Cuando el Congreso y el presidente no pueden llegar a un acuerdo sobre el presupuesto y las agencias federales se quedan sin fondos financieros para operar, el Gobierno tiene que suspender todos los servicios y actividades no esenciales.
Cuando esto pasa, la ley no permite que los empleados federales trabajen, excepto en situaciones de emergencia. Esta situación afecta una variedad de servicios que el público en general recibe del Gobierno.
Durante cierres pasados —el más largo ocurrido por 21 días de 1995 a 1996— hubo:
-Demoras en la emisión de cheques del Seguro Social, Medicare y veteranos
-Cierres en todos los parques nacionales y los museos administrados por el Gobierno federal
-Interrupción a la atención de solicitudes de pasaportes y visas
-Interrupción de la limpieza de sitios de desecho tóxicos
Sin embargo, en cierres pasados, el Servicio Postal continuó su funcionamiento y los empleados a cargo de la seguridad nacional siguieron trabajando.
El Congreso y el presidente tuvieron hasta el 30 de septiembre para acordar el presupuesto del Gobierno. Al no haber llegado a un acuerdo, las agencias federales suspenderán sus operaciones hasta que se apruebe una ley de financiamiento para el Gobierno.