Los Ángeles.- Tras casi dos años de guerra entre Israel y Hamás, la niñez de Gaza experimenta la peor y caótica situación de la extrema hambruna.
Expertos coincidieron en señalar que algunos infantes y adultos no comen nada hasta tres días seguidos debido a la escasez de alimentos que impera debido a diferencias políticas.
Los padres ponen en riesgo sus vidas en busca de alimentos. Algunos mueren en el intento, otros resultan heridos y empeoran su situación familiar.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (UNICEF) informa que en Gaza han muerto más de 60 mil personas, de las cuales 18 mil son niños, desde que empezó el conflicto.
Durante la conferencia “Feeding Gaza’s Children — When Starvation is a Moral Imperative” organizada por American Community Media, Alex de Waal, director ejecutivo de la Fundación para la Paz Mundial y experto en hambruna y atrocidades masivas de la Facultad Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad de Tufts, dijo que no se necesitan pruebas o análisis para determinar que la población de Gaza agoniza.
Además, la mayoría de los dos millones de habitantes de Gaza han sido desplazados y n o tienen hogar, agua potable ni acceso constante a alimentos.
Durante meses, muchos se han enfrentado a lo que las agencias internacionales describen ahora como niveles catastróficos de hambre a pesar de las reiteradas negaciones de las autoridades israelíes, el consenso mundial es claro, Gaza está al borde de la hambruna extrema.
Líderes religiosos, grupos humanitarios y jefes de Estado de todo el mundo, incluido el presidente Donald Trump, han reconocido que la hambruna está ocurriendo.
“Lo que hemos visto en los últimos meses es un declive catastrófico”, opinó Waal. “Mas de 875 personas han muerto tratando de conseguir comida, y 674 de ellas en las cercanías de los sitios de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF)”.
Dijo que el sistema Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) determinó quese avecinaba el peor escenario de hambruna.
“Se observa que la situación empeora gradualmente y estamos en ese punto de escalada. Y lo que temo es que, a medida que esta escalada se intensifica y que el número de niños que mueren de hambre aumenta rápidamente cada día, será mucho más difícil estabilizar la situación para que vuelva a la normalidad”, explicó.
UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia pidió la semana pasada que se incrementará el tráfico humanitario y comercial hacia Gaza, instando a «inundar la Franja con suministros utilizando todos los canales y todas las puertas» para combatir el aumento vertiginoso de las tasas de mortalidad que acompañan a los bloqueos de la ayuda, la guerra y el hambre.
» Aunque antes de octubre de 2023, las condiciones en Gaza no eran óptimas, no existía un gran número de niños desnutridos y había altas tasas de vacunación y cobertura sanitaria y el estado nutricional y de salud de la población era, en general, bueno «, comentó.
Dijo que existía una situación en la que la población de aproximadamente dos millones de personas dependía casi por completo del suministro de alimentos, medicamentos, agua y combustible que estaba bajo el control de Israel.
Agregó que después de que Israel tomó medidas de asedio total a Gaza y que impidió la entrada de alimentos y productos básicos durante siete semanas, se produjo un asedio parcial de entrada de algunos alimentos y otros productos básicos y variaba la cantidad que permitía entrar.
“También lanzó una campaña militar, tanto aérea como terrestre que atacó y destruyó objetos esenciales para la supervivencia. Y ese es un término clave, porque en el derecho internacional, la prohibición de la inanición no se refiere a los alimentos en sí, sino a los objetos esenciales para la supervivencia, que incluye alimentos, agua y saneamiento, vivienda, atención médica, entre otros.
“Hubo desplazamientos masivos. Se emitieron órdenes de evacuación para la población, por lo que la gente tuvo que abandonar sus hogares y se hacinaban en zonas desesperadamente superpobladas”, compartió.
A los 13 meses desde noviembre de 2023 a diciembre de 2024, agregó, CIF observó que la población alcanzaba un nivel de hambruna, pero sin superarlo.
