Los Ángeles.- La activista y diputada federal oaxaqueña, Eufrosina Cruz, compartió su resiliencia y espíritu chingón que la convirtió en una orgullosa profesional y destacada zapoteca a pesar de que fue discriminada por ser mujer en su propio pueblo a pesar de haber ganado las elecciones a la Presidencia Municipal.
En entrevista con Impulso, Cruz recordó que, incluso, eso fue un detonante para dedicarse a la política por otras vías.
“Yo salí de mi comunidad para cambiar mi historia, y para eso me tuve que chingar y recibir de la universidad”, comentó luego de participar como ponente en el evento “Mente Sana Vida Plena” organizado por Mujeres Extraordinarias Foundation,el pasado 25 de mayo en Cerritos College.
Durante su participación, dijo que una vez con su título universitario en mano en el 2007, regresó a su natal Santa Maria Quiegolani para participar en las elecciones, que ganó, pero como la Asamblea Municipal estaba integrada únicamente por hombres, declararon nulos sus votos por no tener derecho a ocupar el cargo, otorgando el triunfo de la elección a un hombre.
“No me dejaron por ser mujer”, expresó. “Entonces, ingrese a la vida pública para cambiar totalmente ese argumento, que es cambiar la constitución local del estado, cambiar la constitución del país”.
En ese entonces, Cruz inició una serie de protestas ante las instancias locales y nacionales, para lograr que se modifiquen las leyes de usos y costumbres y se les reconozca la totalidad de sus derechos políticos a las mujeres y actividades tendientes a la modificación de las leyes por diversas partes del país y del mundo.
Fue en noviembre de 2010 cuando Cruz se convirtió en la primera mujer indígena en la política oaxaqueña, al asumir el cargo de diputada del Partido Acción Nacional y presidenta de la mesa directiva del congreso local.
Actualmente ocupa un curul priísta en la Cámara de Diputados de México desde 2021.
Invitada especial
Como invitada especial de Mujeres EXtraordinarias, en su ponencia, Cruz contó que gracias a las enseñanzas de uno de sus maestros y sus “mundanidades”, comprendió que su entorno humilde lleno de adversidades no definiría su futuro.
Dejó claro que no responsabiliza a sus padres por haber nacido y crecido en una comunidad humilde y una familia indígena.
“A eso que se llama circunstancia, a eso que se llama desigualdad”, comentó.
Cruz aprendió español hasta los 18 años, pero desde desde niña se caracterizó por ser diferente, en vez de hacer tortillas, se ponía a jugar canicas o se iba a la resbaladilla, rechazaba ser encasillada por la sociedad como una mujer sumisa del campo que tenía por obligación de alimentar a los animales y atender a su marido.
“Llegué a pensar que ese sería mi papel para toda la vida, que era lo normal, pero de repente llega la visibilidad. Llegó alguien que me enseñó e inspiró que había otros olores”.
La activista supo desde temprana edad que la educación sería el camino para cristalizar sus sueños, así que asistió a la escuela y salió de la cotidianidad de su entorno.
Cruz estudió en una escuela primaria precaria, que tenía piso de tierra, bancas hechas con tablones y con pizarrón desgastado.
Pero esto no le impedía a la diputada soñar en grande, y con ayuda de su Profesor Joaquín que es a quien menciona en su libro Los sueños de la niña de la montaña, se dio cuenta de que había mucho más fuera de su pueblo y que quería conocer más y ser alguien diferente.
“Como a veces la mente es tan poderosa, cositas tan chiquititas hacen detonar el cambio, de decir, porque mi maestro, en este caso mi maestro que tenía que caminar más de 12 horas para llegar a mi pueblo, yo no sabía hablar en español, hablaba zapoteco, de la cual me siento orgullosa.
“En el primer contacto que tuve con mi maestro, empecé a entender que, lo que otros habían normalizado, como cuando uno nace con adversidad, no te das cuenta que es la adversidad”, explicó.
Comentó que empezó a notar las “mundanidades” que el maestro trajo a su comunidad le empezaron a despertar curiosidad y se preguntaba por que su maestro se bañaba todos los días y ella no.
