La Sister Trini López trabaja desde hace 40 años en áreas vulnerables de Los Angeles sembrando amor, valores y ética. Actualmente empodera a la mujer para aportar su granito de arena y lograr comunidades más seguras
Con la filosofía de empoderar a las mujeres para mejorar las comunidades, Sister Trini López, como le conocen en el Este de Los Ángeles desde hace más de 40 años y que forma parte de la Congregación de Hermanas del Angel de la Guardia, llegó de España con el propósito de trabajar y ayudar a la comunidad latina más vulnerable.
Décadas después, la religiosa respira hondo con gran satisfacción al ver volar a las mujeres que un día llegaron a su red de ayuda Nuevo Amanecer llorando y baja autoestima, pero que ahora son orgullosas propietarias de negocios, mejores personas, mujeres, madres de familia o facilitadoras que ayudan a otras mujeres con los conocimientos adquiridos.
“Todo vale la pena”, expresa. “Empoderando mujeres se puede lograr educar y mejorar el nivel de las familias, lo que luego se refleja en la comunidad”.
Cientos de mujeres, como las que logró reunir el pasado 9 de marzo para celebrar el Día Internacional de la Mujer en la Iglesia Resurrección, reconocen la labor y contribución de Sister Trini para mejorar comunidades y confiar en las mujeres para lograrlo.
“Ella transforma mujeres, les saca sus virtudes y talentos porque considera que las mujeres son la parte esencial de la familia y la que logra transmitir buenos valores a los hijos. Y eso ya se refleja en nuestra comunidad. Mas valores, menos pandillas. Mas educación, menos pobreza.
“Y eso es obra en gran parte de la labor de Sister Trini”, opinó Leticia Almaraz, “Como dice ella, ‘todas nacemos con alas, pero tenemos que aprender a volar’. Y nos enseña a volar y nos saca de la depresión para trabajar por las familias y comunidades”.
Pilar comunitario
Para lograr transformaciones palpables en la comunidad, Sister Trini no tiene una varita mágica, tiene mano dura y mucho carisma.
Pero eso no es suficiente, también tiene lo principal: La ayuda divina.
La religiosa llegó a Los Ángeles en la época que las comunidades latinas estaban invadidas por pandillas y vivió en sectores completamente infectados por la violencia, como el llamado Proyecto (viviendas para personas de bajos recursos) ubicado entre la Soto y la Whittier.
“Decidí vivir ahí para estar de cerca de la gente y apoyarlos. Mi cuarto estaba en un segundo piso, las balas lo atravesaban. También recibía amenazas en mi teléfono donde decía ‘te vamos a matar’. Estaba rodeada de pandillas. Eso fue en los 80’s
“Ahí conocí realmente la vida”, expresó. “Vi a muchas mujeres sufrir porque tenían hijos pandilleros, o porque les mataron a sus hijos por andar en malos pasos y a muchas mas que tenían hijos presos por matones. Sobreviví a todo eso, y aquí seguimos con la ayuda de Dios”.
Sister Trini agregó que desde que llegó a la ciudad siempre ha trabajado por el bien de la comunidad, experimentado situaciones “alucinantes” que, aunque tristes o difíciles, nunca la han doblegado.
Antes de retirarse, la monjita, como también la dicen, fue maestra de inglés en High School, catequista y ayudaba a familias enteras en diferentes Iglesias y visitaba y educaba a jóvenes presos.
Cuando se retiró, Sister Trini regresó a España, pero con una asignatura pendiente.
Un Nuevo Amanecer
La religiosa contó que en su vida de jubilada decidió regresar a Los Ángeles porque sentía la necesidad de ayudar y trabajar por los pilares de la familia: Las mujeres.
“Sentía que tenía que llenar ese vacío. Ese vacío era hacer algo para ayudar a las mujeres que había visto sufrir por violencia, abusos o problemas en general. Las ví llorar y suplicar por ayuda, pero nadie las atendía. Fue entonces que decidí hacer algo con causa para ayudarlas”, comentó.
Fue así que Sister Trini creó la organización sin fines de lucro Nuevo Amanecer Mujer Integral hace 12 años para ayudar a mujeres que viven en ambiente de violencia doméstica y con baja estima.
“También reconstruimos familias disfuncionales”, agregó. “La formación que se lleva a cabo aquí es en todas las facetas de la vida: Mente, corazón, espiritualidad”, expresó.
En la organización llevan a cabo talleres de autoayuda, programas de formación profesional, retiros, actividades y celebraciones de manera gratuita.
