Por: Asociación Americana del Corazón
A nadie se le ocurriría pensar en la diabetes tipo 2 como un asunto del corazón. Sin embargo, el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales es mucho mayor en quienes padecen esta enfermedad que en los que no la padecen.
Noviembre es el Mes de la Diabetes y la Asociación Americana del Corazón recuerda que la diabetes es tratable, pero incluso cuando los niveles de glucosa están bajo control, aumenta enormemente el riesgo de sufrir cardiopatías y derrames cerebrales. Esto se debe a que los diabéticos, sobre todo los del tipo 2, pueden padecer diversas enfermedades que contribuyen a aumentar el riesgo de padecer condiciones cardiovasculares.
Entre estas está la presión alta, ya que existe una relación entre esta y la resistencia a la insulina. Cuando las personas padecen a la vez hipertensión y diabetes, que es una combinación frecuente, su riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares aumenta aún más.
Las personas con diabetes, además, suelen tener niveles de colesterol poco saludables, como colesterol LDL («malo») alto, colesterol HDL («bueno») bajo y triglicéridos altos, que también aumentan el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares, y es recomendable controlarlos.
La obesidad es otro factor de riesgo importante de enfermedades cardiovasculares y está estrechamente relacionada con la resistencia a la insulina. La obesidad y la resistencia a la insulina también se han relacionado con otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial. La pérdida de peso puede mejorar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, reducir la concentración de insulina y aumentar la sensibilidad a la misma.
La inactividad física es otro factor de riesgo modificable de resistencia a la insulina y enfermedades cardiovasculares. Hacer ejercicio y perder peso puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes de tipo 2, reducir la tensión arterial y ayudar a disminuir el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Cualquier tipo de actividad física de moderada a intensa es beneficiosa, como los deportes, las tareas domésticas, la jardinería o la actividad física relacionada con el trabajo.
Para una salud cardiovascular general, la Asociación Americana del Corazón recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana (o una combinación de ambas), además de actividad de fortalecimiento muscular de intensidad moderada a alta al menos dos días a la semana.
Otro riesgo es tener el azúcar en sangre mal controlada (demasiado alta) o fuera de los valores normales. La diabetes puede hacer que el azúcar en sangre suba a niveles peligrosos y puede ser necesario tomar medicamentos para controlar la glucemia.
Los diabéticos pueden evitar o retrasar las enfermedades cardiovasculares controlando sus factores de riesgo. Su médico debe realizar pruebas periódicas para evaluar si ha desarrollado alguno de estos factores de riesgo de ECV.
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