, mientras que la población de color está aumentando gradualmente. Este juicio sentará las bases para que las personas de color luchen por el derecho al voto en el futuro”, dijo.
Explicó que aveces los mapas dividen a las comunidades de color en varios distritos, de modo que su influencia en un distrito específico se reduce al mínimo. “Y Alabama hizo ambas cosas agrupando a un gran número de votantes negros en una sola mayoría”, añadió Naifeh.