“Contamos con un grupo de profesionales que dan consejerías y apoyo a las mujeres que lo necesitan”, añadió.
La religiosa preparó a 15 personas, todas mujeres, que la apoyan con los grupos de apoyo en la comunidad en los centros: San Francisco, Soledad Centro-Maravilla, Nuestra Señora de Lourdes, Guadalupe Hammel, San Alfonso, Nuestra Señora de Talpa, Santa Maria, Resurrección, San Francisco y Nuevo Amanecer.
“En esos sitios se reúnen la mayoría de las mujeres porque, por falta de transporte, no todas pueden venir a la matriz. De esta manera les facilitamos la oportunidad de superarse, crecer o necesitan apoyo cerca de sus casas porque entendemos que la mayoría regresa a sus casas cansadas del trabajo”, destacó.
Dijo que cada año viven cambios positivos en las familias y el área.
“Poco a poquito estamos viendo como todos salen adelante y es satisfactorio saber que uno es parte de todo esto desde nuestra trinchera. Seguiremos inyectando valores y espiritualidad para ser mejores”, dijo.
Sister Trini recordó que las narrativas de historia que ahora escucha de las mujeres son mas positivas.
“Por ejemplo, una señora me dijo que tenía ahorrado dinero para comprar su casa, pero decidió invertirlo en la universidad de su hija. Eso son valores ¡Eso es fantástico!
“En una reunión, preguntamos quienes tienen hijos en la Universidad, y todos levantaron la mano. Quiere decir que cambiando las mujeres, cambian las familias, cambian las comunidades, cambia el mundo”, manifestó.
Transforma vidas
“Las herramientas que me ha dado Nuevo Amanecer es tener mejor comunicación con mi familia. En general he recibido un millón de bendiciones. Soy mejor persona, mejor mujer, mejor madre, mejor esposa, mejor hermana y me siento inspirada”, opinó Irma Leticia Torres Sauceda,de 50 años.
Dijo que en el 2012 recurrió a la Sister Trini porque se sentía agobiada y sin saber a quién recurrir por la situación de falta de comunicación con su familia y por tener que lidiar con dos hijos especiales a quienes no sabía cómo ayudar.
“Vi un cambio rápido y positivo en mi, luego me convertí en voluntaria, y me encanta porque para mi es una misión que Dios me dio, agradecida por tener esta bendición de superarme y ayudar a otras mujeres a ser mejores”, comentó Torres Sauceda.
Por su parte, Abelina Echeverría, confesó que Sister Trini la animó a sentirse segura de sí misma, lo que le ayudó en el resto de su vida personal y profesional.
“La conocí cuando tenía 14 años y desde entonces me delego responsabilidades que nunca pensé que podría realizar y que me hicieron una mejor persona y mujer”, comentó.
Maria de Lourdes Silvia,residente deCudahy, reconoció que Nuevo Amanecer que lidera Sister Trini levantaron su autoestima cuando experimentaba una mala racha en su vida.
Silva contó que en el 2001 recibió noticias que cambiaron su vida 380 grados. A su hijo de tres años le detectaron autismo, su madre falleció en México y a ella le diagnosticaron esquizofrenia, casi todo al mismo tiempo.
“Nuevo Amanecer me levantó la autoestima. Cuando llegué a este grupo estaba muy decaída, sin ánimos, muy vulnerable. Pasé por momentos muy difíciles, afortunadamente llegó a mi vida la Sister Trini, la conocí en la Iglesia del Sagrado Corazón de Santa Maria Guadalupe, y desde entonces, la sigo.
“Mas que yo ayudarle, ella es la que me ayuda a mi todos los días porque me mantiene ocupada, me da responsabilidades. Me siento útil y parte de una comunidad”, expresó. “Eso es bueno para mí y para mi familia porque estando bien yo, ellos están bien”.
Denuncia el odio llamando al (833) 866-4283 o al 833-8-NO-HATE, se pueden realizar de forma anónima de lunes a viernes de 9 a.m. a 6 p.m.
Información adicional en: https://www.cavshate.org/ (eligiendo español como idioma)Nota: Este informe es parte de la serie de trabajos que desarrolla Impulso Newspaper con Stop The Hate (STH), gracias a la financiación proporcionada por el Estado de California y administrado por la Biblioteca del Estado de California (CSL) en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos Estadounidenses de las Islas Asiáticas y del Pacífico de California (CAPIAA).