Los Ángeles.- Un reciente estudio realizado por el Center for Responsible Lending descubrió que las pequeñas empresas propiedad de personas de color están siendo excluidas del Programa de Protección de Nómina (PPP, por sus siglas en inglés) de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) y, en ausencia de reformas específicas, es probable que esta práctica continúe.
El programa de ayuda aprobado por un Congreso bipartidista y firmado por el Presidente sólo puede accederse a través de los bancos y otros prestamistas existentes de la Agencia Federal de Pequeños Negocios de Estados Unidos (SBA, por sus siglas en inglés).
El PPP es un programa que atiende por orden de llegada, lo que deja en gran desventaja a quienes no tienen relaciones bancarias o líneas de crédito comercial existentes.
Las empresas propiedad de minorías tienen menos probabilidades de ser aprobadas para un préstamo, y cuando se les aprueba, suele ser por montos más pequeños con tasas de interés más altas que las que se ofrecen a prestatarios blancos en circunstancias similares.
Las empresas propiedad de hispanoamericanos ya están soportando algunos de los impactos más duros de la crisis del COVID-19, con mayores niveles de pérdida de empleos, enfermedades y muertes.
Esos impactos también se están sintiendo en otras empresas propiedad de minorías, ya que los fondos disponibles inicialmente bajo la ley CARES se agotaron en los primeros días.
La ley CARES asignó originalmente $350,000 millones a la SBA para emitir préstamos de hasta $10 millones por empresa.
Además, la Ley CARES también destinó $10,000 millones para subvenciones de emergencia de hasta $10,000 para cubrir los gastos operativos de las pequeñas empresas.
Estos préstamos se convierten en subvenciones si las empresas mantienen a los empleados en la nómina hasta junio.
La investigación del Center for Responsible Lending encontró que el 95% de los negocios propiedad de afroamericanos, el 91% de los negocios propiedad de latinos, el 91% de los negocios propiedad de isleños del Pacífico y el 75% de las pequeñas empresas propiedad de asiáticos han sido excluidos del Programa de Protección de Nómina de la SBA.
«El Congreso autorizó al Programa de Protección de Nómina para proporcionar apoyo financiero y estabilidad a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia del COVID-19.
«Sin embargo, seguimos escuchando de empresas propiedad de latinos que enfrentan barreras estructurales para adquirir estos préstamos. Nosotros en la Cámara de Comercio Latina estamos horrorizados por esta práctica y exigimos que este patrón de exclusión cese inmediatamente”, dijo Gil Vásquez, presidente de la junta directiva de la Cámara de Comercio Latina de Los Ángeles.
Agrego que la pandemia del Covid-19 ha demostrado que como nación se debe tener moral de distribuir recursos basados en la equidad racial.
«Si realmente queremos una recuperación sólida a corto y largo plazo, los proyectos de ley de erogaciones actuales y futuras deben abordar las necesidades que aún existen en la comunidad latina y en otras comunidades. Cuando las comunidades más vulnerables están económicamente sanas, entonces todas las comunidades están mejor”, continuó Vásquez.
La Cámara de Comercio Latina de Los Ángeles exige que la SBA y el Departamento del Tesoro modifiquen la política del programa para reafirmar el requisito de que las instituciones financieras se adhieran a las protecciones de préstamos justos y reporten los datos demográficos de los solicitantes.
La Cámara de Comercio Latina también está abogando para que la SBA haga un seguimiento de la tasa de solicitudes y aprobación de préstamos concedidos a pequeñas empresas propiedad de minorías, lo cual es fundamental, ya que, sin un informe riguroso, la SBA no puede confirmar las disparidades raciales ni corregir ninguna práctica de préstamos excluyentes bajo el Programa de Protección de Nómina.
Las empresas de todos los tamaños que son propiedad de personas de color, incluyendo las empresas unipersonales, representan el 30% de todas las empresas de Estados Unidos, que aportaron 7.2 millones de empleos y $1.380 billones en ingresos a la economía en 2012.
Y el sector está creciendo rápidamente.
Para 2016, había más de 1.1 millones de empresas de propiedad de personas de color, que representaban 8.7 millones de puestos de trabajo, $280,000 millones en nómina y $1.300 billones en ingresos anuales totales, a lo que se suman millones de empresas de propietario único.
Entre 2014 y 2016, los negocios propiedad de minorías crecieron un 13% en comparación con el aumento de sólo el 1% en los negocios propiedad de blancos. Estas mismas empresas propiedad de minorías que contribuyeron significativamente al crecimiento de la economía nacional antes de la pandemia, ahora están soportando los efectos más duros de la crisis del COVID-19.