
by Mey Lyn Mitteenn ,
Ya pasó el Día de los Veteranos, pero en Metro la gratitud continúa todo el año. Con 573 veteranos trabajando en diversas áreas de la agencia, el servicio no termina al quitarse el uniforme; simplemente evoluciona. Ya sea operando trenes, guiando a nuevos operadores, supervisando equipos de seguridad o manteniendo nuestra flota de autobuses en movimiento, los veteranos aportan disciplina, liderazgo y entusiasmo a todo lo que hacen. Aquí honramos a tres trabajadores de Metro que sirvieron en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y que ahora mantienen ese mismo compromiso de servir a Los Ángeles.
Yolanda Tillie Duran no creció soñando con la vida militar, pero siempre quiso trabajar en las fuerzas del orden. “Quería ayudar a la gente, combatir el crimen y ser un pilar de apoyo en la comunidad”, dice. Un reclutador persistente y un buen puntaje en los exámenes la ayudaron a conseguir el puesto de policía militar que anhelaba.
Llegó al campamento de entrenamiento con buena condición física, pero las exigencias a nivel mental fueron las más difíciles. “Te entrenan para ir a la guerra, para tomar decisiones rápidas que te ayudan a ti y a tus compañeros a sobrevivir”, dice. Su entrenamiento la fortaleció y la preparó para un futuro donde la toma de decisiones rápidas sería esencial.
Al trabajar como policía militar en Yuma, Arizona, respondió a disputas domésticas y hasta a individuos armados. No obstante, tras los atentados del 11 de septiembre, supo que iría a la guerra. Yolanda fue desplegada en Irak durante casi un año como parte de una unidad lamada FARP (Punto de Armamento y Reabastecimiento Avanzado), donde trabajó en el perímetro de seguridad para proteger a los helicópteros de combate que regresaban a reabastecer combustible cerca al frente de batalla.
En Irak, enfrentó momentos que la moldearon. En una ocasión, su vehículo militar [Humvee] fue atacado por fuego enemigo. “Tuvimos que unirnos y tomar la mejor decisión posible para salir de esa situación”, recuerda. “Teníamos que asegurarnos de que todos estuvieran a salvo”. Esta experiencia agudizó su instinto.
Su servicio también la ayudó a crecer personalmente. “El ejército me ayudó a expresarme mejor”, afirma. “A hablar con más seguridad y a liderar mejor”. Ser mujer también trajo consigo desafíos, pero “los Marines me enseñaron a siempre adaptarme y superarme”. Es una lección que lleva consigo en todas partes.
Hoy, como sargento recién ascendida del Departamento de Seguridad de Tránsito de Metro, Yolanda supervisa a más de 30 Oficiales de Seguridad de Tránsito (TSO) de la agencia en el turno nocturno de la Línea B. Coordina con las autoridades locales y los equipos de operaciones de Metro, supervisa a los oficiales y garantiza la seguridad en los cierres y reaperturas de las estaciones a diario.
Su filosofía de liderazgo es sencilla: comunicarse con claridad, ser firme pero justa y tratar a los oficiales con respeto. Se enorgullece al hablar de su equipo y del apoyo que ha sentido por parte de la agencia. “Metro me ha ayudado muchísimo”, afirma. “La agencia es muy diversa, está comprometida con la equidad y apoya firmemente las carreras de los veteranos”.

Otro veterano del Cuerpo de Marines que mantiene a Metro en marcha es Mike Gallegos, ahora Superintendente de Mantenimiento de Autobuses y a cargo de casi 500 empleados.
Mike se unió a los Marines a los 18 años para ayudar a su familia y construir un futuro mejor. Sirvió ocho años como mecánico en despliegues por todo Asia (Japón, Filipinas, Tailandia, Hong Kong, Corea del Sur y Sri Lanka) y pasó siete meses en Arabia Saudita durante la Operación Tormenta del Desierto (Desert Storm).
Estar lejos de casa fue duro para su familia ya que él era el único varón de cuatro hijos y para Mike, quien era muy cercano a sus seres queridos. Aún así, encontró fuerza en la fraternidad que lo rodeaba. “La camaradería y los amigos que haces en el ejército realmente te ayudan a superarlo”, dice.
Pero la experiencia que más lo formó no fue el despliegue, sino el liderazgo que lo guió. En Okinawa, conoció a un marine llamado Sargento Rivera, quien mantenía las máquinas de criptografía que se usaban para descifrar códigos. “Hablaba solo cuando lo necesitaba y cuando decía algo, siempre tenía un propósito”, recuerda Mike. “Se aseguraba de que siempre estuviéramos bien atendidos, alimentados y contáramos con un lugar para dormir”. La constancia de Rivera transformó la visión que Mike tenía sobre el liderazgo.

Esa filosofía lo guía ahora en Metro. Mientras Mike supervisa varios equipos de mantenimiento de autobuses, flotas, instrucción y técnicos de comunicación electrónica, intenta tener la misma presencia constante que vio en el sargento Rivera: alguien que se asegura de que su equipo tenga lo necesario para el éxito.
Para Mike, cuidar de las personas también significa generar confianza, ayudarlas a mejorar y predicar con el ejemplo. “En Metro tenemos una misión”, afirma. “Movilizar a nuestros pasajeros por la ciudad”. Por eso, les recuerda a todos los nuevos empleados de mantenimiento que su trabajo apoya directamente a los pasajeros que dependen de Metro a diario.

En el área de trenes de Metro, trabaja el veterano del Cuerpo de Marines Donell Dean, quien se unió a las Fuerzas Armadas al terminar la secundaria. “Algunos de mis amigos se inscribieron, así que fui a hablar con el reclutador”.
Sirvió tres años en la infantería, lo enviaron a Hawái y también fue desplegado por diversas partes de Asia. Durante sus años de reserva, se formó como cocinero, atendió a más de 2,000 personas al día con su equipo. El Cuerpo de Marines le enseñó disciplina, trabajo en equipo y concentración.
Donell se unió a la agencia de transportes como operador de autobuses en 1988, cuando Metro aún era el Distrito de Tránsito Rápido del Sur de California (SCRTD) y posteriormente se convirtió en un operador de trenes. Hoy opera principalmente en la Línea A y también capacita a nuevos operadores. “Creo en dar lo mejor de mí”, dice. Algo que aprendió durante su tiempo en los Marines es que: “si vas a hacer algo, hazlo bien. Si no, no lo hagas”.
Otra cosa que desarrolló durante su entrenamiento fue a conectar con otros chicos a quienes desconocía por completo. El ejército le dio un sentido de pertenencia y le enseñó que, incluso cuando tienes diferencias con alguien, puedes lograr que el equipo sí funcione para lograr el objetivo. “Esa es la prioridad”, dice.
Cada uno de estos Marines que hoy forman parte de Metro nos recuerdan que el transporte también es un servicio público. Como dijo Mike: “Es otra forma de servir a la comunidad. Es otra forma de retribuir al país que tanto nos ha dado”.
Si eres un veterano que está considerando su próxima misión, Metro está contratando y siempre estamos buscando veteranos y la experiencia y el liderazgo que puedan aportar al puesto. Para ver los diversos puestos disponibles, visita www.metro.net/about/careers/veterans/