“Cositas mínimas que, a veces para el resto de la sociedad no es extraordinario, pero para uno sí, y decir, por qué mi maestro se pone eso en la mano o en el pelo porque en mi entorno, yo no conocía de cremas ni los desodorantes, y yo me bañaba una vez a la semana.
“Y gracias a eso, a un maestro, entendí que mi origen no puede definir mi historia, que no puede definir mi sueño, y para eso, hay que chingarle todos los días. Nada sucede por arte de magia, por eso hoy estoy aquí”, enfatizó.
Cruz también dijo ante la audiencia que no quería repetir las historias y experiencias de su abnegada madre y hermana.
“De ver la chinga que le daba mi papá a mi mamá, de ver que mi hermana no paraba de tener hijos, de hacer las pinches tortillas, me dije, no me gusta eso, y empecé a querer la vida de mi maestro, olía bonito, tenía una cama, me dejaba jugar porque en el pueblo era de siéntate aquí, no juegues ahí, no hagas esto, no entres ahí porque es pecado.
“Yo pensaba que eso era normal, pero empecé a ver el entorno del maestro, empecé a aspirar y querer eso”, expresó.
También contó la anécdota de cuando en una ocasión la obligaron a preparar tortillas, lo que para ella representaba una chinga porque era desde preparar el nixtamal y en grandes cantidades.
“Para acabar rápido le daba la mitad de la masa a un marrano y cuando regresaba mi mamá me decía, ¿por que salieron tan poquitas tortillas? Ya se las había chingado el marrano”, narró. “Pero era mi forma de protestar. De decir, no me gusta eso”.
Consideró que eso la hizo rebelarse a través del conocimiento.
Dijo que en la escuela se sentía contenta, satisfecha e inspirada.
“El maestro me deja reír, me deja jugar canicas y descubrir que soy chingona y me deja ganar una partida de canicas que toda la sociedad me dijo que no.
Entonces eso me hizo darme cuenta de no querer una realidad que ya me habían impuesto otros”.
Comentó que desde entonces empezó a adquirir una nueva realidad y decidió hacer lo que mas disfrutaba.
“Pero me cuestionaba, cómo se logra lo que uno quiere cuando toda la sociedad y tu familia te dice: ‘¡Estas loca! ¿Cómo crees? ¡Eso es imposible! ¡Aquí eso no sirve! ¡Aquí las niñas se tienen que casar y hacer tortillas y tener los hijos que Dios mande, y de parto natural!”, agregó.
Aceptó que esas opiniones la hicieron titubear y a pensar que ni siquiera sabía el significado de los sueños.
“Pero fue la magia e inspiración del maestro lo que se antepuso. Tuve la inspiración de mi maestro para construir mi historia, y hoy estoy aquí con ustedes”, dijo.
La activista estudió el bachillerato en Salina Cruz, donde también sufrió de acoso escolar e indiferencias entre sus compañeros.
“Se sentía sola, no sabía qué comer, la veían diferente por no ser como los demás y por hablar diferente porque su primera lengua es el zapoteco”, dice una parte de la biografía de Cruz.
De esa manera, la diputada obtuvo la licenciatura en Contaduría Pública en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Popular Autónoma de Puebla.
La escuela abrió un mundo de oportunidades para Cruz, quien lamentablemente no cabía en su pueblo zapoteco.
En cuanto la activista terminó la universidad se dio cuenta de que su destino no era ser una mujer de casa, sino un agente de cambio para que otras mujeres y personas de comunidades indígenas pudieran tener acceso a las diferentes esferas de la vida pública, ya que su ideología es que las mujeres indígenas son inteligentes, únicamente les hacen falta oportunidades.
Logros que enorgullecen a Cruz
Cruz dijo que erradicar los matrimonios infantiles y trata de niños es lo que actualmente ocupa su agenda.
“El año pasado, ya como diputada federal, logré que México se convirtiera en el primer país en nombrar e identificar los matrimonios infantiles como delito grave”, informó.
