Por: Sandra Velázquez/Hoy Dallas
DALLAS — A Alicia Machado le emocionó hasta las lágrimas que Hillary Clinton la mencionara durante el primer debate presidencial que sostuvo frente a Donald Trump el lunes por la noche.
La venezolana dijo el martes que se sintió muy agradecida, «muy sorprendida» de que Clinton tomara en cuenta su historia. La candidata demócrata le echó en cara a Trump durante el debate el haberle llamado «miss piggy» y «miss- housekeeping, porque era latina» a Machado, insultos que el abanderado republicano no rechazó, al contrario; el martes ahondó en sus críticas a la venezolana, diciendo que su aumento de peso había sido un problema real.
Machado recordó que a los 18 años, cuando fue coronada Miss Universo (1996), sufrió insultos y maltratos de parte de Trump durante el ciclo de su reinado. «Siempre me trató como una poca cosa, como basura». Trump era parte del grupo que acababa de comprar el concurso y a Machado le tocó convivir de cerca con él.
«Hay muchas mujeres que se identifican conmigo», señaló la ex reina de belleza, en una llamada telefónica con medios de comunicación. La también actriz votará por primera vez en una elección presidencial de los Estados Unidos tras haber adquirido la ciudadanía este año.
Machado ahora se considera una activista contra el abuso y la violencia contra la mujer y espera que su mala experiencia le abra los ojos a los latinos en su decisión para votar.
«Nuestro físico no nos define, somos más que como nos vemos físicamente. Soy una mujer real, una mujer, una activista», declaró al mismo tiempo que reiteró su apoyo a Clinton: «Me quedó muy claro que ella es la persona correcta».
Acerca de su reinado, recordó que fue una de las Miss Universo más trabajadoras, que hizo 100 comerciales de publicidad y participó en muchas campañas.
También señaló que a Trump no lo ha vuelto a ver desde entonces, ni quiere volverlo a ver. «Después del año de Miss Universo estuve tratando de olvidar todo el abuso y malos momentos con él, [porque] la gente alrededor del mundo fue muy amable».
Machado dijo que tardó de tres a cuatro años para superar los desórdenes alimentarios que sufrió.