El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la COVID-19 era una pandemia, desde entonces se han perdido más de seis millones de vidas en todo el mundo a causa de la enfermedad, y la vida diaria se alteró de innumerables formas.
Algunos países ahora se están recuperando a un grado de normalidad aunque persiste la amenaza de otra ola de contagios inducida por una variante. Dos años después, ¿Qué hemos aprendido después de dos acerca del virus COVID-19 y las vacunas?
De acuerdo a expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) las lecciones hasta el momento son: la unidad, la existencia de inequidades y prepararse para lo inesperado.
“Hay muchas lecciones. Primero, aprender a vivir con el hecho de no saber qué va a traer el futuro y cómo lidiar con eso. “Debemos estar preparados para cuidarnos a nosotros y a los demás en caso de que aparezca otra pandemia porque la historia nos ha mostrado que no es la última.
“Lo que significa que esta pandemia no ha terminado”, manifestó. “También que en Estados Unidos la pandemia reveló Estados Unidos inequidades. Ahora tenemos una oportunidad grandísima para poder lidiar con esto para cuando aparezca la próxima pandemia podamos llegar a todas las personas porque tratar a todas las personas beneficia a cada uno de nosotros”, dijo John T. Brooks, MD, asesor científico sénior y CDC Emergency COVID-19.
Por su parte, Shannon Stokley, DrPH, codirectora del Grupo de Trabajo sobre Vacunas y Emergencia de los CDC, opinó que la pandemia dejó claro que todos los sectores de la sociedad deben unirse para atender por igual a todos los residentes.
“Esta pandemia ha demostrado que toma un esfuerzo de todos para lidiar con algo así.No se trata de un grupo o de un sector de la población, somos todos nosotros. Todos tenemos un papel que jugar y tenemos que hacer todo para proteger a nuestra familia, a nuestra comunidad y aprovechar todas las herramientas disponibles.
“Tenemos la suerte de tener las vacunas disponibles”, comentó. “Esta pandemia identificó muchas de las desigualdades , por lo que debemos hacer programas de otra manera como el que desarrollemos nuevas vacunas, o nuevas terapias, etcétera… Sea lo que sea en lo que es la salud pública, como cómo distribuir materiales para asegurarnos que todas las personas tengan acceso e identificar maneras de cerrar cualquier brecha”.
EL 95 % de estadounidenses inmunes
Actualmente los estadounidenses tienen el 95 por ciento de inmunidad, ya sea por haber sido vacunados o haberse contagiado previamente con el virus, sin embargo, expertos de los CDC advirtieron que la vacunación sigue siendo la medida preventiva más efectiva para todos, porque es impredecible saber cuándo viene la próxima variante o pandemia.
Los panelistas hablaron en una sesión informativa con patrocinada por Ethnic Media Services y el CDC acerca de la situación actual de la pandemia en los Estados Unidos y en todo el mundo.
“La variante BA2 representa el 35 por ciento de las variantes que circulan a nivel nacional. No hay evidencia de que esta variante de como resultado una enfermedad más grave, ni parece ser más probable que el sistema inmunológico la evada. Pero tiene una mayor transmisión en comparación con la variante BA1 que circuló en Estados Unidos., y tuvo un repunte en enero de 2021”, expresó Brooks.
También comentó que están monitoreando aumentos potenciales en casos y transmisión a través de la COVID-19.
“El sistema de vigilancia de aguas residuales es un lugar donde podemos detectar la presencia del ARN en orina o heces. Esperamos que el sistema capte una señal, detectaremos brotes y grupos de infección, incluso antes de que estemos conscientes de que algo está pasando en la comunidad.
“Estamos observando las señales en Europa Occidental y el Reino Unido, y por supuesto también en zonas de Asia”, agregó. “La situación en Estados Unidos tiene una diferencia importante con respecto a los mencionados porque tenemos niveles muy altos de inmunidad en este país, el 95 por ciento de los estadounidenses tienen alguna evidencia de haber sido vacunados o previamente contagiados con la COVID. Creemos que es muy alto en comparación con otros lugares en el mundo”, señaló Brooks.
Agregó que las pruebas son la forma fundamental en que ellos pueden monitorear dónde ocurre la enfermedad y dónde necesitan centrar sus esfuerzos en la prevención y el tratamiento. “La prueba en los Estados Unidos es gratis y está disponible ampliamente. Vivimos en un mundo donde estamos tan seguros como la inmediatez de un avión. Entonces es importante para nosotros proteger a nuestra comunidad mundial. El contagio por la COVID-19 no tratada es la fuente de nuevas variantes. Las personas que no están vacunadas y se contagian pueden convertirse en esa fuente. Estas son buenas razones para querer llevar la vacuna a todo el mundo”.
Por su parte, Stokley dijo que esta pandemia no ha terminado e invitó a todos a estar preparados para tomar precauciones, cuidar de los demás porque podría haber un rebrote. “La historia nos ha demostrado una y otra vez que esta no es la última. Mi mensaje aquí es estar preparado para el futuro”.
Aseguró que han administrado más de 559 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19, y eso es tres veces a la cantidad de vacuna que generalmente se administra en una temporada de gripe. La mayor parte han sido vacunas ARNm, las cuales han demostrado ser seguras y efectivas para prevenir complicaciones de la COVID-19, incluyendo enfermedad grave, hospitalización y muerte”.
“Actualmente hay varios fabricantes que están realizando ensayos clínicos para evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna COVID-19 en niños menores de cinco años. Una vez completado, esos fabricantes deben enviar una solicitud a la Administración del Departamento de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
Después la FDA revisará los datos, y si hay buena evidencia de seguridad y eficacia, autorizará la vacuna bajo uso de emergencia para niños en este grupo de edad”, detalló Stokley.
Al mismo tiempo aseguró que las personas que han recibido el booster, tienen 21 veces menos probabilidades de morir de la COVID-19, porque permanecen de forma efectiva y segura para prevenir el contagio.
“Con el tiempo habrá una disminución de la inmunidad, es por eso por lo que hemos estado recomendando un refuerzo de la dosis de la vacuna. Lo que realmente nos preocupa es evitar la hospitalización y decesos. Y estas vacunas son muy buenas para prevenir estos graves resultados”.
“Hay una recomendación para vacunarse contra la COVID todos los años como lo hacemos con la vacuna contra la gripe. Es muy importante que se vacunen contra la influenza para que no la contraiga y nosotros podamos continuar evaluando los datos para determinar si necesitaremos una vacuna anual para la vacuna de la COVID”, finalizó la co directora del Grupo de Trabajo sobre Vacunas y Emergencia de los CDC.