Desgraciadamente, agregó, los estados con mayor índice de matrimonios infantiles son Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
“También es parte de mi contribución detener la trata de niñas y niños. México ocupa uno de los primeros lugares de distribución de pornografía infantil”, expresó.
Dijo que un gran porcentaje de esas niñas que son parte de la trata infantil son de comunidades indígenas.
“Por eso, mi agenda principal hoy por hoy está dirigida a las niñas y niños, es cómo estoy contribuyendo para mi comunidad, en mi estado y en mi país”, señaló.
OPINION SOBRE RACISMO Y DISCRIMINACIÓN
¿Hay cambios en cuanto a racismo y discriminación en comunidades indígenas? ¿La problemática o sigue igual?
Somos un país muy discriminatorio por muchas razones, por desconocimiento, porque nos han vendido un discurso de “eres el jodido del país”, por lo tanto, no puedes acceder a ciertos entornos, a la salud, al bienestar…
Entonces, creo que hemos cambiado un poquito el cambiar el paradigma, en re aprender .
El hecho de que hoy esté aquí, es un gran logro.
Imagínate una voz como la mía hace 15 años, estaba cañón porque se victimizaban las comunidades indígenas.
¿Que cambió?
Creo que como sociedad estamos re aprendiendo a vernos con los ojos correctos, entender que en México hay 78 grupos étnicos 78 idiomas diferentes, que el ser indígena no es ser ni más ni menos.
Pero parte de uno con el poder de la educación.
Hay un cambio en cuanto a racismo y discriminación?
Yo creo que sí, pero es imposible erradicarlo por completo, eso se va a erradicar cuando logremos la educación de calidad en todas las comunidades indígenas y afroamericanas.
Yo recién aprendí que nadie nos puede discriminar, pero cuando tuve que entender que con el poder de la palabra educación, se arrebata la adversidad, y entendí que el que me discrimina es el ignorante, no yo.
Entonces, también hay que cambiar la narrativa.
¿Hay odio hacia las comunidades indígenas?
Hay desconocimiento y hay una forma incorrecta de ver a los pueblos indígenas como pobres.
Pero si hay odio por desconocimiento de no creer en su capacidad.
Eso está cambiando poco a poquito, pero ha partido de las comunidades.
Ya nadie nos puede discriminar, y quien lo haga, lo denuncio porque ya conozco el caminito.
Eso es lo que queremos hacer para que otras mujeres y hombres ocupen esas herramientas que se ha generado, no de la lucha de Eufrosina, sino de muchos compañeros, migrantes y no migrantes.
Muchas veces discriminados por el lenguaje, por ser mujer, ser indígenas, con facciones diferentes, pero repito, cuando ya tienes la plena seguridad con educación, nadie te puede discriminar porque lo denuncias, y porque además porque el que discrimina es la persona ignorante y clasista
¿Ha cambiado la perspectiva de inclusión de los indígenas en la vida política, económica…?
Va cambiando no como quisiera uno, hoy en México los partidos políticos están ocupando esos espacios, ahora resulta que los hijos de los políticos de siempre se autodefinen como indígenas, y uno dice: “no chingues”.
Hoy, ser indígena ya es como de moda, cuando es un tema de que ser indígenas era discriminatorio por usurpar esos espacios, que también ahí hay discriminación porque el sistema político está discriminando a los verdaderos políticos porque les están dando la certeza a quienes no tienen ni una pizca de ser indígenas, y está sucediendo hoy en todos los partidos políticos.
Denuncia el odio llamando al (833) 866-4283 o al 833-8-NO-HATE, se pueden realizar de forma anónima de lunes a viernes de 9 a.m. a 6 p.m.
Información adicional en: https://www.cavshate.org/ (eligiendo español como idioma)
Nota: Este informe es parte de la serie de trabajos que desarrolla Impulso Newspaper con Stop The Hate (STH), gracias a la financiación proporcionada por el Estado de California y administrado por la Biblioteca del Estado de California (CSL) en asociación con el Departamento de Servicios Sociales de California y la Comisión de Asuntos Estadounidenses de las Islas Asiáticas y del Pacífico de California (CAPIAA).