Juliette Landgrave y José Santos serán portadores de la excelente labor del centro de cáncer City of Hope al viajar en el carro alegórico “Mejor día de todos”
Los Angeles.- En 2022, a los años, Juliette Landgrave sintió dolor y un bulto en el pecho mientras se duchaba. Después de mamografías y pruebas de detección en un hospital del área del condado de Orange, se encontraron dos tumores.
A Landgrave le diagnosticaron cáncer de seno triple negativo, una forma invasiva de cáncer de seno que se propaga a un ritmo más rápido que otros tipos de cáncer de seno. Aunque las probabilidades estaban en su contra, ya que la tasa de supervivencia a cinco años para el cáncer de seno triple negativo es solo del 8 al 16 por ciento, eso no le impidió a Landgrave a estar totalmente comprometida a luchar por su vida.
“Voy a ser un modelo de supervivencia al cáncer de seno triple negativo. Voy a superar las probabilidades”, dijo Landgrave.
Ahora, la residente de Mission Viejo, California, compartirá su historia al mundo durante el Desfile de las Rosas 2025, como una de ocho sobrevivientes de cáncer y diabetes cuando viaje junto con sus doctores sobre la carroza número 51 de City of Hope, una de las organizaciones más grandes y avanzadas de investigación y tratamiento del cáncer en Estados Unidos, cuyo centro integral de cáncer nacional está clasificado entre los cinco mejores del país según U.S. News & World Report, y el cual contiene además un centro líder de investigación de la diabetes.
José Santos, 40 años, de Chicago, Illinois, es otro sobreviviente de cáncer proveniente del centro principal de City of Hope en Los Ángeles y sus ubicaciones en el condado de Orange, California; Atlanta; Chicago; y Phoenix, representando una de las redes de centros avanzados de cáncer más grandes del país y su modelo único e integrado, que combina investigación biomédica de vanguardia con experiencia clínica de renombre mundial para ofrecer los tratamientos más innovadores, al tiempo que promueve un acceso más equitativo al cuidado del cáncer.
El lema del desfile de este año, “El mejor día de todos”, resalta los momentos que hacen que la vida sea extraordinaria y demuestra la belleza de experiencias compartidas.
Los participantes de la carroza de City of Hope adoptarán este tema mientras celebran su supervivencia durante el 136 Desfile de las Rosas.
Con una altura de 20 pies y más de 50,000 flores, la carroza de City of Hope, titulada “Un Bello Día para la Esperanza”, incluye dos majestuosos pavos reales que enmarcan con sus alas la fuente y escultura Espíritu de la Vida mientras dos adultos llevan a un niño de la mano. Palabras inspiradoras que son clave en la misión de City of Hope se destacan alrededor de la carroza: Esperanza, Compasión, Descubrimiento, Amor, Innovación, Inclusión y más.
Cada sobreviviente que representa el sistema nacional de City of Hope compartió su valiente jornada como recordatorio de que nadie enfrenta esta lucha solo.
Cuando el primer cirujano de Landgrave le informó que la fecha de su mastectomía debía retrasarse tres semanas, ella simplemente no pudo aceptarlo y decidió buscar un nuevo equipo de atención. Su búsqueda la llevó al Centro Oncológico de la Fundación Lennar en City of Hope del Condado de Orange.
“Esta jornada me mostró cómo defenderme a mí misma. Realmente necesitaba médicos que pudieran estar ahí para ayudarme”, agregó.
Mientras estuvo en City of Hope del condado de Orange, Landgrave trabajó mano a mano con su equipo de expertos en cáncer de seno para ejecutar el plan de tratamiento adecuado.
Esto incluyó cirugía, quimioterapia con inmunoterapia y radioterapia. Landgrave se alegró al saber que su cirujana, Jennifer Tseng, M.D., directora médica de cirugía de seno en City of Hope del Condado de Orange, apoyaba completamente su deseo de someterse a una lumpectomía con radiación en lugar de una mastectomía.
La empatía y la amabilidad que experimenté en City of Hope son muy diferentes a las de otros lugares”, dijo Landgrave.
Antes de comenzar el tratamiento, Landgrave consideró sus planes para una familia ya que su objetivo era tener hijos en los próximos años. Sabiendo que enfrentaría problemas de fertilidad debido a los agresivos tratamientos contra el cáncer, decidió congelar algunos de sus óvulos.
Después de casi dos años de tratamiento, Landgrave ahora está libre de cáncer y comprometida a compartir su historia y crear conciencia, particularmente en la comunidad hispana, sobre el cáncer de seno triple negativo.
“Es importante para mí compartir mi viaje con mi comunidad. Soy hispana y los hispanos no hablan de cáncer. Quiero cambiar eso. Me siento bendecida de estar viva y contenta de que mi historia tenga un final feliz», dijo Landgrave.
Santos, un ingeniero de software de Chicago, descubrió que tenía cáncer colorrectal en etapa 3 en 2022, cuando tenía 37 años, lo que eventualmente lo llevaría a la extirpación total del colon.
En 2006, cuando tenía veintitantos años, Santos sufrió colitis ulcerosa (CU), una enfermedad autoinmune. Los síntomas de la CU pueden alterar completamente la vida diaria, y durante 16 años, eso es lo que sucedió.
Las personas con CU tienen un riesgo seis veces mayor de desarrollar cáncer colorrectal. Se cree que la inflamación crónica daña el revestimiento del colon, afecta el ADN y, en última instancia, aumenta la cantidad de mutaciones que promueven el crecimiento tumoral.
Santos no quedó del todo sorprendido cuando recibió el diagnóstico de cáncer. Era necesario reducir los tumores antes de que se pudiera intentar la cirugía. Santos recibió quimioterapia seguida de varias semanas de radiación. El tratamiento estándar para el cáncer colorrectal en etapa 3 es la extirpación de la porción enferma del colon y la conexión de las partes sanas para mantener la función intestinal normal.
Pero los médicos de Santos decidieron extirparle todo el colon, un procedimiento que duró seis horas. Requeriría practicarle una ileostomía: pasar el extremo de su intestino delgado a través de una abertura en su abdomen y colocarle una bolsa para recolectar los desechos. Este importante cambio de estilo de vida sería un desafío, pero el objetivo también pondría fin a sus 16 años de sufrimiento autoinmune: al no tener colon, no tendría colitis.
Más de dos años después, Santos no tiene evidencia de enfermedad. Como resultado, su colitis desapareció y ahora es más fuerte y saludable que en casi 20 años.
“El cáncer fue una bendición disfrazada. Me curó de mi CU”, dijo alegremente Santos.
El padre de Santos ha trabajado en el centro de cáncer City of Hope de Chicago como técnico vascular durante tres décadas, por lo que muchos miembros del personal han visto crecer al joven.
“Estaba delgado, demacrado y en silla de ruedas. De este niño flaco a este hombre robusto. Superó el tratamiento y ahora tiene una mejor calidad de vida que nunca”, dijo la oncóloga Laura Farrington, D.O., profesora clínica asistente en el Departamento de Oncología Médica e Investigación Terapéutica del centro de cáncer City of Hope de Chicago.