Valientes y decididas: operadoras de tren demuestran que sí se puede

Por: Especial

Cada vez más mujeres se abren paso en la industria del transporte, y eso es motivo de celebración. Durante el Mes de la Historia de la Mujer, te presentamos a Sandra Romero y Glenda Murrell, dos operadoras de trenes de la Línea E de Metro de la División 21

Sandra Romero y Glenda Murrell son operadoras de tren de la Línea E de Metro. / Fotos: Aurelia Ventura.

Por: Mey Lyn Mitteenn / El Pasajero

Los Ángeles.- Sandra Romero mide 5.6 pies de altura y pesa 150 libras, pero tiene la destreza de mover un tren ligero de 270 pies de largo y 1.5 toneladas de peso. Como operadora de trenes de la Línea E de Metro, transporta a cientos de pasajeros todos los días desde el Este de Los Ángeles hasta Santa Mónica.

Comenzó su carrera en Metro como conductora de autobuses, pero ocho años después, su curiosidad la llevó a preguntarse si también podría dirigir un tren. Durante su entrenamiento, aprendió sobre las partes del tren y el sistema operativo, los protocolos de seguridad, la señalización ferroviaria y más. “Era un mundo completamente nuevo. Lo más difícil fue aprender la comunicación por la radio. “¡No entendía lo que decían!”, recuerda Sandra. Pero no se rindió y pasó todas las pruebas.

Han pasado 10 años desde que Sandra se convirtió en operadora de trenes. Hoy, lo que más disfruta de su trabajo, además de no tener que lidiar con el tráfico, es ver la emoción en las caras de los niños al ver llegar su tren. “Sonríen y levantan las manitos para saludar”, dice. Sin embargo, enfatiza que el trabajo demanda responsabilidad y estar siempre atenta a la velocidad, a la presencia de trabajadores en las vías y de peatones o vehículos que podrían no seguir las normas de seguridad.

Sandra también es instructora de línea por lo que acompaña y brinda orientación a otros estudiantes que se capacitan para convertirse en operadores de trenes.

El camino de Sandra no fue fácil, sobre todo al principio. Cuando compartió su deseo de ser operadora de trenes, recibió comentarios desalentadores. “Algunos me dijeron que era muy difícil, y una persona incluso me dijo que no lo lograría”, recuerda. En su clase de capacitación, solo 5 de los 35 estudiantes eran mujeres. “Todo esto puede ser intimidante, pero mi curiosidad me impulsó a aceptar el reto y lo logré”, dice Sandra.

Gran parte de su determinación proviene de su abuelita Victoria, quien crió a Sandra en El Salvador hasta los 11 años. “Ella vivió la guerra civil, tuvo siete hijos y me enseñó a ser una luchona”, cuenta Sandra. Esa fortaleza la ha ayudado a superar obstáculos y desafiar las expectativas. “Creo que la única persona que puede detenerte eres tú misma”, afirma.

Los pasajeros también le preguntan a Sandra sobre su trabajo, especialmente sobre el reto de operar un tren tan grande. Ella les explica su función pero también los anima con seguridad: “No puedes vivir con temor, ¡inténtalo!”. Su mentora también fue clave en su éxito, guiándola paso a paso y dándole aliento. “El apoyo, no solo entre mujeres, sino de todo el equipo es fundamental para crecer”, enfatiza.

Glenda, quien disfruta mucho de su trabajo, es operadora de trenes desde hace 20 años.

Agrega que si tienes una meta, tú puedes ser lo que quieras ser. “Creo que deberíamos dejar de pensar que operar un tren es un trabajo de hombres… Es un trabajo para mujeres también”.

Actualmente, Metro cuenta con 464 operadores de tren en su fuerza laboral, de los cuales 139 (29.9%) son mujeres. ¡Pero queremos que sean más!

Otra operadora de tren que está marcando la diferencia es Glenda Murrell, quien comenzó como conductora de autobuses de Metro en 1977.  Hace veinte años, decidió desafiarse a sí misma y convertirse también en operadora de trenes. “Fue durante una clase en Metro que dos supervisores me animaron a intentarlo, y aquí estoy”, recuerda. “Cuando aprobé el curso, mi familia estaba muy orgullosa… Mi papá fue el más emocionado”.

El entrenamiento tuvo desafíos, pero Glenda siempre tuvo en mente que puedes lograr lo que te propongas. “Ten confianza en ti misma y, sobre todo, date la oportunidad de intentarlo”, afirma.

Hoy, lo que más disfruta de su trabajo es la conexión con sus pasajeros. “Conozco a varios por su nombre. Incluso hay uno que me dice ‘mamá’”, dice. “Lo conocí cuando viajaba en el tren con su hijo pequeño, y ahora el niño ya tiene 11 años”.

Sandra Romero y Glenda Murrell son compañeras en la División 21 en el centro de Los Ángeles.

Glenda ha sido elegida Empleada del Mes al menos dos veces y ha participado en el ‘Rail Rodeo’, una competencia que pone a prueba las habilidades de los operadores. Para ella, demostrar que sabes hacer bien tu trabajo es clave para enfrentar y superar los retos de ser mujer en esta industria. “Lo mejor es aprender lo más que puedas y estar preparada”, asegura.

A pesar de ser operadora de tren, Glenda nunca pierde su estilo personal. “Siempre uso maquillaje, perfume y, a veces, hasta perlas… Eso sí, mis zapatos siempre están muy brillantes”, dice con la sonrisa que la caracteriza. “Este no es un trabajo cualquiera”, afirma quien es madre de tres hijos. “Estar a cargo de un tren es algo especial”.

Sandra y Glenda, quienes son compañeras en la División 21 en el centro de Los Ángeles, coinciden en que compartir sus experiencias y abrir el diálogo sobre el trabajo de operadora de tren es fundamental para motivar a otras mujeres a unirse a la industria del transporte. “Ver que otras mujeres hacen lo que tú quieres hacer es importante… Ver que hay representación”, dice Sandra.

Las mujeres están logrando un gran impacto en Metro, para más información sobre trabajos, beneficios y oportunidades visita: www.metro.net/about/careers/

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