Los Ángeles.- Con las próximas elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, los estadounidenses enfrentan desafíos para sufragar el voto con cambios y disfunciones generalizadas en el sistema electoral exacerbadas por la pandemia del Coronavirus que amenazan el acceso de los votantes, especialmente en las comunidades de color.
Y por si fuera poco, escuchan del propio presidente de la nación Donald Trump que habrá un posible fraude, lo que podría desanimar a muchos a acudir a las urnas.
Durante una teleconferencia organizada por Ethnic Media Services en la que participaron Nathaniel Persily, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford y director del Healthy Elections Project; Karthick Radakrishnan, fundador y director de AAPI Data; Terry Ao Minnis, director senior de censos y programas de votación, Americanos asiáticos que promueven la justicia |AAJC, y Andrea Miller, fundadora de la campaña Reclaim Our Vote, se ofreció una descripción general de lo que se debe hacer para garantizar el derecho de voto, la supresión de votantes negros en estados clave del sur, y el cómo ha impactado la pandemia en las comunidades.
La complejidad de los materiales de votación, la falta de boletas electorales en diversos idiomas, o la ausencia de asistentes bilingües en los puestos de votación son otros barreras que hay que sortear en la próxima votación, coincidieron los ponentes.
LOS RETOS
Persily dijo que la falta de tiempo es uno de los factores principales que se tienen que vencer para la realización de la nueva manera de votar el 3 de noviembre.
“Uno de los recursos que más necesitamos es tiempo, para votar, para contar los votos, para anunciar los resultados y todo eso”, comentó. “También necesitamos modernizar nuestros lugares de votación tanto como sea posible para evitar riesgos para los votantes y los trabajadores electorales”.
También agregó que otro desafío es la movilización de mas de 60 millones de votantes a un sistema de votación por correo al que no están familiarizados.
“No estaban acostumbrados a votar por correo, esto va a ser todo un desafío esta pretemporada de elecciones, pero sí nos comprometemos y obtenemos los recursos, yo creo que vamos a poder hacerlo”, comentó. “Mucha gente nunca ha votado por correo”.
Dijo que nunca en la historia se había hecho un cambio tan masivo.
“Y menos en tan poco tiempo, como ahora que tenemos cuatro meses”, expresó.
Persily también comentó que los organizadores de la elección enfrentan otro problema, la falta de trabajadores electorales debido a que generalmente las personas que cubren esos puestos electorales tienen un promedio de edad de 61 años.
“Debido al Covid-19, muchas de esas personas no tienen la intención de trabajar en las urnas en las próximas elecciones, y tampoco se cuenta con suficiente equipo de protección personal (PPE por sus siglas en inglés) para mantener a estos trabajadores seguros”, dijo.
El profesor de Stanford dijo que los estados como Oregon, Washington, Utah y colorado ya tienen historial de votar por correo.
“Pero eso les tomo mucho tiempo”, añadió.
En esta ocasión los estados que se están movilizando para realizar el sufragio por correo son California, Colorado y Nevada.
“La transición (de realizar el voto) va a ser bastante pronunciada para ciertas áreas”, comentó.
Otro de los problemas de votar por correo, añadió, es la percepción de fraude.
“Lo que dijo el presidente actual, pero esta percepción es mas grande que la realidad porque no tenemos una historia de que haya fraude, pero ahora vemos que hay una percepción de fraude y eso en particular es un gran problema”, dijo.
Persily también destacó que cuando se habla de votación de correo se implica muchos problemas.
“Y esto afecta particularmente a las comunidades de color”, expresó. “Históricamente, los que han usado ese tipo de votación, ha sido gente mayor, mas educada y blanca”.
El director del Healthy Elections Project dijo que se requiere una campaña de promoción masiva para educar a los votantes acerca del nuevo sistema de votación.
“Se va a necesitar la ayuda de todos, corporaciones, servicio postal, que en las últimas semanas ha estado bajo fuego cruzado, y también tenemos que apoyarlo para que se haga esto de la mejor manera posible”, señaló.
