Por: Nora Estrada
Los Angeles.-
Aunque cada vez más se experimenta el cambio climático en varias regiones del país y del planeta, parece que los votantes estadounidenses no consideran el tema como prioridad y los candidatos presidenciales, la demócrata Kamala Harris, y el republicano Donald Trump, han ignorado en gran medida el tema durante sus campañas electorales.
De acuerdo a algunas encuestas, los electores están más preocupados por la economía y seguridad fronteriza.
En los últimos meses, la humanidad ha experimentado fenómenos naturales más destructivos y en regiones nunca antes vistos.
Recientemente, en Estados Unidos los huracanes Helene y Milton sorprendieron por su fuerza, y los incendios forestales en California han destruido cientos de hectáreas. A nivel global, Europa y Bangladesh han sufrido lluvias torrenciales.
Pero al parecer, eso no hace reaccionar ni a la comunidad ni a sus representantes.
Durante la sesión informativa “El cambio climático tiene consecuencias: ¿Le importa a los votantes?”que organizó Ethnic Media Services realizada el viernes pasado, según el ambientalista Bill McKibben, fundador de Third Act, opino que laselecciones presidenciales de mañana podrían dar forma al clima durante el próximo millón de años.
“Hay dos cosas que destacar sobre nuestro momento. Una es que hace 35 y 40 años advertimos sobre lo que ahora está pasando todos los días en algún lugar. Estamos muy cerca del mayor de los puntos de inflexión que harán que estos cambios sean más profundos y permanentes. Y eso es muy aterrador”, expresó.
Explicó que en los últimos 18 meses, el planeta no ha tenido el aumento gradual de temperatura que se ha estado observando durante décadas, sino ha sido un aumento muy drástico de la temperatura de la Tierra y de la temperatura de los océanos.
McKibben dijo que las lluvias extraordinarias y las olas de calor de hasta 110 grados como las que se han registrado en Phoenix a finales de octubre, es un mal augurio para lo que sucederá en los próximos años.
“Los científicos nos han dicho que si queremos tener algún control en cuanto al aumento de la temperatura del planeta, tenemos que actuar muy, muy rápido. De hecho, nos han dado una fecha límite”, comentó.
Dijo que de acuerdo a El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, las emisiones se deben reducir a la mitad para 2030.
McKibben opinó que en caso de que Harris gane las elecciones, continuará con la medida del presidente Joe Biden, quien promueve la energía limpia.
“Vemos que algo bastante notable que empieza a suceder en este país con la expansión de la energía limpia y con la expansión de la industria manufacturera para respaldarla.Si la Casa Blanca permanece más o menos en sus manos actuales, si Harris gana la presidencia, se puede esperar que eso continúe”, señaló.
Comentó que el desembolso de dinero que sustenta esta transición va a comunidades de todo Estados Unidos.
“El Proyecto 2025 ha dejado muy claro que ese será uno de los primeros objetivos de la administración Trump ycreo que esa puede ser la principal razón por la que el grupo de expertos británico Carbon Brief estima que una presidencia de Trump produciría en sus cuatro años, 4 mil millones de toneladas adicionales de dióxido de carbono, eso equivale a las emisiones anuales de la UE y Japón juntas”, explicó.
Añadió que estas elecciones son las últimas que tienen un impacto profundo y poderoso en relación al calentamiento del planeta.
“Pero también hay otro aspecto que hace que las elecciones de este año sean igual de importantes”, expresó. “Y es que estamos en el mismo momento en que estamos viendo este dramático aumento de la temperatura”.
Dijo que también se ve finalmente el comienzo del dramático aumento en el cambio a la energía renovable en todo el planeta.
Movilización
McKibben dijo que Third Act organiza a personas mayores de 60 años para que actúen
a favor del clima y la justicia.
“Hemos movilizado a decenas de miles de personas para que trabajen en esta elección. Han pasado los últimos dos años trabajando en otras cosas, pero durante la duración de la elección, han estado muy concentrados en lograr que los votantes, especialmente los mayores, acudan a votar”, señaló.
El fundador del organismo opinó que los adultos mayores marcaran una diferencia decisiva en las elecciones presidenciales.
