Con un escenario mejorado con IA, Pepe Aguilar deslumbró en la Arena CDMX de la Ciudad de México el pasado viernes 31 de mayo, con el que marcó su primer concierto en solitario en la capital del país luego de seis años.
La espera valió la pena ya que El Grandote de Zacatecas sorprendió con un nuevo show espectacular que cautivó a la audiencia durante toda la velada.
Aguilar deleitó a sus fans con una emocionante mezcla de sus grandes éxitos y selecciones de su última producción discográfica “Que Llueva Tequila”.
El concierto fue un viaje musical a través de ritmos de mariachi y banda, mostrando la versatilidad de Aguilar y su profunda conexión con su herencia musical.
Una característica destacada del espectáculo fue la innovadora configuración del escenario, que incluyó grandes pantallas que proyectaban imágenes diseñadas con inteligencia artificial, además de un innovador juego de luces. Esta tecnología de vanguardia agregó una dimensión dinámica e inmersiva a la presentación..
A lo largo de la velada, Aguilar interactuó cálidamente con el público y expresó su más sincero agradecimiento por su inquebrantable apoyo. Compartió su amor por la Ciudad de México, recordó los muchos años que pasó viviendo allí y la llamó su ciudad favorita.
Antes de culminar la velada, en un momento particularmente emotivo, Pepe invitó a su hijo Leonardo Aguilar a unirse a él en el escenario para cantar a dueto «Nadie es Eterno», una canción que Pepe interpretó hace años al lado de su padre, el legendario Don Antonio Aguilar.
Este conmovedor homenaje destacó el perdurable legado musical de la familia Aguilar y puso de pie al público.