El estudioso puso como ejemplo lo que Corea del Sur hizo en sus elecciones pasadas.
“La votación se hizo en persona, y les tomaban la temperatura a los votantes, incluso se instalaron áreas separadas para las personas que tenían Covid-19.
“Los países pueden hacer esto si es que tienen las ganas políticamente de hacerlo”, dijo. “El problema es que no tenemos una autoridad política a nivel nacional”.
Persily también recomendó a los votantes que realicen su sufragio de manera “temprana”.
PURGAN 48 MILLONES DE LA LISTA DE VOTACION
Miller informó que de 245 millones de votantes, 48 fueron eliminados de las listas electorales, lo que les impide ejercer su voto el próximo 3 de noviembre.
“Y de esos 488 millones, 16.6 millones son de comunidades de color, eso es lo que estamos viendo previo a las elecciones del 2020”, dijo.
La fundadora de la campaña Reclaim Our Vote con sede en Virginia dijo que los estados como Arizona, Alabama, Carolina del Norte, Mississippi, Georgia, Texas, Florida y Carolina del Sur no tiene reglas progresivas.
Dijo que por ejemplo, Texas a un votante se le elimina de la lista de votación si no renuevan el registro, que se debe hacer cada dos años.
Comentó que la mayoría de esos estados no tienen el registro automático.
“Y entendemos que en muchos de estos estados podría haber una manera muy a la antigua de intimidar a los votantes”, enfatizó.
En Texas, agregó, hay 13 millones de votantes y un 34 por ciento es de la llamada comunidad de color.
“Y este año cinco millones fueron dados de baja por una ley que indica que si el elector no ha participado en dos elecciones generales son removidos de la lista de votantes a pesar de que hay una lista permanente de votación temprana.
Muchos de estos estados tienen estrictos requerimientos de tarjeta de identificación con foto, o no permiten el registro el mismo día de la votación… otros no tienen registro automático y la gente cree que con registrarse una vez ya lo ha hecho para siempre”.
Miller también dijo que parece que hay mala intención en que no se destaque en el registro que el votante debe de renovarlo cada dos años.
“Si, en algunos estados esto es definitivamente. Es obvio, es directo lo que están haciendo. Lo que está pasando, primero, la gente piensa cuando se registra para votar lo hace para siempre. No se registran pensando que si no vota en ‘x’ número de elecciones, lo van a sacar de la lista de electores.
“En ningún lugar dice esto. Entonces, pienso que esto es una trampa severa”, opinó “Esto está escondido y eso es un gran problema. Lo votantes no se dan cuenta que ahí, abajito, dice que si uno no responde lo van a quitar del registro. Deberían de poner esto con letras grandes y en rojo”.
Ramakrishnan dijo que existe una falta de interés de los partidos Republicano y Demócrata de acercarse al electorado asiático estadounidense.
“Ni el Partido Demócrata ni el Partido Republicano han cortejado ampliamente el voto asiático-estadounidense: el 56 por ciento de los demócratas y el 59 por ciento de los republicanos dijeron que sus partidos no se habían puesto en contacto con ellos para comunicarse con los votantes”, añadió.
Dijo que de acuerdo a una encuesta realizada por AAPI Data, al 16 de agosto, el 54 por ciento de los estadounidenses de origen asiático encuestados dijeron que estaban a favor del candidato presidencial demócrata Joe Biden, mientras que el 29 por ciento estaba a favor de Trump. El 16 por ciento dijo que estaba indeciso.
Ramakrishnan comento que el acercamiento puerta a puerta y el contacto cara a cara es el método más efectivo para conectarse con los votantes.
“Esto seguido de llamadas telefónicas y envíos por correo. Las llamadas robóticas son la forma menos efectiva de involucrar a los votantes”, dijo.
Ramakrishnan citó las elecciones de 2018 y señaló que el voto de la AAPI fue el margen de la victoria en varias carreras clave del Congreso, cambiando distritos de rojo a azul.