“Hemos tenido decenas de miles de personas haciendo llamadas telefónicas, tocando puertas y escribiendo millones de postales a los estados clave. Intento transmitir la idea de que no queremos ser la primera generación que deje el planeta en un lugar peor del que lo encontramos, que creo que es realmente el resultado final para las próximas elecciones”, dijo McKibben.
‘Perdimos la mitad de nuestro bosque’
Erik Bendix, residente de Asheville, Carolina del Norte, compartió su experiencia de lucha contra los tornados que acompañaron al huracán Helene y la devastación que su comunidad aún enfrenta seis semanas después en medio de toneladas de escombros, falta de energía eléctrica, agua internet y miles de árboles derribados.
“Mi esposa y yo hemos vivido aquí durante 42 años. Las cosas han cambiado mucho en las últimas décadas. Mucha gente se ha mudado aquí, diría que principalmente de California y Florida para alejarse de los problemas climáticos.
“Pero no puedes correr ni esconderte (de las catástrofes naturales). Helene nos afectó mucho. En el pasado, cuando los huracanes tocan tierra, disminuyen su velocidad, pierden fuerza, pero lo que pasó con este, es que tocó tierra en Florida la tarde del 26 de septiembre y ya estaba aquí al amanecer del día siguiente y golpeó con fuerza extrema. Los árboles se derribaron. Creo que tuvimos varios tornados”, expresó.
El propietario de aproximadamente 40 acres dijo que al menos en el camino que lleva a su hogar se cayeron 100 árboles, pero que calculan que en la región se perdieron 20 mil en casi 800 acres.
“Probablemente perdimos fácilmente la mitad de nuestro bosque más arriba en el valle, es aún peor”, indicó. “Es solo devastación total que causaron los vientos, no tanto donde estamos, pero justo encima de nosotros y abajo del valle”.
Bendix dijo que un puente importante de la zona también se derribó y dejó aislada a una comunidad durante una semana.
“La comunidad se unió y tuvimos reuniones comunitarias organizadas para crear diferentes comités. Había un equipo médico, un equipo de comunicaciones, un equipo que cocinaba almuerzos calientes para todos todos los días. Teníamos reuniones diarias”, dijo.
Lamentó que se echara a perder frutos y bellotas porque era la temporada en que los nogales estaban cargados.
“Siendo octubre muchos de los árboles grandes y viejos estaban cargados de bellotas. Fueron aplastados por el vendaval. Así que ahora tenemos como bolas de raíces que sobresalen por todas partes en el bosque.
Bendix dijo que ahora la comunidad enfrenta un gran riesgo de incendios.
Dijo también que en la atracción turística, Arboretum de Carolina del Norte, trabaja un cuerpo de ingenieros del Ejército intenta extraer los árboles caídos.
“Pensaron que necesitaban sacar unos mil árboles Ahora son 20 mil. La cantidad de acres de bosque destruido en la trayectoria del huracán, creo que cubre como 27 condados. Son más de 800 mil acres”, comentó Bendix.
‘Si aprueban petroquímica será nuestra sentencia de muerte’
Sharon Lavigne, fundadora de Rise St. James, denunció que en su comunidad Callejon del Cáncer (Cancer Alley), de Louisiana, mueren cada vez más personas debido a la contaminación que se agravará con la construcción de la petroquímica en el lugar.
La activista, quien recibió el Premio Ambiental Goldman en 2021 y fue nombrada una de las 100 personas más influyentes de la revista Time este año, contó cómo movilizó a su comunidad para luchar contra esa fábrica, sin éxito y sin el apoyo de las autoridades.
“Hablamos de un tramo de 85 millas entre Nueva Orleans y Baton Rouge”, informó.
Dijo que en 2018, el gobernador John Bell Edward anunció que se construiría una planta de plástico de 9.4 mil millones de dólares en St. James.
“Dijeron que no podíamos luchar contra eso porque el gobernador lo aprobó y era un trato cerrado y que el consejo parroquial iba a votar a favor de todos modos”, dijo. ‘Pero sentí que yo debía hacer algo”.
Lavigne se mantuvo informada sobre el proyecto en reuniones durante dos años y medio.