“Cuando el IPC y FEWS NET (Famine Early Warning System network) advirtieron que esos umbrales de hambruna estaban a punto de superarse, Estados Unidos presionó a Israel para que brindara más asistencia y la mantuvo justo por debajo de ese umbral. Pero Israel no permitió la recopilación de todos los datos necesarios para dar fin a esa hambruna. Lo que hemos tenido en los últimos meses es un empeoramiento de la situación.
“Un asedio total, un colapso total de la disponibilidad de alimentos, lo que comenzó a principios de marzo, y mediados de mayo, se permitió la entrada de algunos alimentos, pero para entonces, las reservas de alimentos habían escaseado”, agregó.
Pero Waal dijo que no solo era necesario dar suficiente comida para todos, sino que realmente era necesario dar más, y que una de las razones es una distribución desigual de los alimentos.
“Son los más pobres, el 20 por ciento, los que están realmente en riesgo y son los últimos en conseguir alimentos del mercado o de la distribución general”, comentó.
Waal expresó que Naciones Unidas tenían alrededor de 400 ubicaciones de distribución de comida y contaba con un sistema confiable,
“Bueno, son seguros sólo en cuanto a la seguridad de los alimentos y los artículos”, expresó. “Pero no hay seguridad para la gente. Más de 800 personas han muerto intentando conseguirlo”.
Señaló que no se sabe quién asesina a esas personas, si Hamás, mercenarios, contratistas de seguridad privada o los propios hambrientos.
“No sabe quién está en esa multitud. También podrían entrar en pánico. Así que los pobres y vulnerables no pueden obtener estos alimentos. Son los fuertes quienes los obtienen.
“Israel dice que él organizó esto porque no quería que Hamás se hiciera con los alimentos porque llevaba meses alegando que Hamás robaba comida, pero gracias a las investigaciones de estadounidenses, sabemos que Hamás no robaba alimentos a gran escala”.
‘Sentimos que el mundo no nos ve como humanos’
Budour Hassan, investigadora de Amnistía Internacional sobre Israel y Palestina, ilustró ladesesperada situación de Gaza con el caso de una madre que no puede alimentar a sus hijos de cuatro meses y de tres años y medio: “Sentimos que el mundo no nos ve como humanos”.
“(Ella) dice que se siente culpable de haber dado a luz. Dice: ‘Soy débil ante mis hijos. No puedo oír sus llantos. Una vez, tuve que golpear a mi hijo para que se durmiera porque lloraba muchísimoy no pude hacer nada para ayudarlo .
«Dijo también que ella y su familia pasaron tres días sin comer porque la cocina comunitaria de su campamento de desplazados ya no funcionaba’”, compartió Hassan, quien habla con los afectados directamente .
Además contóque el esposo de esa madre resultó herido cuando intentaba encontrar comida para su familia.
“Me dijo que su esposo fue a pedir ayuda porque era la única opción, y que regresó herido. Entonces ella le dijo: “¿Qué sentido tiene que te lastimes o quedes incapacitado? Luego nos damos con otra carga”, comentó.
Hassan consideró que la hambruna no es algo que vaya a terminar por ahora porque no solo se requiere que se permita la entrada de alimentos, sino también porque deben evitar más propagación de enfermedades que están surgiendo.
“Estamos hablando de un sistema sanitario completamente devastador. Ahora estamos viendo cómo se propaga el síndrome de Guillain-Barré(trastorno neurológico poco común en el que el sistema inmunológico ataca los nervios periféricos del cuerpo)que también se debe en parte al hacinamiento provocado por la diarrea, está propagando la meningitis”, dijo.
Comentó quepara iniciar el tratamiento, se necesita un sistema sanitario funcional, algo que no existe en Gaza y que no se resolverá si entran más camiones.
“Debe haber un alto el fuego para que esto siquiera empiece a funcionar”, manifestó Hasaan.
‘Vi cómo la gente con la que estaba se moría de hambre’
Afeef Nessouli, periodista que acaba de regresar de nueve semanas de voluntariado en Gaza por parte de GLIA, una organización médica solidaria, dijo que durante su estancia en ese lugar, del 27 de marzo al 3 de junio de este año, le tocó ver a personas morir de hambre.
