Los Ángeles.- Ahora que se vive una crisis debido del Covid-19 y que se sabe que California tuvo una participación más baja del promedio nacional durante la fecha de apertura para registrarse al Censo 2020, los promotores consideran que es el mejor momento para que la ciudadanía considere en la importancia de participar.
Como cada 10 años, la Oficina del Censo de Estados Unidos tomó la “selfie” de Estados Unidos al intentar contar a todas las personas que viven en el país el pasado primero de abril.
Pero a pesar de la inversión sin precedentes en campañas de concientización de más de 187 millones de dólares, la respuesta de los californianos fue muy poca, aproximadamente el 37.9 por ciento, justo por debajo del promedio nacional de 38.4.
Además del presupuesto, la organización del censo estatal inició en el 2017 a tratar de convencer a las poblaciones más difíciles de contar, como los inmigrantes, ancianos, homeless y algunas comunidades de color.
Se estima que existen más de 11 millones de personas en California que la Oficina del Censo de los Estados Unidos identifica como difíciles de contar, de acuerdo a Ditas Katague, directora de California Complete Count.
Dijo que ese número de residentes es más grande que toda la población del estado de Georgia.
“Quizás haya gente que no está interesada en ser contada porque no conoce los beneficios que podrían recibir o dejar de recibir, especialmente los beneficios para sus hijos; porque si un millón de gente no participa en el Censo, es un millón de dólares que el estado de California ¡va a dejar de recibir!
“Y esto no nos puede pasar”, manifestó Katague, “especialmente en estos momentos de la Pandemia mundial Covid_19, la cual no sólo nos vino a cambiar toda la agenda de prioridades, sino también nos vino a despertar y darle aún más importancia a nuestro seguro médico”.
Katague, quien participó en una teleconferencia organizada por Ethnic Media Services añadió: “Realmente estamos cansados que el dinero se vaya a otros estados porque los californianos simplemente no participan”.
La ejecutiva explicó que el Gobierno federal utiliza la información del Censo para planear y otorgar fondos para la construcción de escuelas, bibliotecas, autopistas, almuerzos para niños y ancianos y programas comunitarios, entre otros.
“Cómo es posible que mi hija tenga que sentarse en el suelo en su salón de clases de matemáticas simplemente porque no hay escritorios suficientes”, expresó.
Sobre los inmigrantes sin un estatus migratorio que han sido blanco de ataques de la actual administración, comentó, el miedo es el principal motivo por lo que dejan de participar en el censo.
“Tienen miedo de que se comparta su información, pero hoy más que nunca por la emergencia en la que estamos es importante recordarnos y recordarles a sus vecinos la importante de ser contados. Ahora que estamos en casa el Censo se puede hacer en línea, por correo o por teléfono.
“Son preguntas sencillas como su nombre, relación con la persona que vive, sexo, años, fecha de nacimiento, origen, raza, por mencionar algunas. Pero nunca su estatus migratorio. Entiendo por qué algunos no confían en el proceso federal, pero el verdadero temor es que un conteo insuficiente guíe los recursos del gobierno a otros lugares”, concluyó.