“Ya tenemos aquí 12 industrias en un radio de 10 millas, y ahora traer este monstruo de planta a dos millas de mi casa en un radio de 10 millas, es mucha contaminación”, señaló.
Explicó que la petroquímica desplazó a los agricultores al comprar 2 mil 400 acres donde existen tumbas de antepasados.
“Construyeron caminos sobre las tumbas de nuestros antepasados. Ni siquiera sabíamos que había tumbas allí”, comentó. “Tratamos de que se revocaran los permisos de construcción, pero las autoridades no lo hicieron, votaron a favor de que se instalara la planta. Eso fue lo que inició nuestra lucha en el 2018”, contó.
Explicó que se fueron a Corte dos veces, y que aunque el juez falló en contra de la compañía y los 10 cargos pidiendo a esta planta que desocupe las instalaciones, la compañía apeló y se fueron a los tribunales.
“Pero rechazaron nuestra decisión, así que ahora solo nos queda el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Sabemos que nuestra lucha no es en vano y sabemos todo el trabajo que hemos hecho y que la planta no va a venir, si se instala, sería una sentencia de muerte para nosotros”, señaló
Lavigne que desgraciadamente varios residentes de la comunidad han muerto de cáncer, asma y otras enfermedades.
“Somos el vertedero. La gente se está enfermando. Tengo dos hermanos con cáncer de próstata. Mi vecino de un lado murió, el otro también murió de cáncer de garganta. Es muy doloroso estar aquí y decirles cómo nos estamos muriendo. Nuestra comunidad literalmente se está muriendo”, manifestó.
Denunció que las autoridades y grandes corporaciones hacen caso omiso a los residentes.
“No se está haciendo nada. Esta gente, los políticos y la industria tienen el poder sobre la gente”, dijo.
Lavigne dijo que se retiró de la docencia para convertirse activista ambiental
“Dedico toda mi vida a hacer este trabajo. Estoy haciendo esto. No me importa hacerlo porque estoy salvando a mi comunidad. Todo lo que necesitamos es ayuda. Necesitamos que cierren los contaminadores que nos están contaminando ahora mismo,eso sería de gran ayuda”, exigió.
Desestabilizador
Sissy Trinh, directora ejecutiva de Southeast Asian Community Alliance, dijo que las inversiones para mitigar el cambio climático que las autoridades anunciaron hace 15 años tienen un impacto desestabilizador en la comunidad de Chinatown de Los Ángeles, uno de los barrios más pobres y contaminados del Condado de Los Ángeles debido a que está rodeado de autopistas, vías de trenes y muchas fábricas.
La activista, quien también movilizó a las comunidades de bajos ingresos del sur de California para recuperar el río Los Ángeles, dijo que una gran parte de los residentes de la región son básicamente tan pobres, que se saltan comidas con regularidad para pagar el alquiler.
“Cuando hablas sobre el cambio climático con estas familias pobres, parece muy lejano, no solo físicamente, también psicológicamente. Y cuando hablamos de este tipo de crisis existencial, muchas veces lo hacemos desde nuestra posición y no desde la de nuestras familias y nuestros mayores, ¿no?
Comentó que las familias de Chinatown tienen necesidades más inmediatas.
“Así que hablar del cambio climático parece casi desdeñoso ante lo que tienen delante. Sin embargo, hablamos de ello. A menudo hablamos de cómo estas amenazas afectan inmediatamente a sus vidas diarias.
“Nuestra comunidad es, en muchos sentidos, la zona cero, simplemente porque somos el centro de nuestro sistema de transporte regional. Hay muchas oportunidades para hacer inversiones climáticas para hacer más verde un vecindario que es uno de los más contaminados del estado”, expresó.
Trinh dijo que lo que se observa es la especulación inmobiliaria, como propietarios de propiedades vendiendo argumentando que es una buena oportunidad de inversión.
“Se van a invertir miles de millones de dólares por parte del estado y del gobierno local para hacer que este barrio sea más bonito. Este va a ser el próximo Beverly Hills o algo así”, ironizó.“Obviamente, los propietarios venden o hacen que los edificios sean más bonitos y aumentan los alquileres.Así que tuvimos que explicar cómo estas inversiones climáticas tienen un impacto desestabilizador para nuestras comunidades”.