Ante los resultados de un estudio de Cochrane que arroja dudas sobre la eficacia de las máscaras N95 y los respiradores P2 como salvaguardas efectivas contra las infecciones por Covid, algunos expertos argumentan que son una herramienta eficaz para contener la propagación del virus.
Usar una máscara puede hacer poca o ninguna diferencia en la cantidad de personas que contrajeron una enfermedad similar a la gripe/una enfermedad similar a la COVID, afirman los investigadores, basándose en datos de 10 estudios.
Otros expertos afirman que las vacunas son la mejor prevención contra la infección y que las máscaras son innecesarias.
Ante el debate, Ethnic Media Services convocó a varios expertos que coincidieron en señalar que los ensayos controlados aleatorios (ECA) sobre el uso de mascarillas revelan que las tela no valen nada y que los tapabocas quirúrgicos azules utilizadas principalmente por los cirujanos evitan que sus bacterias entren en las heridas de sus pacientes, los espacios en ambos lados las vuelven inútiles para el público en general por lo que la conclusión de que esas máscaras tampoco parecen no hacer mucha diferencia.
‘Las mascarillas no son magicas’
El doctor William Schaffner, profesor de Medicina en la División de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, opinó que aunque las máscaras no son mágicas, se sugiere que las usen personas consideradas de alto riesgo.
“Veamos quién debería usarlos. Las personas involucradas son: mayores en entornos grupales, en interiores (en convenciones, servicios religiosos, entre otros), cualquier persona inmunodeprimida o con una afección subyacente como enfermedad cardíaca, diabetes, mujeres embarazadas”, dijo.
Sin embargo, añadió, no se puede controlar en todo momento el comportamiento de las personas con respecto al uso de mascarillas.
“Eso es algo que ciertamente no se puede hacer y, por supuesto, (las mascarillas) tienen que utilizarse correctamente”, afirmó.
También señaló que, en la mayoría de los casos, el uso de mascarillas iba acompañado de distanciamiento social.
“En ciertas comunidades, estábamos en un encierro. Nos quedábamos en casa. Así que hicimos todas esas cosas más o menos simultáneamente.
“Por lo que es difícil, casi imposible, determinar qué proporción de la reducción que vimos en Covid se debió al uso de las mascarillas por sí solas”.
Pero Schaffner recomendó que las personas de alto riesgo deberán usarlas de nuevo la próxima temporada de gripe.
“Ofrecerán otra capa de protección para protegerme a mí, una persona muy vulnerable, de adquirir una infección de otros”, dijo.
No más imposición al uso de mascarillas
Por su parte, la doctora Monica Gandhi, profesora de medicina y jefa de división asociada (Operaciones Clínicas/Educación) de la División de VIH, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global en UCSF/San Francisco General Hospital, dijo que no se debe imponer más el uso obligatorio de la mascarilla.
“No creo que podamos seguir imponiendo a la población el uso obligatorio de mascarillas”, afirmó, “Un estudio danés concluyó que el uso de mascarillas era muy poco eficaz”, agregó.
También especificó que durante la oleada de la variante Delta, el Condado de Orange, en California, no impuso el uso de mascarillas, mientras que el cercano Condado de Los Ángeles sí lo hizo, y no hubo diferencias en las tasas de transmisión o mortalidad.
“Lo más importante es que las tasas de vacunación hicieron la diferencia”, afirmó.Vivimos en el mundo real y las máscaras no funcionan. No somos maniquíes y usar máscaras debajo de la nariz o enrollarla alrededor de la oreja, es inútil.
“En un mundo perfecto, un respirador que se ajusta muy bien a todos los seres humanos reduciría los patógenos respiratorios, pero no fue así, y esa también es la conclusión de Cochrane”, explicó Gandhi.
Dra. Mina Hakim, especialista en pediatría, Centro de Salud Familiar South Central, estuvo de acuerdo con Gandhien cuanto a que la mascarilla no marca la diferencia.
“Los resultados del estudio fueron claros en el sentido de que las mascarillas quirúrgicas, las mascarillas N95, no marcaron ninguna diferencia en la transmisión del COVID o de la gripe”, afirmó.
Opino que la mascarilla es una pequeña pieza de un escudo mucho mayor contra el COVID.
“Yo utilizaría la pieza más grande del escudo, que es una vacuna, y no recomendaría las mascarillas para la población general”, manifestó Hakim.
Al igual que Schaffner y Gandhi, recomendó las mascarillas para las poblaciones vulnerables.