Leawood, Kansas.- Jacob de 12 años y sus primos, aburridos con la conversacion de sus padres en una reunión familiar, decidieron salir de las mesas de picnic y comenzar un partido de softball. Cuando el partido se encontraba empatado, fue el turno al bate de la prima Kelsey. Ella golpeó la pelota fuera del campo donde cayó en unos arbustos cercanos. Cuando el jardinero Jacob corrió para recoger la pelota, la descubrió. Una pistola Beretta de 9mm cargada, cubierta de suciedad.
A la edad de 12, Jacob sabía lo que tenía que hacer. En el curso de los años, sus padres habían discutido muchas veces la seguridad de armas de fuego. Jacob paró, se alejó del arma de fuego, y corrió a las mesas de picnic para decirles a sus padres.
«Eso es exactamente lo que deberían hacer los niños si encuentran un arma», dijo Kathleen Eubanks-Meng, DO, médica de familia en Kansas City. «Como padres, podemos proteger a nuestros niños en el hogar, pero también hay que asegurarnos de que estén sanos y salvos dondequiera que se encuentren -en un parque, en la casa de un amigo o en otro lugar».
La investigación ha encontrado que las lesiones por armas de fuego son la tercera causa de la muerte entre jóvenes de 17 años y menores. La seguridad de armas de fuego en el hogar -mantener el arma de fuego y las municiones en lugares separados y cerrados con llave- es la medida de seguridad más importante que los padres pueden adoptar. Pero enseñarles a los niños cómo responder cuando ven un arma es igualmente necesario, según Eubanks-Meng.
«Casi una de cada tres familias con niños menos de 12 tiene un arma de fuego en la casa», dijo. «Debido a ello, además de asegurar que sus propias armas de fuego estén guardadas con seguridad fuera del alcance de sus niños, recomendamos que los padres hablen de antemano con las personas de las otras casas que su hijo va a visitar para saber si tienen armas de fuego. Esto incluye las casas de amigos, parientes y aun la niñera».
Los padres pueden sentirse incómodos preguntando si hay un arma en la casa y, en el caso afirmativo, si está cerrada bajo llave y guardada de forma apropiada. Pero, de este modo, ayuda a evitar accidentes. Los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) analizados por el Centro Brady para Prevenir la Violencia con Armas muestran que entre 2012 y 2016, un promedio de siete niños y adolescentes mueren y 39 sufren lesiones de armas de fuego cada día. Esto se traduce en 2,737 muertes y 14,470 lesiones resultando del uso de armas de fuego cada año.
«Las lesiones causadas por armas de fuego ocurren demasiado a menudo entre los niños que no entienden que las armas verdaderas no son juguetes. Necesitan comprender que, de encontrarse un arma de fuego, deberían seguir reglas de seguridad: parar, no tocar, alejarse del lugar y decirle a un adulto», dijo Eubanks-Meng.
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FUENTE American Academy of Family Physicians