Por Alicia Alarcón.
El dinero se terminó. No alcanzó a llegar a los destinatarios. El Secretario del Tesoro Steven Mnuchin y el Presidente no entienden qué pasó. Así, una vez más, los pequeños empresarios fueron rebasados por las grandes corporaciones que gracias a sus buenas relaciones con los banqueros recibieron una generosa tajada de los 350 billones de dólares que aprobó el Congreso para ayudar a los pequeños empresarios en su crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
La situación se tornó de tal manera escandalosa que el Secretario del Tesoro se quedó sin aliento cuando escuchó al Presidente declarar: ¨It was a good thing¨. No. ¨It was not a good thing¨. Los pulpos financieros movieron sus tentáculos y vaciaron las bóvedas de los bancos y dejaron sin un solo centavo a los que realmente necesitaban ese dinero: Los pequeños empresarios que tienen en sus nóminas de 1 a 50 empleados. Los y las dueñas de Revistas, de pequeños periódicos, de agencias publicitarias, de salones de belleza, de agencias de viajes, de mercaditos en los barrios, los que viven de sus puestos en el swap meet y de tantos otros que trabajan de manera independiente. Ellos no recibieron nada.
¿Quién se quedó con el grueso de los 350 billones de dólares?
Ashford Hospitality Trust Inc. admnistradores de 40 hoteles entre los que se encuentran los Ritz Carlton, Marriott y Hilton recibió 30 millones de dólares;
Ruth’s Chris Steak House cadena que incluye 150 restaurantes de lujo, valuada en 250 millones de dólares recibió 20 millones de dólares. Otras cadenas de famosos restaurantes como Shake Shack, Kura Sushi USA and Sweetgreen, valuadas en cientos de millones de dólares recibieron también lo propio.
Fue tan grande el reclamo de la sociedad y de algunos congresistas con conciencia de los dos partidos a esta monstruosidad financiera, que el Secretario del Tesoro junto con el Presidente corrieron a sus teléfonos a pedir a las compañías millonarias que recibieron decenas de millones de dólares que por favor les devolvieran el dinero, so pena de ser castigadas si no lo hacían. Hasta ahora los restaurants arriba mencionados son los únicos que han dicho ¨vamos a regresar el dinero.¨ Las demás esperan asesoría de sus abogados.
Esta inepta acción prueba una vez más lo alejado que está el gobierno federal de las necesidades de su pueblo. Los dos partidos son igualmente responsables. El primer error fue catalogar a las empresas que tienen de 100 a 500 empleados como pequeñas. Sin duda para los millonarios, que son la mayoría en el Senado, 500 es un número pequeño, casi insignificante.
El principal error del Departamento del Tesoro y el Presidente, una vez más, fue el no haber enviado de manera directa y sin demoras los 350 billones de dólares a comerciantes que tenían de 1 a 50 empleados. Esto hubiera frenado el desempleo. A la fecha más de 26 millones de personas han solicitado el seguro de desempleo y se espera que esa cifra llegue a los 30 millones. El Congreso y el Presidente junto con las lumbreras de la Reserva del Tesoro, se olvidaron que son los propietarios de pequeños negocios el principal motor de la economía, que hasta hace muy poco, se consideraba la más grande del mundo. Abandonados por el gobierno federal no tuvieron otra opción más que la de cerrar su establecimiento y despedir a sus trabajadores.
Para justificar su omisión, el Departamento del Tesoro se aprestan a dispensar $300 billones de dólares parte del nuevo paquete económico aprobado por el Congreso y el Presidente para ayudar a pequeños empresarios. Este dinero debe ser utilizado para el pago de su nómina o para cubrir sus hipotecas. Esperemos que esta vez el dinero no se quede en los bolsillos de los que menos lo necesitan. ¿Por qué el gobierno no optó por enviarles la ayuda económica en un cheque de la Tesorería de acuerdo a la información de ingresos y egresos que declararon los pequeños comerciantes al IRS en el 2018 o el 2019? ¨ That is radical left¨. Diría otra vez el Presidente del Senado Mitch Mc Connell.