Por: Lupita Mendoza
Previo al Día de Acción de Gracias, cientos de personas vulnerables se aglomeran alrededor de uno de los comedores al aire libre más grandes de la nación en una fría madrugada para recibir un comida caliente, que sirve gratuitamente La Misión de Los Ángeles con la intención de llevar esperanza a la comunidad de la calle de la zona, que se caracteriza por vivir en condición de homeless.
Arropados hasta con cobijas, los asistentes agradecieron a los promotores del evento, a los miles de voluntarios que les sirvieron, entre quienes se encontraban el ex alcalde latino y ahora aspirante a la gubernatura, Antonio Villaraigosa.
Junto con Troy Vaughn, presidente y director ejecutivo de Los Angeles Mission, también se unieron la alcaldesa Karen Bass; la supervisora del condado de Los Ángeles Hilda Solis; el alguacil del condado de Los Ángeles Robert Luna; el vicealcalde de Personas sin Hogar Dr. Etsemaye P. Agonafer; y la abogada de la ciudad Hydee Soto-Feldstein, quienes se pusieron el delantal para servir a los más necesitados.
«Hay mucha gente que entiende que hay mucho sentimiento en esta ciudad y en este pais y todos tenemos la onligacion de ayudar a los desamparados», dijo Villaraigosa.
Como nunca antes visto en años anteriores, entre los asistentes ,en su mayoría afroamericanos, fue posible ver familias latinas enteras disfrutando, rezando y agradecidos por el platillo.
“Es la primera vez que venimos aquí. Queríamos darle algo calientito a nuestros hijos porque hace meses que no tenemos un techo porque es imposible pagar una renta”, dijo Jerónimo, quien se reservó su apellido. “Gracias a todas estas personas que se acordaron de nosotros este día. Estamos muy agradecidos”.
Precisamente, Vaughn, dijo que la idea es llevar amor y reparar corazones rotos por falta de vivienda y servicio de salud que enfrentan las personas que viven en carpas de plástico y cartón, o simplemente en bolsas de dormir, si bien les va.
“Gracias al Señor podemos hacer esto este día tan importante, “Hacemos de esto con ayuda de algunas personas con mucho amor. Alimentar a todas estas personas nos alimenta a nosotros el alma. Estamos igual de agradecidos”, comentó Vaughn. “Queremos darles comida y corazones calentitos para que sus esperanzas se reactiven”.
En el lugar se prepararon tres mil 600 libras de pavo, mil libras de macarrones, 90 galones de queso, 90 galones de salsa, 90 galones de salsa de arándanos, mil 200 libras de col rizada, tres mil piezas de pan y tres mil rodajas de cereza crujiente.