“Desde el 27 de marzo, la gente ya tenía hambre. Tenía un amigo que ya había perdido 85 libras. Probablemente ahora pesa unas 100. Pasó de ser un hombre corpulento, a un hombre con el rostro demacrado. Mide 1.83 y pesa 54 kilos”, dijo Nessouli, quien recientemente pasó nueve semanas en Gaza entregando ayuda humanitaria y enviaba reportes a The Intercept.
El periodista dijo que para abril del 2025, el 83 por ciento de las tierras ya no e ran cultivables y que el 83 por ciento de las flotas pesqueras están destruidas por la destrucción israelí.
“Estuve allí, viviendo y respirando, comprendiendo cómo es eso. El precio de los tomates y cebollas se disparó , y las latas de atún costaban en ese entonces entre 10 y 15 dólares. Los precios fluctúan, pero se están disparando. No hay suficiente efectivo. Yo perdí 5 kilos mientras estuve allí”, contó.
Dijo que él llevó una maleta de latas de atún que compartió entre los locales.
“La gente es extrema. Están siendo torturados. No hay otra forma de decirlo. Están siendo torturados ante tus ojos”, expresó.
Nessouli dijo que para entonces, los 170 comedores comunitarios se redujeron en mayo a apenas a docenas y estaban perdiendo comida.
“No había con qué trabajar, no había comedores comunitarios disponibles. Todos mendigaban constantemente,
Que pudiera compartir. No había provisiones. También tuve que ir al mercado y lidiar con los altos precios sin efectivo. Hay una red de corredores de efectivo no regulada, y la comisión es alta.
Recuerda que cuando finalmente llegó el GHF, algunas de sus fuentes y colegas recibieron disparos por la espalda intentando conseguir comida.
“Aparentemente francotiradores. Los médicos tenían cantidades exorbitantes de pruebas que demostraban que estos no fueron disparos accidentales, eran un intento de acorralar a la gente disparando contra la multitud, como si fueran una lluvia de disparos.
“O eran disparos muy deliberados, pero culpaban a Hamás, aunque mis fuentes no parecían compartir la misma opinión», agregó. “Pero hay hombres inestables y tienen armas, y hay mucha comprensión de lo que está pasando porque todos tienen hambre, serán los primeros en intimidar a la gente por comida. Es bastante obvio y comprensible, si llevas casi un año y medio pasando hambre, y hambre aguda desde el 2 de marzo”.
Para mediados de junio, añadió, ya había mucha gente dispuesta a hacer lo que sea para conseguir comida para sus hijos.
“Y esas personas ni siquiera son realmente las que acosan a la gente. Son las que son mental y psicológicamente inestables que han estado sufriendo tanta tortura durante meses. No hay ninguna conspiración aquí. Es decir, seguimos intentando convertir a Hamás en este actor que, si bien Hamás es problemático en muchos sentidos, no es la forma como Israel se pronuncia sobre ellos.
“A menudo no es la verdad, a menudo son acusaciones para salirse con la suya , inventadas, circunstancias que son creadas completamente por el propio Israel”, expresó. “Así que estando allí del 27 de marzo al 3 de junio, vi cómo la gente con la que estaba se moría de hambre”.
Compartió que él mismo experimentó hambre porque estuvo comiendo una vez al día durante un mes y medio.
“Fue duro, pero es mucho más fácil que comer una vez cada pocos días, como está pasando ahora”, expresó.
Nessouli opinó que la reconstrucción de Gaza será una tarea de gran magnitud.
“Dar reparaciones a las circunstancias es mucho más que solo comida.Tiene que ser un esfuerzo coordinado de todo el mundo para inundar a Gaza con dinero y alimentos para reconstruirla y para ayudar a la gente médicamente, porque no hay suministros.
“Cuando estás allí, no hay nada de justo en esto. Es un genocidio, es intencional. Hay varias cosas sucediendo a la vez a propósito, y el resultado es la tortura y exterminio de un grupo de personas”, expresó Nessouli.
