El milagro de la Navidad llega a Los Ángeles de la mano de un mexicano

Por: Patti Reyes

El reconocido beato Pier Giorgio Frassati será promulgado santo en agosto del próximo año tras un milagro de sanación de un seminarista de la Arquidiócesis de Los Ángeles

El beato Pier Frassati fue declarado Santo por un milagro que experimentó el padre Juan Manuel Gutiérrez cuando era seminarista.

Por: Patti Reyes

Los Ángeles.- Visiblemente emocionado, el Arzobispo de Los Ángeles José Gómez informó que el Papa Francisco declaró al beato Pier Frassati un santo.

El anuncio se llevó a cabo en la parroquia de San Juan Bautista en Baldwin Park, donde explicaron que el milagro sucedió el 25 de septiembre del 2017, mientras el entonces seminarista Juan Manuel Gutiérrez, jugaba Basket-Ball, sufrió una lesión que le desgarró el tendón de aquiles.

“Al principio, los médicos de la sala de emergencias me dijeron que lo más probable era que tuviera un desgarre o lesión en los músculos, pero no mencionaron un desgarre del tendón de aquiles. Eso supimos que era el caso hasta el 31 de octubre del mismo año cuando fui a hacer una resonancia electromagnética en la que demostraba que de verdad tenía un desgarre en el tendón de aquiles”, exclamó Gutiérrez, quien es oriundo de Texcoco México, y quien hoy es un sacerdote y está asignado a la Parroquia de San Juan Bautista en Baldwin Park.

Comentó que, al día siguiente después de ir a misa, tuvo la idea de hacer una novena para pedirle ayuda a Dios. “Rezar novenas para pedirle a Dios por algo especial era algo que desde muy niño yo veía que la gente hacía en México. Comúnmente también invitamos a un santo que nos acompañe a orar a Dios por esa intención, porque las novenas no son magia, son jornadas de fe y jornadas de oración”, explicó Gutiérrez. 

El padre Juan Manuel Gutiérrez y el Arzobispo José Gómez.

Así fue como el Padre Juan Manuel Gutiérrez quien en ese entonces era seminarista, decidió pedir el don de su sanación por intercesión del beato Pier Giorgio Frassati, aunque confesó que hasta ese momento no tenía una devoción particular por este beato.

“Mientras rezaba mis oraciones sentí una sensación de calor alrededor del área de mi lesión. Inicialmente pensé que posiblemente era fuego que estaba debajo de las bancas de la capilla, pero al buscar no había ningún incendio”, contó Gutiérrez. 

El Padre Juan comenta que esa experiencia lo conmovió mucho y después de terminar su rezo continuó con sus actividades, sorprendido que desde ese día no le preocupaba la cirugía.

“No usé nada para proteger mi talón y eventualmente el 15 de noviembre, cuando fui a ver el cirujano para planear mi cirugía me revisó, analizó las imágenes de la resonancia electromagnética, el médico trató de tocar con su dedo el área de la herida para sentir el espacio de la lesión, pero no pudo encontrar la lesión, ¡ya no había espacio abierto en mi talón de aquiles!

«El médico, sabiendo que yo era seminarista me dijo: ‘debes tener alguien allá arriba que cuida de ti’. En ese momento conecté lo que me pasó en la capilla, de la oración que hice en compañía de Pier Giorgio Frassati y fue así que se inició una investigación, los médicos fueron consultados, y concluyeron que en menos de 9 días era imposible que una lesión de este tipo sanara por si sola. Y hoy este será el milagro que el Papa ha aceptado para la canonización de este beato”, señaló. 

En 2020, Monseñor Robert Sarno se retiró de un puesto en el Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano y había aceptado un puesto en el Seminario St. John en Camarillo en donde enseñaba causas de canonización. Gutiérrez le contó la historia de su recuperación a Sarno, quien inmediatamente pensó que merecía una investigación.

Sarno habló virtualmente desde la ciudad de Nueva York durante la conferencia y repasó el proceso de investigación de un posible milagro.

La investigación se realizó en la Arquidiócesis de Los Ángeles y después fue presentada al dicasterio en Roma para ser examinada, primero por la junta médica para determinar si había una explicación científica y luego por los consultores teológicos, dijo Sarno.

Los cardenales y obispos del dicasterio se pronunciaron entonces afirmando que la inexplicable recuperación podía atribuirse a la intercesión de Frassati. Finalmente, el papa Francisco aprobó los estudios de la investigación, declarándolo un milagro.

Por su parte la sobrina de Frassati, Wanda Gawronska, habló desde Roma durante la conferencia de prensa. Dijo que su familia había estado luchando durante décadas para lograr la canonización de Frassati y agradeció a quienes colaboraron para lograr el reconocimiento de un milagro.

Gawronska dijo que la canonización de 2025 coincide con el centenario de la muerte de Frassati.

“Los Ángeles es verdaderamente una ciudad de ángeles y también una ciudad de santos. Ahora tenemos un nuevo santo que nos cuida desde el cielo”, expresó sonriente el arzobispo de Los Ángeles José Gómez. 

El beato Pier Giorgio Frassati nació en Turín, Italia, en 1901, y tenía una devoción especial por la Eucaristía. Frassati murió a los 24 años en 1925 pocos días después de haber contraído Polio, según una publicación de Angelus News.

Frassati es uno de los santos jóvenes que serán canonizados en el año jubilar de la iglesia católica que se celebrará en el 2025. Otro de los santos que será canonizado en abril es Carlo Acutis, que ha sido llamado el primer santo milenial e influencer, quien murió de leucemia a los 15 años en octubre del 2006.

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