Un grupo de especialistas en derechos humanos aborda los casos de Keenan Anderson y Tyre Nichols, ambos muertos a causa de la violencia de la policía, pidiendo investigaciones justas y rendición de cuentas, además de reparación para las familias. Esas brutales muertes son nuevos recordatorios de la urgencia de actuar, apuntan.
Un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos expresó gran preocupación por las muertes de Keenan Anderson y Tyre Nichols, ambas resultadas de la violencia policial en Estados Unidos.
Anderson falleció el 3 de enero pasado a manos del Departamento de Policía de Los Ángeles y Nichols murió el 7 de enero, luego de que la policía lo golpeara en Memphis, Tennessee.
En un comunicado conjunto, los expertos señalaron que la fuerza utilizada en ambos casos habría violado las normas internacionales que protegen el derecho a la vida y prohíben la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Destacaron también que esas acciones transgreden las normas establecidas en el Código de conducta y los Principios básicos sobre el uso de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Es urgente actuar
“Las muertes brutales de Keenan Anderson y Tyre Nichols son nuevos recordatorios de la urgencia de actuar”, dijo la presidenta del Mecanismo Internacional de Expertos para promover la justicia racial y la igualdad en el contexto de la aplicación de la ley, Yvonne Mokgoro.
Los expertos se pronunciaron tras informarse detalladamente sobre los incidentes de Anderson y Nichols, solicitando al gobierno de Estados Unidos datos sobre las investigaciones en curso y las regulaciones aplicables al uso de armas menos letales en relación con los estándares de derechos humanos aplicables.
Alice Jill Edwards, relatora especial sobre la tortura y una de las firmantes del comunicado, recordó que la policía y las fuerzas del orden tienen responsabilidades especiales al proteger a sus ciudadanos y defender sus derechos, y que cuando esta función básica es superada por la violencia ilegal e incontrolada, la gente común le teme a su propia policía.
Las opciones menos letales también son preocupantes
Con respecto a las opciones menos letales para reducir el riesgo de muerte o lesión, los expertos hicieron hincapié en que cualquier uso de la fuerza por parte de los agentes del orden debe guiarse por los principios de legalidad, precaución, necesidad, proporcionalidad, no discriminación y rendición de cuentas.
El relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, advirtió que el uso de armas menos letales, como los Taser que producen descargas eléctricas de miles de voltios, suscita serias preocupaciones en lo que respecta a la obligación de los Estados de proteger el derecho a la vida y el derecho a no sufrir tortura ni otros malos tratos.
“Tales armas pueden causar la muerte, lesiones corporales graves y discapacidad permanente”, señaló.
En este sentido, Juan Méndez, miembro del Mecanismo de Expertos, indicó que los agentes de policía utilizan las Taser como un protocolo de rutina para incapacitar a personas que no cumplen o que atraviesan crisis de salud mental, aunque a menudo no parecen representar un peligro grave para ellos mismos o para los demás.
“Seguimos muy preocupados por el uso excesivo de armas Taser en la aplicación de la ley, especialmente a la luz de su mal uso potencial”, apuntó Méndez.
Reparación a las víctimas
Los expertos consideraron que en el caso de la muerte de Tyre Nichols, además de investigar, enjuiciar y castigar debidamente a los perpetradores, se debe brindar reparación a las víctimas y sus familias.
También subrayaron que Estados Unidos debe mostrar determinación al cuestionar y reformar una cultura policial institucionalizada que permite la agresión criminal bajo el pretexto de la aplicación de la ley y la seguridad pública.
Los expertos fueron enfáticos al pedir a las autoridades estadounidenses una pronta rendición de cuentas y una reparación.
Tracie Keese, integrante del Mecanismo de Expertos, recalcó que aunque en el caso de Nichols cinco policías fueron acusados penalmente y fueron despedidos luego de una investigación administrativa, las horribles imágenes de la golpiza que le propinaron son “un recordatorio alarmante de la necesidad urgente de adoptar nuevos enfoques para la seguridad vial y la seguridad pública en general”.
Los miembros del Mecanismo de Expertos informaron, por otra parte, que por invitación del gobierno estadounidense realizarán una visita oficial al país en abril próximo. Asimismo, aseguraron a colaborar con los actores gubernamentales y otras partes relevantes para que la brutalidad policial se encare con determinación y para que sus víctimas obtengan justicia.